Situación de hospitales en Trípoli es dramática y pacientes se atienden entre ellos

Hay falta de suministros y los médicos sólo pueden ver emergencias. Otras casos como cáncer o partos difíciles han tenido que ser rechazados.




La batalla en Trípoli entre rebeldes y fuerzas leales al coronel Muammar Gaddafi esconden una cara no menos compleja que los combates mismos: la atención de heridos en los hospitales.

La situación es dramática, con recintos saturados, según reportan los medios y los enviados especiales que se mantienen en la capital libia.

De acuerdo con uno de los corresponsales de la BBC en la región, David Loyn, las sanciones impuestas al país norteafricano hace difícil conseguir suministros y los médicos sólo pueden atender emergencias. Otras casos como cáncer o partos difíciles han tenido que ser rechazados. La inseguridad y la falta de combustible ayudan a que la situación empeore, consigna la cadena BBC Mundo.

El jefe de la misión de Médicos sin Fronteras (MsF) en Trípoli, Jonathan Whitall, dijo que algunas clínicas están usando casas privadas, verdaderos ambulatrios, para alojar a las víctimas pero ante la carencia de personal, los pacientes se tienen que atender entre ellos.

"En una de las casas en las que entré, los pacientes estaban tirados en el suelo o tumbados sobre las mesas de la vivienda, que había sido transformada en ambulatorio improvisado", relató Whittall.

El facultativo de MsF, cuya organización comenzó a operar en Libia en febrero, señaló que los medios hospitalarios ya estaban sobrepasados antes de que el conflicto civil llegara a Trípoli y que los problemas se han multiplicado ahora, sobre todo por la salida del país del personal médico extranjero.

En las últimas semanas, casi el 100% del trabajo ha estado relacionado con heridos a bala, impidiendo atender a la población por otros problemas sanitarios.

"En los hospitales que yo he visitado desde el inicio de los combates se viven escenas de caos, ya que muchos doctores y enfermeros no pueden llegar a su lugar de trabajo porque viven en zonas de la ciudad que no son seguras", relató.

No obstante, negó que se pueda hablar de colapso total de los hospitales e hizo hincapié en el gran esfuerzo que están realizando los profesionales libios de la salud para hacer su trabajo. "No es una cuestión de competencia o de voluntad. Es algo que tiene que ver con la necesidad de afrontar con mayores garantías las necesidades urgentes y abrumadoras que afrontan", dijo.

Sobre la situación en la ciudad, aseguró que hay más tranquilidad que a principios de la semana: "hace tres días no hubiera podido ni hablar por teléfono por los constantes tiroteos". "Pero es una situación muy fluida, en la que las cosas evolucionan muy rápido. Han pasado cuatro días y no sé por dónde empezar para explicar los cambios que he visto en Trípoli", indicó.

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