Two and a Half Men: Llega el último ciclo de una de las sitcoms más exitosas
Mañana se estrena la duodécima y final temporada de la comedia que emite Warner Channel.
Doce años es mucho tiempo. Sobre todo, en años televisivos. Es el tiempo suficiente para alzarse como una de las comedias más vistas de la televisión moderna, y volver a caer. De tener al actor mejor pagado de la pantalla chica, a reemplazarlo por una de las estrellas más reconocibles de Hollywood. De tener ratings que superaban los 15 millones de espectadores en Estados Unidos a bajar de los diez.
Mañana a las 23:30 horas, por Warner Channel, llega la temporada número 12 y final de Two and a half men, la serie del exitoso productor Chuck Lorre (ver recuadro). Para quienes perdieron el ritmo de la comedia durante los últimos años, el programa puede resultar casi irreconocible: la historia sobre Alan (Jon Cryer), el divorciado hermano de Charlie (Charlie Sheen) que llega a vivir con éste tras quedarse sin hogar, y que trae consigo a su hijo Jake (Angus T. Jones), ya fue prácticamente olvidada, con estos dos últimos fuera de la sitcom, y Sheen siendo reemplazado por Ashton Kutcher desde 2011.
Durante sus ocho primeras temporadas, la serie gozó de altas audiencias, además del respaldo de la crítica, que le entregó a Cryer un Emmy a Mejor Actor Secundario en 2009. Pero las cosas cambiaron a comienzos de 2011. Un año después de haber firmado un contrato por dos temporadas más, y haberse transformado en el mayor sueldo en la historia de la televisión con 1,8 millones de dólares por capítulo, Charlie Sheen abandonó el programa en una mediática disputa con Lorre, que significó su despido, en una época donde su polémica vida de excesos estaba nuevamente tomándose los tabloides.
En mayo de ese año fue anunciada la incorporación de Kutcher como Walden Schmidt, un millonario que llegaría a hacerse cargo de la costosa casa de Charlie que (casualmente) murió en un accidente, y deja a Alan y Jake vivir con él. El escándalo que pudo haber terminado la serie, se transformó en un inesperado segundo aire: el debut de la novena temporada y de Kutcher se transformó en el episodio más visto en la historia del programa, con casi 29 millones de espectadores en Estados Unidos. Además, sus dos protagonistas adultos mantuvieron el trono de los mejor pagados de la pantalla chica: 750 mil dólares por capítulo para Kutcher y 600 mil para Cryer (el récord lo batió este año el elenco de The big bang theory, otra serie de Lorre).
Pero desde entonces, el éxito comenzó a declinar. Las críticas fueron regulares y el rating se fue desplomando progresivamente hasta la temporada 11, donde llegó a sus audiencias más bajas, bordeando los ocho millones de personas. Además, Angus T. Jones llamó a los fanáticos a no mirar más la serie, ya que iba contra sus nuevas creencias religiosas. No volvió al ciclo siguiente.
En ese contexto, se decidió que la duodécima temporada bajaría el telón. Una última oportunidad para cerrar la turbulenta historia de una de las comedias más exitosas de los últimos tiempos.
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