Una larga lista de malos recuerdos en la Fórmula Uno

El accidente del piloto francés se une a varios hechos lamentables ocurridos en el pasado.




La colisión de Jules Bianchi se suma a una extensa lista de accidentes graves que, durante el último tiempo, han bajado en cantidad, pero no en espectacularidad o gravedad.

El último de ellos fue el que le sucedió a Felipe Massa. En Hungría 2009, un resorte suelto del auto de Rubens Barrichello impactó a gran velocidad en el casco de "Felipao", quien quedó inconsciente en el acto y se estrelló contra una barrera. Sufrió fractura de cráneo y estuvo días en coma inducido.

Mejor le fue a Robert Kubica. El polaco en Canadá 2007 se estrelló a 280 km/h tras salirse de pista. Su BMW casi se desintegró por el golpe, pero el piloto nunca perdió la conciencia y terminó apenas con un tobillo esguinzado. Pero sus accidentes siguieron y en 2011 casi muere en un rally en Italia.

El riesgo de accidentes en la F1 no sólo abarca a pilotos. También en Canadá, pero en 2013, un comisario falleció al ser atropellado por una grúa que retiraba el auto chocado de Esteban Gutiérrez.

Pese a esto, los accidentes han bajado en proporción a los primeros años de campeonato. De hecho, la última vez que un piloto murió en un accidente fue Ayrton Senna en San Marino 1994, un día después del deceso de Roland Ratzenberger en la qualy.

En tests también han ocurrido accidentes. El más recordado es el de la española María de Villota, probadora de Marussia, mismo equipo de Bianchi, quien en 2012 chocó contra un camión estacionado en una prueba. La hispana falleció un año después por las secuelas del hecho, justamente cuando se corría el GP de Japón, tal como ahora.

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