Ventas al exterior de China crecen por debajo de lo esperado en agosto
Según los datos de la Administración General de Aduanas (AGA), las exportaciones chinas aumentaron un 2,7% en agosto respecto al año anterior y alcanzaron los US$177.970 millones, un ligero incremento en contraste con la subida del 11,3% registrada el pasado junio.<br>
Las ventas al exterior de China, el principal exportador del mundo, crecieron por debajo de lo esperado en agosto, según unos datos oficiales divulgados hoy que alimentan la preocupación en torno a la segunda economía mundial.
Según los datos de la Administración General de Aduanas (AGA), las exportaciones chinas aumentaron un 2,7 por ciento en agosto respecto al año anterior y alcanzaron los 177.970 millones de dólares estadounidenses, un ligero incremento en contraste con la subida del 11,3 por ciento registrada el pasado junio.
El descenso es aún más notable si se compara con el mes de mayo, que contó con una subida cuatro décimas superior a la de junio.
Recientemente, el Gobierno chino anunció una serie de medidas para estimular las ventas al exterior, incluidas una serie de deducciones fiscales.
Además, el sistema bancario chino ya esperaba promover las ventas al exterior al permitir que la moneda nacional, el yuan, se depreciara en torno a un 1 por ciento con respecto al dólar en los últimos meses.
Algunos analistas insisten en que la causa principal de la merma en las exportaciones es la crisis de deuda que arrastran sus principales socios comerciales (la UE y EEUU, en primer y segundo lugar, respectivamente).
Así, el comercio con la UE cayó un 1,9 por ciento en el primer semestre de 2012, en contraste con el pasado año, mientras las transacciones con la primera economía mundial repuntaron un 9,6 por ciento en ese mismo lapso, un aumento mucho menor al del 20 por ciento que se llegaba a alcanzar en años anteriores.
En consonancia con el frenazo de las ventas al exterior, las importaciones cayeron en agosto por tercer mes consecutivo hasta el 2,6 por ciento respecto al mes anterior, y el superávit comercial subió de forma moderada alcanzando los 26.660 millones de dólares, más de 1.000 millones por debajo que en julio.
Estos últimos datos se conocen apenas un día después de que salieran a la luz otras cifras poco alentadoras para la economía del gigante asiático, entre ellas la subida del 2 por ciento interanual del índice de precios al consumo (IPC) durante agosto y la ralentización del crecimiento de la producción industrial.
Mientras se teme que el repunte de la inflación complique la puesta en marcha de medidas de estímulo, el gobierno busca compensar el lento ritmo de la producción industrial (que con un 8,9 por ciento interanual registró en agosto su crecimiento más bajo desde mayo) con inversiones en nuevos proyectos de infraestructura.
Haciendo hincapié en este aspecto, el presidente Hu Jintao remarcó el pasado fin de semana durante su intervención en el Foro de Cooperación Asia-Pacífico en Vladivostok (Rusia) que "fortalecer el desarrollo de la infraestructura es clave para promover la recuperación y alcanzar un desarrollo estable y sostenible".
"Los gobiernos -añadió- deberían dar un papel importante a la construcción de infraestructura y aumentar su financiación".
En la última semana, las autoridades chinas han dado a conocer que el país desembolsará 800.000 millones de yuanes (127.000 millones de dólares) en proyectos de infraestructura, incluidas nuevas líneas de metro y de tren.
El enfoque en desarrollar la infraestructura y fomentar la demanda interna se produce en un momento delicado para la potencia asiática, que está de camino a crecer en su ritmo más lento de los últimos trece años, después de seis trimestres consecutivos de decrecimiento, cuando se prepara para el cambio decenal de liderazgo.
El nuevo gobierno tendrá que hacer frente al reto de cómo aumentar la demanda interna en el actual modelo chino en pleno temor de que el lanzamiento de medidas estimuladoras, como el aumento del crédito y la inversión, conduzcan a una burbuja financiera e inmobiliaria al estilo de la occidental.
Para algunos analistas, el descenso del ritmo del crecimiento (de los dos dígitos en los pasados años al menos del 8 por ciento actual) se debe a una situación cíclica y coyuntural, por lo que recomiendan acciones a medio plazo al ejecutivo.
Para otros se debe a un problema estructural que trasciende a las raíces del sistema chino.
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