Tres visiones sobre la crisis independentista en Cataluña
Hace una semana, 2,2 millones de catalanes votaron en el referendo sobre la independencia de Cataluña. Según el gobierno catalán, el 90% se pronunció a favor de la secesión. La consulta, ilegal según Madrid, ha generado una creciente polarización en España. El martes, las autoridades catalanas podrían declarar la independencia.
Ferran Pedret, Diputado del Partido Socialista catalán:
"El PP ha sido incapaz de ofrecer algo interesante para los catalanes"
Cristina Cifuentes
El Partido Socialista catalán presentó el recurso ante el Tribunal Constitucional para que se anulara el pleno de mañana. Sin embargo, el presidente Carles Puigdemont comparecerá el martes. ¿Qué se espera que ocurra en esa jornada?
El pleno que se celebrará el martes es distinto al que el Tribunal Constitucional suspendió y que estaba convocado para mañana. La diferencia básica es que en la solicitud de comparecencia que se hacía para ese pleno había una mención expresa a una ley, que está suspendida por el Tribunal Constitucional, concretamente a un artículo que implicaba dar el efecto a los resultados de esa consulta del 1 de octubre, darle el efecto de una declaración unilateral de independencia. En cambio, para el martes el presidente de la Generalitat de Cataluña simplemente ha solicitado comparecer para valorar la situación política actual. Otra cosa es que sepamos que existe la intención de la mayoría independentista de proceder algún tipo de declaración unilateral de independencia. Eso, seguramente, nos lo vamos a encontrar el martes.
Ustedes, en el partido, ¿cómo calificaron la consulta del domingo 1 de octubre?
Fue una extraordinaria movilización ciudadana, pero en ningún caso fue un referendo. No reúne ninguna de las características para poder ser considerado un referendo válido, vinculante. Por lo tanto, está muy bien constatar -una vez más- que hay amplios sectores de la sociedad catalana que tienen un fuerte deseo de formar un Estado catalán independiente. Pero incluso creyendo las cifras que proporciona esa organización del referendo, que no alcanzan ni el 36% del censo catalán (padrón electoral), no se puede pretender en base a eso dar un paso como es el de la secesión de un Estado democrático como es España que, con todas sus carencias, es un Estado democrático comparable a cualquiera de los de su entorno.
¿Cree que el gobierno de Rajoy ha sido indiferente ante los reclamos de Cataluña?
Efectivamente nos parece que en determinados círculos de poder en Madrid y especialmente en la derecha madrileña, existió durante mucho tiempo una convicción de que esto no respondía a un proceso social real, sino que era una pura manipulación de las elites locales y que terminaría en nada. Y de ahí, seguramente, el quietismo absolutamente torpe del gobierno del Partido Popular, incapaz no tan solo de articular algún tipo de oferta política que pudiera ser interesante para la amplia mayoría de la ciudadanía de Cataluña, sino que también ha sido incapaz de articular un diálogo, una negociación política con las instituciones catalanas, en este momento gobernadas por un partido independentista. Y nos encontramos ahí con un gobierno incapaz, que la única respuesta que ha dado a todo lo que está pasando es la estricta aplicación de la ley. Evidentemente, para que la solución que encontremos sea democrática tiene que encontrar cauce en la ley. Pero no se puede solucionar lo que está pasando en Cataluña solo con la aplicación de la ley, hay que llegar a algún tipo de marco de diálogo.
¿Cuál es la solución que ve para este conflicto catalán, considerando que los independentistas parecen no dar pie atrás?
Es comprensible porque han realizado una campaña muy larga de siete años y están convencidos de que tienen su objetivo muy cerca, pero deben darse cuenta de que su objetivo político con ese grado de apoyo -de entre 36% y 37%- y de una manera unilateral, es un objetivo político irrealizable. Lo que los socialistas proponemos, tanto los catalanes como los del conjunto de España, es una transformación del Estado español en una auténtica federación que acepte su carácter plurinacional y, a partir de ahí, hacer reformas en el ámbito del poder judicial, del poder ejecutivo, legislativo, para tratar de modernizar nuestra democracia.
