Virgin Galactic responde ante accidente de nave espacial turística que dejó un piloto muerto
La empresa señaló que trabajará en conjunto con las autoridades para determinar las causas de la explosión. La pérdida de la nave se suma al estallido del cohete Orbital Sciences ocurrida este martes.
La empresa Virgin Galactic, creada para proporcionar vuelos espaciales turísticos, se refirió al accidente ocurrido este viernes luego que la nave SpaceShip Two estallara, dejando a un piloto muerto y a otro gravemente herido.
"Durante la prueba, el vehículo sufrió una anomalía grave que derivó en la pérdida de la SpaceShipTwo", señaló la compañía a través de su cuenta de Twitter. "Nuestra primera preocupación es la situación de los pilotos", agregaron, aunque sin mencionar el fallecimiento de uno de ellos.
"Vamos a trabajar estrechamente con las autoridades pertinentes para determinar la causa de este accidente y proporcionar actualizaciones lo antes posible", concluyó Virgin Galactic.
Ken Brown, un fotógrafo que vio el estallido, dijo a The Associated Press que la SpaceShipTwo estalló después de que fue liberada del avión que la cargaba para alcanzar mayor altitud y la nave encendiera su cohete propulsor.
La catástrofe de este viernes fue la segunda explosión de una nave espacial en esta semana. El martes, un cohete de carga no tripulado que se dirigía a la Estación Espacial Internacional explotó poco después de su despegue en Virginia. No se reportaron heridas en el incidente pero hubo fuertes críticas sobre la política de la NASA de usar a contratistas privados en la era posterior a los transbordadores espaciales.
TURISMO ESPACIAL
Virgin Galactic ha estado a la vanguardia en la naciente industria del turismo espacial. La SpaceShipTwo, que suele ser tripulada por dos pilotos, estaba en etapa de pruebas en el desierto al noreste de Los Angeles.
Una vez que concluyera con el desarrollo de su nave Virgin Galactic haría vuelos espaciales turísticos que saldrían desde el centro Spaceport America, situado en el sur de Nuevo México, que costó US$ 250 millones de dólares.
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