Túnez: la revolución que no termina
Mientras arrecian las revueltas en Libia, el país en el que se inició la ola de levantamientos continúa en pleno conflicto. Este domingo, dimitió el primer ministro interino.<br><br>
Además de continar en Libia, las revueltas en el mundo islámico se reavivaron este domingo en Túnez, país donde comenzó la ola de manifestaciones hace apenas dos meses y medio.
Tras las intensas protestas de los últimos días, este domingo, el primer ministro interino del país magrebí, Mohamed Ganouchi, anunció su dimisión a través de un discurso emitido por la televisión estatal.
El abandono del poder el pasado 15 de enero del ex presidente Zine al Abidine Ben Ali –quien había gobernado el país durante 31 años– no resultó suficiente para calmar los ánimos de los opositores tunecinos.
A pesar de las promesas de reforma democrática del gobierno interino, las protestas masivas continuaron y las demandas de los manifestantes eran, sustancialmente, las mismas: el abandono del primer ministro, la formación de un nuevo gobierno y la aprobación de una nueva constitución.
La dimisión de Ganouchi, quien en un largo discurso defendió su breve gestión, cumplió, al menos, con la primera de esas exigencias.
"NO ESTOY HUYENDO DE LA RESPONSABILIDAD"
"Decidí dimitir como primer ministro. No estoy huyendo de la responsabilidad. Esto lo habo para abrir el camino a un nuevo primer ministro. No estoy preparado para ser la persona que tome decisiones que causan víctimas. Esta decisión servirá a Túnez, a la revolución y al futuro del país", aseguró Ganouchi.
A lo largo de los tres últimos días, las fuerzas de seguridad y los manifestantes antigubernamentales se enfrentaron en las calles de la capital tunecina, donde horas antes del anuncio del primer ministro, la policía intentó dispersar a grupos de jóvenes con gases lacrimógenos y tiros al aire.
"Los disturbios se iniciaron después de que los manifestantes comenzaran a lanzar piedras contra los edificios cercanos. Rompieron varias ventanas y la policía cargó contra ellos. Las escenas siguientes fueron brutales", señaló Paul Moss, corresponsal de la BBC en Túnez.
Según el relato del periodista de la BBC, "Varias personas fueron detenidas y golpeadas sin piedad". "Vi cómo arrastraban a uno de los golpeados inconsciente. En los últimos días cuatro manifestantes murieron".
TAMBIEN EN OMAN
Pero además de Túnez, las protestas violentas llegaron este domingo, por primera, vez al sultanato de Omán, al sureste de Arabia Saudita, donde dos manifestantes murieron en enfrentamientos con la policía en la ciudad industrial de Sohar, en el norte del país.
La semana pasada se habían desarrollado algunas protestas de carácter pacífico en la capital, Mascate, en las que se habían exigido reformas políticas al gobierno del sultán Qabus Bin Said.
En cambio, durante los dos últimos días, la tensión en Sohar fue creciendo hasta desembocar en enfrentamientos abiertos.
"Los manifestantes piden mejoras en los salarios, una subida en las pensiones, que bajen los precios de los alimentos y que se ponga freno a la corrupción", indicó Owen Bennett Jones, corresponsal de la BBC en el Golfo Pérsico.
En respuesta al descontento social, el gobierno de Omán anunció este sábado un cambio de gabinete.
En las últimas semanas, numerosos analistas coincidieron en señalar que Omán era uno de los países árabes con menos probabilidades de experimentar un movimiento masivo de protestas.
"Este domingo, el sultán Bin Said, quien ha gobernado el país durante los últimos 40 años, tomó conciencia de que no es inmune a la ola de revueltas", destacó Bennett Jones.
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