Charles E. Ehrlich, Historiador y miembro del Wolfson College en la U. de Oxford:
"Cataluña no ha preparado nada para el día despuéde la independencia"
Fernando Fuentes
¿Cómo visualiza la situación en España si Cataluña declara su independencia?
Me cuesta ver cómo esto puede terminar bien para España como democracia. El gobierno de Mariano Rajoy, pero también los partidos de oposición en Madrid, quisieran ver esto como un asunto de derecho fundamental, resuelto fácilmente dentro de la Constitución de 1978. Esta fue un documento político, no jurídico. Dejó muchas cuestiones intencionalmente abiertas o internamente contradictorias. El siguiente paso lógico - nuevamente utilizando la Constitución como herramienta política - sería activar el artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía de Cataluña y gobernar por decreto desde Madrid. Esto podría incluir arrestos masivos de funcionarios del gobierno catalán y otras medidas de represión sobre los derechos democráticos fundamentales, utilizando la fuerza cuando sea necesario si la población de Cataluña no cumple o se somete. Esto no es ni democrático ni sostenible, y mientras tanto aumentaría aún más el apoyo a la independencia.
¿Considera la independencia de Cataluña viable?
En teoría, sí. En un mundo globalizado moderno, cualquier país podría ser viable, si permanece abierto al mundo y el mundo permanece abierto a él. En realidad, creo que España haría que Cataluña no fuera viable. Si cierra su frontera y Francia y los demás países de la UE hacen lo mismo, los catalanes no podrán viajar ni comerciar. Sus códigos bancarios y de tarjetas de crédito no funcionarán fuera de Cataluña, aislándolos de los mercados financieros globales. Un aeropuerto de Barcelona sin acreditación y un puerto bloqueado cortaría aún más el contacto de Cataluña con el mundo hasta que el gobierno catalán capitulara. Una declaración de independencia es el final de un proceso, no un comienzo. Es fácil declarar la independencia, pero no es fácil lograrlo, con muchas cuestiones técnicas y una necesidad de reconocimiento internacional. Por ejemplo, para la declaración de independencia de Kosovo de 2008 (hecha sin referéndum) se coordinó con importantes partes amigas de la comunidad internacional (y antes de que ocurriera todo) desde códigos bancarios, gestión aeroportuaria, hasta teléfonos móviles para permitir que el nuevo Estado funcionara al día siguiente de la independencia, incluso sin el reconocimiento de Serbia ni la pertenencia a organismos de la ONU. Cataluña no ha preparado nada de esto.
¿Qué opina de las actuaciones de Rajoy y el rey Felipe VI en esta crisis?
En el último mes, Rajoy podría haber optado por declarar el referéndum inválido, y simplemente lo ignoró. Esto no habría resuelto la crisis, pero al menos no la habría escalado aún más. Las acciones de Rajoy pueden incrementar su popularidad en España, fuera de Cataluña, donde el sentimiento anticatalán se mantiene alto. Si es así, ha hecho un juego cínico por el poder a expensas de España. En el caso del rey, se espera que sea el jefe de Estado no político que sirve a todos los ciudadanos españoles, pero sus observaciones podrían haber sido un guion de Rajoy. Perdió la oportunidad de impulsar a sus súbditos catalanes a renovar los esfuerzos para encontrar soluciones dentro de España. Y al hacerlo empeoró la crisis.
¿El caso de Cataluña puede fomentar una ola independentista en la UE?
No. Cada caso es único, y no hay lugar a circunstancias similares a las de Cataluña.
Jordi Sendra, Diputado de Junts pel Sí:
"Necesitamos urgente la mediación internacional para darle valor al 1/O"
Cristina Cifuentes
¿Qué se puede esperar para el pleno del martes?
