Subsecretario de Prevención del Delito: "En vez de haber trancado la puerta giratoria, se le puso un motor"

La autoridad criticó el indulto general impulsado en 2012 y señaló que crearán un fuerza de tareas para seguir los casos de indultados reincidentes.




La Subsecretaría de Prevención del Delito ha coordinado desde hace meses los cruces de información entre las policías y Gendarmería para determinar cuántos beneficiados en 2012, por la ley de indulto promulgada durante el gobierno de Sebastián Piñera, terminaron reincidiendo. Muchos de ellos estaban cumpliendo penas en la cárcel por casos de narcotráfico, robos y  hurtos. "Estos delitos son muy frecuentes y afectan directamente a las personas", señala el subsecretario Antonio Frey.

En entrevista con La Tercera, la autoridad adelantó las medidas que tomará el gobierno para enfrentar los casos de indultados reincidentes y critica la decisión de entregar este beneficio.

¿Cuál fue el trabajo que hicieron para determinar el factor de reincidencia de estos cuatro mil indultados?

Gendarmería y las policías trabajaron con la lista de indultados y verificaron que habían muchas personas que siendo beneficiadas por el indulto (general) de Sebastián Piñera en 2012 volvieron a cometer delitos flagrantes detectados por la autoridad. Estamos hablando que 900 personas indultadas por Piñera, que cometieron 1.222 delitos. Eso da cuenta de que algunos perpetraron más de un ilícito. El total de los que recibieron este beneficio fue de cerca de cuatro mil reclusos, lo que equivale a alrededor del 10% de la población penal  de ese entonces. Aquí lo que hizo el gobierno anterior fue abrir las puertas de las cárceles de par en par a ladrones y traficantes que, una vez fuera, reincidieron. Uno de cada cuatro de esos reos han vuelto a delinquir. Casi un 25%, lo que es inaceptable.

¿Qué ocurrió con los extranjeros que estaban en las cárceles y fueron expulsados con prohibición de reingresar al país?

Los datos que nosotros tenemos es que algunas de las personas que volvieron a delinquir, fueron expulsadas  y regresaron a Chile.

¿Por qué no se hizo seguimiento de los indultados?

El indulto, en términos jurídicos, es un momento en que se deja de aplicar una pena, por lo que no corresponde hacer un seguimiento. Por eso, es una herramienta que hay que trabajar con mucho cuidado. Después de ese beneficio tienes una condena que se extingue. Las medidas que se pueden tomar son administrativas. Es una medida extrema, que se ejecuta en casos extremos.

¿Qué podría decir de la postura de la oposición, de que el tema de los indultados es para justificar el aumento de la victimización?

Es muy simple. En el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet terminamos en 2009 con alrededor  de 56 mil personas dentro de la cárcel. Una vez que finalizó el gobierno de Sebastián Piñera teníamos 47 mil, o sea, nueve mil menos. Las personas que están dentro de la cárcel pueden delinquir por medio de teléfonos u organizar bandas. Al estar fuera de circulación tiene menos posibilidades de atacar a una persona, hacer un lanzazo o robar una tienda. Acá tenemos una promesa incumplida. En vez de haber trancado la puerta giratoria, se le puso un motor. Es un punto en el que hay que dar explicaciones, porque no es consistente con la promesa que se hizo. Cuando uno promete que va tener mano dura, tiene que ser consecuente.

Medidas

¿Cómo están enfrentando el tema de los indultados reincidentes?

Queremos crear una fuerza de tareas, un equipo jurídico que permita, junto con las policías, ir alertando sobre los casos que van reapareciendo para hacer un seguimiento y, cuando  sea pertinente, querellarnos para que sean condenados y se les quite la libertad. No corresponde que una persona a la que se le dio un beneficio, un perdonazo, se le permita volver a delinquir inmediatamente habiéndose comprometido a no hacerlo.

¿Se utilizará el Banco Unificado de Datos para detectar los casos?

Esta base de datos -que será implementada el 31 de diciembre- permitirá a las policías contar en línea y en tiempo real del listado de personas indultadas que hayan quebrantado sus penas o se encuentren con orden de detención pendiente. Hay que aclarar que el proyecto del gobierno anterior era un banco basados en estadísticas, pero que no contempló -por eso es que esa iniciativa se extendió en el tiempo- la posibilidad de tener un conjunto de datos de personas. Ahora, esto nos permite tener un eficacia del sistema penal mucho mayor y mejorar la coordinación.

¿Que otras medidas se están tomando?

Se oficiará a las policías para que establezcan cuál es la situación actual de los indultados y si volvieron a cometer delito. Se reforzará el trabajo legislativo que estamos realizando en el sentido de crear una agenda corta antidelincuencia. Seremos fuertemente restrictivos con las personas que reinciden. O sea, las que tienen más de un delito y que se dedican a la carrera delictual. Estas van a tener restricciones en la rebaja de condena, como también en los beneficios intrapenitenciarios. Prohibiremos que muchos de ellos tengan condenas que no sean privativas de libertad. Seremos inflexibles con los que están dedicados a esto.

¿Y el tema de la reinserción? 

Este gobierno no propiciará ninguna iniciativa de indulto general y restringirá al máximo el otorgamiento de beneficios mientras no esté en funcionamiento el Servicio Nacional de Reinserción Social, el que contará con un estricto control de los condenados. La creación de ese servicio fue una promesa de Piñera, que no cumplió. Es algo importante. Por ejemplo, en Alemania existe alguien encargado las 24 horas del reo cuando está en libertad, con un control efectivo que también permite una reinserción social, porque si no cumples con tu compromiso (de no delinquir) vuelves a la cárcel.

¿Agrava el problema que la mayoría de los indultados estaban condenados por delitos de alta connotación social?

Un robo violento, que puede ser  la sustracción del celular, o que entren a tu casa a robar, genera una sensación de vulnerabilidad. Esto provoca un efecto en el tiempo. En nuestro programa de apoyo a víctimas vemos personas que tienen que someterse a un proceso de reinserción social para a tener confianza, volver a salir de sus casas y tener una vida normal. Muchos de ellos son gente de edad, más vulnerables, y cuando le pasa esto, tiene un impacto importante en su calidad de vida y sus relaciones humanas, en su confianza.

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