El video de un avión Hawker Hunter gana el Premio Mavi de Arte Joven

Se construyeron casi dos mil unidades entre 1950 y 1960, en el Reino Unido, y además de ser utilizados por la Royal Air Force, los aviones caza Hawker Hunter sirvieron a por lo menos 19 fuerzas aéreas de países como Arabia Saudí, Irak, Emiratos Arabes, Singapur y Suiza. En Chile fueron conocidos por el rol clave que tuvieron el 11 de septiembre de 1973, cuando varios Hawker Hunter pertenecientes a la Fach bombardearon el Palacio de La Moneda. Esa imagen que está en el imaginario colectivo de los chilenos es a la que apela la obra Hawker Haunted del artista Cristóbal Cea, ganador del primer lugar en el Premio Mavi Minera Escondida de Arte Joven Contemporáneo.

Se trata de un video animación en 3D donde se ve un Hawker Hunter planeando a velocidad crucero, durante una hora, con la cabina totalmente cubierta por una tela negra. Sin poder ver, el avión no puede atacar. "Sabemos que este fue uno de los aviones que atacó La Moneda, y con este paño que lo tapa hay un intento de cambiar esa historia", explica sobre la obra la artista Paula Salas, miembro del jurado del premio, compuesto además por María Irene Alcalde, curadora del MAVi; Paula Honorato, curadora del Museo de Bellas Artes; el artista Raimundo Edwards, y el artista paraguayo Joaquín Sánchez. "Es una pieza de una factura impecable y muy sencilla, que sin embargo tiene un simbolismo muy fuerte, porque alude a nuestra historia reciente de manera muy clara", agrega Salas.

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Puedo jugar, 1946, segundo lugar del Premio MAVI, obra de Mariaignacio Mora. Foto: Andrés Perez[/caption]

La obra de Cristóbal Cea destaca por su carga política y por ser el único video entre los 52 finalistas, en una edición caracterizada por reunir obras de temáticas diversas y soportes experimentales, donde la pintura ha quedado casi desterrada y se privilegia el trabajo manual y el uso de materiales cotidianos.

El segundo lugar recayó en Puedo jugar, 1946, de la artista de Puerto Varas Maríaignacia Mora (24), quien presentó una instalación compuesta por una caja al piso llena de arena y azúcar, sobre la que se posan ocho castores hechos en cera de abeja. La obra hace referencia a la crisis medioambiental suscitada por la plaga de castores en la Patagonia chilena.

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Instalación Eres hábitat, de Valentina Morales[/caption]

"Algo en común en la muestra es que los artistas se la están jugando por hacer lo que necesiten para montar su obra. Hay experimentos muy originales, que se alejan de los soportes y técnicas tradicionales", cuenta Salas.

Entre las obras de soporte más precario, que intentan convertir lo cotidiano en material artístico, destacan Pretensión de Nathalie Valderrama, una cartera Louis Vuitton hecha con cera y derretida en el medio; la instalación Eres hábitat de Valentina Morales, una maqueta con varias construcciones hechas con palos de fósforos, corchos y piñones; o Caicai-Vilu Kuran de José Miguel Marty, que consta de una serie de repisas en las que descansan pequeñas objetos amorfos hechos de mimbre, a partir de la técnica de cestería Lafkenche.

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Pretensión, de Nathalie Valderrama: réplica en cera de cartera Louis Vuitton[/caption]

"Nos llamó mucho la atención la seriedad con que los artistas jóvenes están haciendo su trabajo. No sólo se quedan en el efecto estético sino que toman una pregunta y la investigan en profundidad. Son obras que podrían defenderse bien en cualquier bienal o exposición del mundo", concluye Paula Salas.

Creado en 2006 con el nombre Cabeza de Ratón, el premio que ahora financia Minera Escondida se ha consolidado como una de las principales vitrinas para el arte joven local y entre sus ganadores se cuentan artistas como José Pedro Godoy, Felipe Cusicanqui y Francisca Sánchez. Los premios están dotados de dinero: el primer lugar recibe $ 3 millones; el segundo, $ 2 millones; el tercero $1 millón, y las tres menciones honrosas $ 300 mil cada una.