Me gustaría explicar antes que un pleno del Parlamento de Cataluña que no estaba ni tan solo convocado ha sido impugnado por el Tribunal Constitucional. El pleno no se hace mañana porque el Tribunal lo ha prohibido. Ha prohibido que los representantes del pueblo de Cataluña se reúnan en el sitio donde tienen que reunirse que es el Parlamento de Cataluña, entonces lo que hace el presidente (Carles Puigdemont) es decir: "si no podemos hacer el pleno, pido poder comparecer ante el Parlamento". Y es lo que va a hacer el martes.
¿Se va a declarar la independencia ese día?
Nosotros tenemos una ley, que es la del referendo, que explica claramente qué es lo que tiene que pasar. En todo caso, es cierto que el presidente Puigdemont está muy comprometido con el objeto de este referendo y de todo lo que se ha acordado en el Parlamento de Cataluña, pero necesitamos urgentemente la mediación internacional. Entonces se pide que los países del mundo, la Unión Europea, que se ofrezcan de mediadores ante esta situación. Lo que hará el martes es explicar cómo ha ido todo y a partir de aquí veremos lo que pasa.
En el caso de que pudieran conversar con el gobierno español, ¿qué estarían dispuestos a aceptar?
Nosotros vamos a negociar lo que convenga, siempre pensando en la decisión que los ciudadanos de Cataluña tomaron el 1 de octubre y en que no vamos a dar ningún paso atrás. Se trata de hacerlo bien a los ojos del mundo y por lo tanto la mediación no la pedimos para sentarnos a hablar de una mejora en la economía, en la autonomía, en el respeto hacia la lengua catalana, sino que se trata de hablar para ponerle un valor al resultado del 1 de octubre y las decisiones que se tienen que tomar al respecto. Es decir, en ningún caso es un paso atrás.
¿Estarían dispuestos a realizar otro referendo pactado por el gobierno español?
No lo sé, nosotros dijimos que haríamos el referendo, dijimos que lo haríamos con todas las garantías. Si era impedido, si este referendo no se llevaba a cabo con todas las garantías, ha sido por el gobierno de España con la represión policial del 1 de octubre. Por lo tanto, ¿un nuevo referendo pactado? No lo sé. Nuestro referendo es el del 1 de octubre. Si de esta mediación sale otro referendo, sin duda alguna, el presidente de Cataluña, los diputados y el gobierno lo valoraremos seriamente, pero reitero: no va a ser un paso atrás, porque al fin y al cabo es el compromiso que adquirimos como ciudadanos de Cataluña.
¿Cómo evalúa el discurso del Rey Felipe VI?
Había muchas personas que esperaban con ansia el discurso del rey. Pensando que se iba a dirigir a todos los ciudadanos del Estado español, que se iba a dirigir a aquellas personas que por ejercer su derecho a voto habían sufrido la represión brutal de la Guardia Civil y la Policía Nacional y el rey hizo un discurso dirigiéndose a todo el mundo menos a los catalanes. Se manifestó fijo en su posición: Constitución, Constitución, Constitución. Ni un mínimo respeto a lo que había pasado el 1 de octubre, a la represión del 1 de octubre, a una propuesta de diálogo. Y en este sentido, muchas personas que lo esperaban con ansias, con esperanza, los acabó por defraudar. Y, por eso, al día siguiente hubo muchas personas que no hubieran salido en otras circunstancias a la calle y salieron a hacer la parada que se hizo en todo el país. Porque parecía un escándalo que el jefe del Estado, a quien por cierto tiene que decirse que nadie lo ha votado, se pusiera tan descaradamente de una parte en lugar en nombre de todos los españoles. Entonces, si el rey podía ayudar, pues no lo hizo. Si tenía alguna carta escondida para poder fomentar el diálogo, la negociación y la mediación, pues no la sacó. Los ciudadanos de Cataluña no nos sentimos representados por ese rey que no habla de nosotros, que no cuenta lo que pasó el día 1 de octubre.
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