Teatro Municipal celebra 200 años de Verdi con su ópera más dramática

Hay grandes obras que son sólo la conclusión de una serie de accidentes. Fue el caso de El trovador, cuyo argumento quedó a medio terminar tras la repentina muerte del libretista Salvatore Cammarano. Trabajando a la velocidad que le imponían sus publicistas, el compositor Giuseppe Verdi debió contratar a un aficionado para completar el drama. Resultado: una de las óperas con la mejor música y la trama más confusa de todos los tiempos.

A la larga, como suele pasar con la ópera, lo que quedó es la melodía y a su drama se le perdonó cualquier exceso. "Verdi es de esos compositores que se pueden cantar en la ducha, en la calle, en cualquier parte. Pero claramente todos los personajes de esta ópera están locos. Aunque da lo mismo, la música es de lo mejor que creó Verdi", explica Konstantin Chudovsky, el director musical de la obra que desde el 16 de septiembre se presentará en el Teatro Municipal.

El ruso Chudovsky, que es además el titular de la Filarmónica de Santiago, destaca en cualquier caso que los personajes de El trovador son más complejos de lo que parecen. "¿El trovador Manrico quiere más a Leonora o a su madre? ¿El conde de Luna es acaso tan villano cómo parece?", dice.

Estrenada hace 150 años en Roma, El trovador se basa en un drama del español Antonio García Gutiérrez. Todo transcurre en Aragón, durante el siglo XV, en un ambiente lúgubre de gitanas, reinos en guerra y venganzas en ascuas. Manrico, un trovador y oficial de Ejército, pretende a la noble Leonora. Su madre, la gitana Azucena, no ve con buenos ojos esta relación, al mismo tiempo amenazada por el Conde de Luna, otro pretendiente de Leonora. Lo que sólo la gitana sabe es que Manrico y el Conde son en realidad hermanos. De esos separados al nacer.

El trovador le servirá, además, al Teatro Municipal para conmemorar los 200 años del nacimiento de Giuseppe Verdi, el más popular de los operistas italianos. La fecha es el 10 de octubre, cinco meses después de los 200 años de Richard Wagner, que nació en mayo de 1813. "El mundo musical se ha dividido desde entonces entre verdianos y wagnerianos, casi como si fueran dos equipos de fútbol. Yo creo que la grandeza de Verdi es su cercanía con la gente, su inspiración melódica, el público se sabía La donna e mobile a las pocas horas de la primera representación de Rigoletto. En ese sentido, su música fue popular y no clásica", argumenta Chu- dovsky.

Hijo del esfuerzo, Verdi creó cerca de 17 óperas hasta tener un éxito absoluto con Rigoletto, en 1851, a los 38 años. A ellas le siguieron El trovador y La traviata, cerrando la trilogía que renovó la ópera italiana. Antes de Verdi existía el llamado belcanto, donde sólo importaba la melodía. Después de Verdi vino el drama, como el que articulan los cuatro personajes de El trovador.

La presentación de El trovador en nuestro país se enmarca en una conmemoración mundial que, por ejemplo, ha incluido este año cinco óperas de Verdi en el Metropolitan de Nueva York. Aún falta además Falstaff, que se da en diciembre y que se puede ver en Chile en vivo a través del ciclo del Teatro Nescafé. En La Scala de Milán, en tanto, se programaron seis obras del músico.

En el ámbito discográfico, todos los grandes cantantes están publicando sus respectivos álbumes Verdi: el tenor alemán Jonas Kaufmann (el más destacado del momento) lanza el 16 de septiembre el disco The Verdi Album. Plácido Domingo acaba de publicar el disco Domingo Verdi, y la estrella rusa Anna Netrebko lanzó lanzó hace dos semanas su álbum Verdi.

En Chile

En esta versión del Teatro Municipal, con dirección escénica del argentino Pablo Maritano, el rol de Leonora lo hará la soprano estadounidense Julianna Di Giacomo, quien lo representó en el Metropolitan de Nueva York en abril del 2011.

Di Giacomo viene de cantar hace tres semanas el famoso Réquiem de Verdi en Los Angeles, en una versión dirigida por Gustavo Dudamel que pronto saldrá en DVD. En mayo había hecho la pieza con Zubin Mehta en Florencia y en los últimos meses ha cantado hasta seis veces El trovador: "Veo a Verdi en todas partes, en todo el mundo. Mucho más que a Wagner. Para mí, Verdi está más vivo que nunca".

Para Chudovsky, la respuesta acerca de la vigencia del operista italiano es aún más simple: "Todo el mundo se puede identificar con los personajes de Verdi. Con las intrigas de amor, de venganza y de celos. En cambio, no todos pueden verse reflejados en los dioses y las valquirias de Wagner".