Temer pierde a sexto ministro en seis meses de gestión

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Su mano derecha en el gabinete dimitió tras ser acusado de tráfico de influencia, en un caso que salpica al propio mandatario.




Un ministro por mes. Ese es el "récord" del gobierno del Presidente brasileño Michel Temer, cuya mano derecha en el gabinete, Geddel Vieira Lima, renunció ayer de forma "irrevocable" tras ser acusado de tráfico de influencias, en un asunto que salpica al propio jefe de Estado.

"Frente a las dimensiones de las interpretaciones dadas, pido disculpas a quienes hayan sido por ellas alcanzados, pero Brasil es mayor que todo eso", dijo el ahora ex ministro de la Secretaría de Gobierno en su carta de renuncia a Temer.

La dimisión ocurrió después de que Vieira Lima fue acusado por el ex ministro de Cultura Marcelo Calero de haberlo presionado en forma ilegal para autorizar la construcción de un edificio en Salvador de Bahía, en un sitio no permitido por ser patrimonio histórico, y en el que había comprado un departamento en verde.

Calero declaró sobre el asunto a la Policía Federal y aseguró que sintió la misma presión de Temer y del ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, con quienes también había tratado sobre ese asunto. Según el testimonio de Calero, Temer lo invitó a Planalto la semana pasada para sugerirle que buscara "una salida", indicando que las restricciones de construcción habían creado "dificultades operacionales" en su gobierno.

"Vea. Quien me conoce sabe que yo no soy el tipo de persona que encuadra a nadie" para que cumpla órdenes indebidas, declaró Temer al negar rotundamente que hiciera lobby por el fastuoso predio.

Según el portal G1, del grupo Globo, Calero "grabó la conversación" con el jefe de Estado. "El ministro Calero se excedió, (...) por lo que se comenta, en volver a ver al Presidente de la República para tratar un asunto que ya había tratado llevando una grabadora, lo que además es un delito", dijo el ministro de Defensa Raúl Jungmann en una entrevista con AFP.

Con la salida de Vieira Lima ya suman seis los ministros (ver recuadro) que renuncian al gabinete de Temer, quien asumió el pasado 12 de mayo, durante el juicio político a la Presidenta Dilma Rousseff.

Pero con la salida de Vieira Lima "la crisis no termina", dijo ayer el senador Lindbergh Farias, del PT. De hecho, el diputado Alessandro Molón, del partido Red de Solidaridad, informó que "el lunes vamos a presentar un pedido (de impeachment contra Temer) en la Cámara de Diputados. Este es un caso gravísimo".

Incluso, uno de los principales aliados del gobierno, el diputado Paulo Pereira da Silva, admitió que "pueden caer más ministros", por eventuales denuncias de corrupción. En los próximos días posiblemente será publicada la lista de políticos envueltos en el escándalo del "Petrolao", surgida de la confesión del empresario Marcelo Odebrecht, considerado uno de las figuras clave de esa trama.

"El gobierno acaba de cumplir seis meses y ya luce viejo", escribió ayer Fabio Zanini, editor político del diario Folha de Sao Paulo.

Rafael Cortez, analista político de la consultora Tendências de Sao Paulo, dijo a La Tercera que "el episodio Geddel es uno más que muestra los mares difíciles de la gobernabilidad en el Brasil actual". "El Presidente no tiene capital político para responder con energía a los incontables desgastes políticos de su equipo", sostuvo. "Este escenario de turbulencia política deberá ser reforzado por las especulaciones del contenido de las delaciones compensadas de los ejecutivos ligados a Odebrecht", destacó.

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