Trump visita Puerto Rico y minimiza daños tras paso de huracán María
El Presidente de EE.UU. contrastó la situación de la isla con Katrina (2005). El 93% de los puertorriqueños está sin luz y el 55% sin agua potable.
"Nos había llegado la luz el viernes y se nos fue hace una hora", cuenta al teléfono Amaridys Sánchez, funcionaria del San Jorge Children's Hospital, en San Juan. La situación en la que se encuentra ese centro médico no es una excepción en Puerto Rico. Según el gobierno, cerca del 93% continúa sin suministro eléctrico, sólo el 45% tiene agua potable, mientras que el 88% de las antenas de celular no están operativas desde el pasado 20 de septiembre, día en que el huracán María azotó a la isla y al Caribe.
En medio de este complejo escenario y una creciente tensión interna Donald Trump visitó este Estado Libre Asociado a EE.UU. desde 1952. El Presidente aterrizó en la Base Aérea Muñiz, cercana a la capital a las 11:40 para reunirse con autoridades, víctimas y socorristas puertorriqueños, y sobrevolar la zona afectada por el huracán. De todos modos lo hizo con gran resguardo y diálogos breves.
"Pueden estar muy orgullosos de toda su gente y todos los que han trabajado en conjunto", dijo en compañía de su esposa Melania Trump, y luego de ser recibido por el gobernador Ricardo Rosselló.
Pero también Trump intentó minimizar la catástrofe en Puerto Rico, al comparar la devastación provocada por María con el huracán Katrina de 2005. "Cada muerte es un horror, pero si miramos una catástrofe real como Katrina y nos fijamos en los cientos y cientos de personas que murieron (1.836) y vemos lo que pasó aquí con una tormenta que fue totalmente abrumadora... ¿cuántos muertos tienen ustedes?... 16 contra miles", dijo. De todos modos, el mandatario agradeció las labores hechas por las autoridades y socorristas locales.
El objetivo de la visita del Presidente estadounidense era tranquilizar a los residentes y asegurarles que su administración está comprometida con la recuperación de Puerto Rico, tras el paso del peor huracán en 90 años.
Trump aprovechó también de acallar las críticas que ha recibido por parte de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz, quien lo acusó de indiferencia frente a la crisis humanitaria. Ambos cruzaron apenas un saludo.
En esa línea, Trump sostuvo que la catástrofe ha afectado el presupuesto de Estados Unidos: "Odio decirlo Puerto Rico, pero ustedes han dejado nuestro presupuesto un poco fuera de control porque hemos gastado mucho dinero en Puerto Rico", dijo, a lo que agregó que "eso está bien, hemos salvado muchas vidas".
Ayuda
Durante la visita, que se extendió por cerca de cinco horas, Trump también asistió -aunque por no más de 15 minutos- a la iglesia Calvary Chapel en Guaynabo, centro de acopio en el cual se encontraban cerca de 200 refugiados que fueron transportados especialmente al lugar ante el arribo del mandatario norteamericano.
En ese lugar, Trump repartió arroz y lanzó papel higiénico a la multitud. Pero a esa altura, el viaje ya estaba empañado por la comparación con Katrina.
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