Turquía pide a la OTAN activar radares antimisiles y apuntarlos hacia Siria

El gobierno turco pidió hoy a la OTAN activar radares antimisiles de la base de Kurecek y apuntarlos hacia Siria, en medio de una hostilidad que crece con Damasco tras la interceptación el miércoles pasado de un avión de línea sirio en el espacio aéreo de Ankara.

El pedido a la OTAN se enmarca en la decisión turca de potenciar su propio dispositivo militar en la frontera en caso de conflicto, informó el diario Sabah.

Asimismo, el periódico Hurriyet reportó hoy que en los últimos días el gobierno de Ankara redobló el número de taques -hasta 250- presentes en la frontera y que tiene 70 cazas en las bases aéreas cercanas al límite con Siria, en Diyarbakir y Malatya. 

El diario Turkiye sostuvo a su vez que no se trata de preparativos para una ofensiva contra Siria, sino de medidas de "prevención".

La activación de los radares de Kurucek, cercano a Malatya,  que forman parte del "escudo antimisiles" de la OTAN, debe permitir individualizar rápidamente un ataque hipotético con misiles sirios y de tomar medidas para interceptarlos, según Sabah.

De acuerdo con Turkiye, las fuerzas turcas a lo largo de la frontera están en estado de alerta tras una semana de intercambios de disparos de morteros entre ambos países.

Por otro lado, dos jet turcos despegaron después del bombardeo de helicópteros sirios contra la ciudad de Azmarin, a poca distancia de la frontera con Turquía, refirió la televisión Sky News.

En Azmarin está en curso desde hace días una ofensiva del ejército gubernamental. 

LIBANO
Las consecuencias del conflicto armado sirio no sólo se extienden a la frontera turca sino también a aquella con Líbano, pues diez misiles lanzados por jet militares de Damasco durante un ataque contra rebeldes fallaron el blanco y cayeron hoy en el Valle de la Bekaa, cerca del confín. 

Los misiles cayeron en una zona deshabitada cerca del poblado de Tufail y no se reportaron víctimas.

Turquía y Siria viven un clima de tensión desde hace una semana, cuando un proyectil de mortero lanzado desde territorio sirio mató a cinco civiles turcos, ante lo cual las fuerzas militares de Ankara incrementaron su presencia en la frontera y atacaron objetivos en el norte de Siria. 

RUSIA
La tirantez se agudizó esta semana, cuando Damasco acusó a Ankara de "acto de piratería" por obligar a un avión que viajaba desde Moscú a Damasco aterrizar en Ankara, ante lo cual también Rusia exigió explicaciones.  El primer ministro turco, Recep Tayyip Ergogan, afirmó el jueves que en la aeronave había "municiones rusas", una versión que fue negada de manera rotunda por Moscú. 

Rusia bloqueó junto con China tres resoluciones de condena contra Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU, mientras Turquía respalda a los combatientes opositores sirios. 

El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo hoy que a bordo del avión sirio interceptado en Turquía no había armas sino un cargamento "legal" de equipamientos para instalaciones de radar.

Las declaraciones del ministro fueron citadas por la agencia Ria Novosti. "No tenemos secretos", sostuvo el jefe de la diplomacia rusa, en declaraciones citadas por la agencia Ria Novosti. 

El diario Kommersant reportó hoy que elementos de radares rusos para las baterías antiaéreas sirias se hallaban en el avión de línea sirio, proveniente de Moscú. 

En el Airbus A320 se hallaban 12 contenedores con los elementos de los radares rusos destinados a equipar el sistema sirio de defensa antimisiles, dijeron fuentes de la industria de la exportación de armas rusas al periódico. Las mismas fuentes negaron que se trate de armas y que ese material requiera de autorizaciones especiales o controles aduaneros.

Además, excluyeron riesgos para la tripulación y los pasajeros.  "No hemos violado ninguna ley internacional", dijo otra fuente citada por el diario.

Un responsable de Rosoboronexport, el monopolio estatal para las exportaciones de armas, aseveró que a bordo del avión "no había mercadería de nuestra pertenencia".