Sindicatos leales a Evo Morales marcharán para contrarrestar protesta indígena

La movilización partirá el 12 de octubre, desde la localidad de Patacamaya, ubicada a 100 kilómetros al suroeste de  La Paz.




Los sindicatos leales al presidente boliviano Evo Morales anunciaron hoy una gran marcha para el próximo 12 de octubre, con la perspectiva de respaldar al gobierno frente a la protesta indígena que rechaza la construcción de una carretera a través de una reserva ecológica ubicada en el centro del país.

"Será una movilización multitudinaria (...) habrá más de 200 mil personas", dijo hoy a la prensa el portavoz de la Confederación de Comunidades Interculturales Ever Choquehuanca, al acusar a los indígenas "de promover una acción política contra el hermano presidente (Evo Morales) y la democracia".

La marcha a favor de Evo Morales partirá de la localidad de Patacamaya, ubicada a 100 kilómetros al suroeste de  La Paz, mientras que la protesta indígena se reagrupaba hoy en la amazonía, luego de la violenta acción policial del domingo 25 de septiembre, cuando los manifestantes fueron dispersados y, en varios casos, detenidos.

La manifestación oficialista se realizará a pocos días de la elección popular de las autoridades judiciales del país. Se trata de un acto que el gobierno boliviano ha calificado de inédito y que marcará un paso clave en la reforma del Estado que promovió el propio Morales.

"Un compañero me dijo: 'esta marcha (Indígena) desde el primer momento estaba orientada para perjudicar y hace fracasar las elecciones del 16 de octubre'. Yo recién me estoy dando cuenta (que) la derecha y los opositores traen conflicto", afirmó ayer el mandatario, de acuerdo con un reporte publicado hoy por del diario "Página Siete".

La protesta indígena se inició el 15 de agosto en Trinidad (noreste),  desde donde un grupo de dos mil personas se propuso caminar más de 600 kilómetros para llegar a La Paz y rechazar la construcción de una carretera a través del Territorio Indígena de Parque Iseboro Sécure (TIpnis), adjudicada hace tres años a la constructora brasileña OAS.

Morales anunció la paralización de los trabajos y a cambio demandó un debate previó a un referéndum regional. Los indígenas rechazaron la propuesta porque quieren que las obras sean sometidas a un proceso de consulta sólo con las comunidades afectadas.

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