TVN estrena documental con el ayer y hoy de Jorge González

Tal como esa noche, de pronto todo adquirió otra dimensión. El 27 de noviembre de 2015, Jorge González apareció por primera vez en un escenario tras el infarto isquémico cerebeloso diagnosticado en febrero de ese año, en un Movistar Arena conmovido frente a la escena de un artista que siempre pareció invencible, pero que ahora cantaba con dificultad y apenas podía coordinar su cuerpo. Una experiencia irrepetible, ni antes ni después hubo un concierto igual en el país.

Fue lo mismo que experimentó José Edwards, productor ejecutivo de TVN, quien había firmado un acuerdo para grabar el espectáculo y emitirlo posteriormente por la señal, sobre todo ante la maratón de figuras que lo acompañaron durante esa velada, como Beto Cuevas, Alvaro Henríquez, Gepe, Javiera Mena, Roberto Márquez y, sobre todo, Miguel Tapia, con quien por algunos minutos revivió la magia de Los Prisioneros.

"Con todos esos elementos me di cuenta que quedábamos cortos si emitíamos sólo el recital. Fue tan potente lo de ese día, había tanta gente emocionada, y como eran los músicos más importantes de Chile dándole la bienvenida a Jorge en un momento difícil, le propuse a TVN hacer un documental, una suerte de tributo en vida", detalla Edwards.

Y el proyecto finalmente adoptó otra forma y se convirtió en Jorge González: El viaje de vuelta, uno de los más interesantes y sólidos registros audiovisuales que se han realizado del cantautor, y que se estrenará el domingo 5 de noviembre en horario prime.

Una producción cuyo valor radica en la precisa labor de montaje entre secuencias del pasado -entrevistas de archivos de TVN o Teleanálisis, en que González luce veinteañero, agudo e ingenioso- y grabaciones del presente, el backstage del show de hace dos años, donde el sanmiguelino es el reverso de su yo juvenil, una figura en las sombras, un hombre atrapado en una enfermedad que nunca más le permitirá estar en igualdad de condiciones frente a sus contemporáneos. Gran parte de estas últimas son imágenes que nunca habían salido a la luz, como aquel fraterno abrazo en camarines que hermana a Cuevas, Henríquez y Claudio Parra, de Los Jaivas, tres vértices esenciales del cancionero nacional.

Todo hilvanado por una serie de entrevistas a personajes vinculados en algún punto con la trayectoria del sanmiguelino, como Gonzalo Yáñez, Juanita Parra, Manuel García y Alfredo Lewin, junto a otros más anónimos, como Francisco Straub (uno de los productores de La voz de los 80) y Carlos Moena (realizador de videoclips).

En ese viaje entre ayer y hoy, el documental -dirigido por Alejandra Artigas, al mando de espacios en la red pública como Puro Chile y Apuesto por ti- parte con el remezón que significó para el país el irreversible cuadro de salud que golpeó al hombre de Sexo en plena gira por el sur. "Estaba enamorado, contento y se le diagnosticó esto", dice en pantalla uno de sus amigos, Pedropiedra.

Después, un salto en casi tres décadas para recorrer el material de archivo que, por momentos, obsequia pasajes notables. Por ejemplo, hay un fragmento del programa Hablemos de televisión, donde Sergio Livingstone le pregunta por la inspiración tras Tren al sur. "Es una canción que habla del desamor. Yo fui amante, que es lo más raro que le puede pasar a uno, no se lo recomiendo a nadie de los que nos están viendo", cuenta en torno a uno de los hits facturados a partir del triángulo amoroso que protagonizó con Claudio Narea. Pero lo sorprendente no es que González sincere su costado más desdichado frente a miles de televidentes: lo singular es que justo sentados al lado de él, como otros invitados al programa, como testigos de esa revelación, están Don Francisco y Raquel Argandoña, personalidades como pocas situadas en las antípodas del músico.

En otra secuencia, se muestra su reacción en torno al hito que significó que We are sudamerican rockers inaugurara las transmisiones de MTV Latinoamérica. "Lo que más me daba alegría era pensar en la lata que le debe haber dado a Soda, Fito y toda esa gente", expresa. Acto seguido, está la respuesta de Gustavo Cerati: "Es sólo televisión".

Dentro de las entrevistas, la más significativa la protagoniza su hijo mayor, Antonino González Salas, cuya estilo para hablar luce un sorprendente parecido con el de su padre y quién entrega detalles de su estado de salud. "Él no estaba estresado", puntualiza en torno a los días previos al colapso.

Para Artigas, estas voces cumplen uno de los propósitos del trabajo: exhibir la faceta más humana y diversa del intérprete, sin hacer demasiado foco en las controversias que lo perpetuaron como un artista en ebullición permanente. "Por ejemplo, no está la imagen ícono de cuando bota los micrófonos en la conferencia. No quisimos explotar lo polémico, sino que lo inteligente que llegó a ser alguien que empezó a dar entrevistas cuando tenía 20 años, y siempre se mostró elocuente y adelantado a su época", agrega.

En ese sentido, El viaje de vuelta tampoco concentra el relato en la enfermedad del músico. Sólo hay menciones puntuales arrojadas por sus amigos, quienes cuentan que hoy sólo puede hacer música con una mano y que ya no puede cantar, lo que lo ha obligado a casi recitar sus composiciones.

Los mismos productores intentaron que González hablara para la iniciativa, pero su actual condición lo impidió. Como consuelo, el autor fue hace unos meses a las dependencias de TVN para ver el documental y quedó fascinado: según sus cercanos, lo sintió como un homenaje en vida a un pasado que todavía brilla.