Tras dos años de combate con su lesión, el calvario de Ponce llega a su fin

Waldo Ponce regresó a Universidad de Chile en julio de 2012. Desde esa fecha, sólo ha podido disputar 45 minutos con la camiseta del equipo azul. A fines de febrero de ese año, el zaguero debió someterse a una cirugía en el tendón de Aquiles de izquierdo, en el hospital Quirón, de Barcelona, para reconstruirle la zona, que se dañó el 15 de noviembre de 2011, mientras defendía a Chile ante Paraguay, por las Eliminatorias.

El calvario fue largo y lleno de intentos fallidos por encontrar la recuperación  y allanar su reaparición. Incluso, se le sometió a un innovador tratamiento con células madre para regenerar el tejido y restablecer el hueso del tobillo.

Durante todo ese período, nunca existió certeza respecto del momento en que el ex defensor de Cruz Azul, de México, podría volver a las canchas.

Ponce sólo tenía una decisión tomada: insistir en su rehabilitación y volver al campo. Y hoy parece ver frutos: paulatinamente, se reincorpora a las rutinas de entrenamientos, ya realiza trabajos con balón, no siente problemas al ejecutar disparos y se ilusiona con volver. En el cuerpo médico estudiantil especifican que el defensor ha aumentado sostenidamente las cargas de trabajo. Y que, si no sufre algún contratiempo, podría volver a integrar el equipo estudiantil a fines de julio, cuando comience la próxima temporada.

"Está sometido a un régimen especial de actividades, pero realiza bastantes ejercicios y ha respondido bien a ellos. No queremos imponernos plazos, pero el objetivo es que esté para el comienzo del próximo torneo oficial. Creemos que es posible", dicen en el club universitario.

Entre los trabajos que Ponce ya realiza con frecuencia y normalidad figuran las prácticas de tenis-fútbol,  movimientos con balón, trote y gimnasio. Ya no experimenta dolores ni molestias, lo que aumenta la ilusión.

"Es el mejor momento físico de Waldo desde que se inició este proceso, que ha sido largo y complejo tanto para él como para todos los que han intervenido en su recuperación. Hoy, vemos que su retorno está cada vez más cerca. Pero, por la experiencia anterior, queremos evitar cualquier riesgo. No hay apuros", añaden en el cuerpo técnico azul.

Paralelamente, Ponce comienza a reencantarse con el fútbol. Ha vuelto al estadio, del que se había alejado para evitar el asedio y las preguntas acerca de su regreso. Y disfruta de pequeños estímulos. Como volver a ponerse zapatos de fútbol, sin temor a las molestias que sentía cuando la esperanza de volver parecía diluirse.