Sonda "Opportunity" cumplirá 8 años en Marte

El vehículo, el cual fue lanzado el 7 de julio de 2003, ha ayudado a los científicos a entender la composición del suelo de Marte, enviando fotografías y análisis de los cráteres marcianos.




La sonda "Opportunity" fue construida para una misión de 92 días. Pero ocho años después sigue rodando por la superficie de Marte y se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la historia reciente de la NASA.

El pequeño vehículo robótico continúa buscando restos de antigua presencia de agua en el Planeta Rojo y entusiasma a los científicos con sus descubrimientos. Cuando en 2004 llegó a Marte junto a su gemelo "Spirit", no se le daban más de 92 días de vida (90 en la Tierra). Cada hora más en servicio sería un regalo, apuntaron entonces sus responsables en la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).

El responsable del proyecto, John Callas, no necesita calcularlo: cuando el 25 de enero se cumplan ocho años del aterrizaje de "Opportunity", el pequeño vehículo cumplirá su día 2.805 en Marte. Y habrá hecho honor a su nombre (oportunidad). Según Callas, para quien la misión es una de las más exitosas de la NASA, "Opportunity" ha emocionado hasta el punto de que todos "quieran saber más sobre el Planeta Rojo".

Ante esta trayectoria no es de extrañar que Callas y su equipo piensen celebrar el cumpleaños con una tarta. Henchidos de orgullo pero también algo melancólicos, después de que "Spirit" tuviera que abandonar la misión en mayo del año pasado. Tras un viaje de 7,7 kilómetros, quedó atascado en la arena y la comunicación quedó finalmente interrumpida.

Entretanto, y a pesar de algunos achaques propios de su edad, el "Opportunity" cubrió ya un trayecto de 34,4 kilómetros. Una de sus seis ruedas se estropeó por lo que ahora camina hacia atrás. Y además sufre algo parecido a la artrosis: una de sus articulaciones sólo puede moverse con limitaciones.

También algunas de las herramientas que el "Opportunity" trasladó desde la Tierra acusan los estragos del tiempo, explica Callas. Así, un espectómetro para la investigación de partículas de polvo magnéticas y de piedras ferrosas no funciona ya tan bien como en los primeros años. "Pero en general 'Opportunity' se mantiene en un asombroso buen estado", apunta Callas.

El Rover fue lanzado el 7 de julio de 2003 para buscar minerales en piedras o en el suelo que pudieran haber sido depositados por actividades relacionadas con el agua: precipitaciones, sequías o procesos hidrotermales. "Opportunity" se reveló desde el principio como un magnífico imán para la buena suerte, en el más preciso sentido de la palabra. En su aterrizaje en la zona Meridiani Planum fue a dar en un pequeño cráter e hizo saltar de alegría a sus responsables con unas espectaculares imágenes panorámicas y fotografías de extraños estratos de rocas.

Tras ese aterrizaje triunfal, el viaje continuó de cráter en cráter durante casi dos años, hasta la llegada a Victoria y a punto estuvo de fracasar en medio de una cascada de arena. "Opportunity" investigó durante dos años el cráter, desde sus bordes hasta el interior, enviando impresionantes fotos y datos a los investigadores.

Desde agosto de 2001 se encuentra en el cráter Endeauvour, un objetivo al que ninguno de los expertos de la NASA pensó nunca que llegaría. Las rocas de ese cráter parecen ser más antiguas que las de otros lugares visitados antes por el robot. Las imágenes tomadas por el "Mars Reconnaissance Orbiter" hacen pensar que los depósitos sedimentados allí se habrían formado en una época marciana anterior, con un clima más cálido y húmedo.

En diciembre, el "Opportunity" dio por sorpresa con un filón mineral, procedente muy probablemente de sulfato de calcio sedimentado a partir de agua. "Este es el tipo de descubrimiento que hace saltar a los geólogos", apunta Steve Squyres, uno de los investigadores del proyecto.

Ahora, en pleno invierno marciano, el "Opportunity" se ha acuartelado en el borde del cráter, con un ángulo inclinado de 15 grados, para poder captar la mayor cantidad posible de energía solar. Pero ni siquiera ahora cesa su actividad por completo: desde su posición recopila información sobre la rotación del planeta.

El próximo verano está previsto que el "Opportunity" reciba visita: un nuevo Rover de la Nasa, en este caso del tamaño de un automóvil y con todas las innovaciones técticas está en camino. Peor el "Opportunity" no debe temer caer en el olvido. Con el paso de los años, tanto él como el "Spirit" se convirtieron en una especie de "niños mimados" de la NASA. "Con sus descubrimientos han ampliado nuestro punto de vista", explica Callas. "Marte ya no es un planeta lejano, es nuestro vecino".

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