Toma de rehenes en Sydney mantiene a Australia en vilo: 5 personas han logrado escapar
El primer ministro australiano hizo un llamado a la población a seguir con su vida normalmente, mientras la policía continúa las negociaciones con el secuestrador en la cafetería.
Nueve horas después de que comenzara la toma de rehenes en un café del centro de Sydney, Australia, la situación sigue sin resolverse aunque la policía ya conoce las demandas del secuestrador y está negociando una salida, señaló la subjefa policial Catherine Burn.
Burn no quiso dar detalles sobre lo que exige el hombre, ni tampoco hizo declaraciones sobre su identidad. La subjefa confirmó que cinco rehenes salieron ilesos del café de la chocolatería Lindt, pero no aclaró si fueron liberados o lograron escapar.
Primero salieron tres hombres y dos horas más tarde dos mujeres, una de ellas con un delantal del establecimiento. Uno de ellos fue llevado al hospital pero fuentes médicas indicaron que se encuentra bien.
Unos rehenes llamaron a una radio local y aseguraron que el secuestrador exige una bandera islámica y hablar con el primer ministro del país, Tony Abbott.
Según relataron, el hombre les dijo que colocó cuatro bombas, dos en el café y dos en otras partes de la ciudad, informó el Canal 10.
Burn subrayó que nadie ha resultado herido por el momento y que la policía está haciendo todo lo posible por acabar el secuestro de manera pacífica.
Por la mañana el secuestrador obligó a dos mujeres a sostener contra una de las ventanas del local una bandera negra con la "Shahada", la profesión de fe islámica. Pese a ello, las autoridades no confirmaron que el hecho tenga un trasfondo terrorista.
El área en la zona céntrica y de negocios de Martin Place se encuentra rodeada por la policía. Varios edificios fueron evacuados, pero a los trabajadores de otras oficinas se les pidió quedarse dentro y cerrar las puertas. También fueron evacuadas la embajada de Estados Unidos, situada en las inmediaciones, y la ópera de Sydney.
"Aún no sabemos si esto está motivado políticamente, a pesar de que obviamente hay algunos indicios de que podría estarlo", dijo en conferencia de prensa el primer ministro Tony Abbott.
"Australia es una sociedad pacífica, abierta y generosa. Nada debería cambiar eso y por eso urjo a todos los australianos a seguir con su vida como siempre", añadió.
Australia señaló que en septiembre, gracias a una de las mayores redadas antiterroristas de su historia, logró desarticular varios atentados al estilo del Estado Islámico. Las autoridades quitaron incluso sus pasaportes a algunas decenas de ciudadanos sospechosos para evitar que se sumaran a la milicia terrorista en Siria o Irak.
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