Waldo Ponce: "Me costó ver a la Selección; pensaba que pude ser parte de ese proceso"

Waldo Ponce

El central de Universidad de Concepción está listo para volver a jugar, tras casi 11 meses. Aborda la espera, cómo vivió el éxito de la Roja, los cambios en la U y su incipiente faceta empresarial.




Waldo Ponce (33) está listo para volver a intentarlo. El defensor de Universidad de Concepción no juega desde el 5 de diciembre pasado, en el triunfo sobre O'Higgins por 3-1. Desde ese día, volvió a luchar contra el gran enemigo que ha enfrentado en una carrera que pudo llevarlo aún más lejos: las lesiones.

Estaba en plena recuperación de una intervención en el tendón de Aquiles derecho, que le practicaron el 4 de junio, cuando otra dolencia lo detuvo. Un desgarro en el cuádriceps de la misma pierna frenó el retorno. La espera le sirvió. En estos meses, el jugador formado en la U y quien defendió a Wolfsburgo, Vélez Sarsfield, la UC, Racing de Santander y Cruz Azul antes de llegar al club sureño, cultivó su otra faceta: la empresarial. "Estoy saliendo de un lesión muscular, en el último período de la recuperación. La próxima semana vuelvo a entrenar. Mi idea es poder ser opción esa semana, jugar algunos minutos. Y después, ir viendo. Tengo contrato hasta mayo. Depende de cómo me sienta. Puedo renovar por un año más. Puedo ser aporte aún. Pero no hemos hablado nada aún con la U de Conce", dice a La Tercera, rompiendo un largo silencio.

¿Cómo ha logrado sobrellevar este período marcado por las lesiones?

Cuesta. No es fácil salirse de lo que uno hace día a día, de los entrenamientos, del trabajo con los compañeros. He pasado cosas peores, estuve tres años fuera. Esto es mínimo, sabía que iba a pasar pronto. Es lamentable, a nadie le gusta pasarlo, pero se dio así. Ahora quiero disfrutar. Esto es lo que me apasiona. Todavía disfruto el fútbol. Me siento bien y capaz de aportar. Siempre he querido jugar hasta que esté bien, no dando pena. No me quiero perder entrenamientos, quiero hacer todo.

¿Qué se propone para la última parte de su carrera?

Lo principal es conseguir objetivos colectivos con la U de Conce, que es un club ordenado, que ha llegado a nivel internacional y que pelea campeonatos. Lo ideal sería acercarse a un título, pero hay que ser mesurado. Se proponen objetivos mesurados, no tan lejanos.

Por edad y condiciones, pudo ser parte del proceso más brillante de la Selección, ¿sufrió mucho por no haber podido participar de él?

Uno siempre está con la idea de poder estar. Tuve la mala suerte de lesionarme. Pude haber sido opción en todos esos eventos, pero ya está asumido. Me tocó la mala suerte de no ser parte de esta Selección histórica. Ahora, lo miro como hincha, lo disfruto y sufro. Igual alcancé a ser parte. Fui al Mundial de Sudáfrica y ese fue uno de los momentos más felices de mi carrera.

Usted se lesionó jugando por Chile, ¿se reconcilió con ese recuerdo?

Igual la sufrí. No fui al estadio a ver a la Selección, salvo para la Copa América que se jugó en Chile, porque me lo pidió mi hijo. Me costó ver a la Selección; pensaba que pude ser parte de este proceso. Está asumido. Todo lo que pasó fue una linda etapa de mi carrera. Ya pasó.

¿Se imaginó acompañando a Medel o a Jara en la defensa alguna vez?

Hubiese sido el líbero y jugado entre ambos. Siempre me acomodé a todos. Con Bielsa, mi puesto fue ése. Tuve la suerte de jugar con dos monstruos como Gary y Arturo (Vidal), que en ese tiempo actuaba más como central. A Chile le ha costado encontrar centrales de calidad en el último tiempo. Hay grandes jugadores a quienes les falta maduración. Todos lo vivimos. No estoy de acuerdo con que no haya. Me gusta mucho Lichnovsky, que lleva tiempo en Europa; Gary es un gran central y Roco, también. Los primeros partidos en la Selección no son fáciles. Hay recambio. El mismo Ramírez de la U tiene cosas que me gustan. Jara siempre termina jugando. No veo por qué dicen que no hay.

¿Ve muchos cambios con Pizzi respecto de Sampaoli?

Cada técnico tiene su estilo, su forma de parar los equipos. Chile tiene la suerte de una camada de gran nivel. Y le queda tiempo.

¿Qué sensación le produjo la llegada de Castañeda y Musrri a la banca de la U?

No quiero hablar de esas cosas. Ya no es mi tema. Cuando no estoy no me gusta hablar. Lo mismo de la Selección. Tengo propiedad, pero no estoy ahí. Entonces, me incomoda.

Usted es dirigido por Ronald Fuentes, quien jugó en su puesto y quien lo conoce desde pequeño. ¿Qué le ha dejado?

En toda mi carrera me ha transmitido cosas, Venía saliendo cuando estaba en la U. Fue ayudante técnico de Gustavo Huerta. Hemos estado bien cerca. Una gran persona, un gran futbolista, un referente. Lo estimo mucho. Siempre me ha dado buenos consejos. Está muy capacitado. Siempre fue un referente en todo sentido. Iba de pelotero cuando él jugaba y nunca lo vi reventando una pelota. Me decía que un central siempre tenía que hablar. Fuentes siempre ha sido un candidato natural a la banca de la U.

¿Cree que en algún momento llegará?

Quién sabe. Nadie está claro en el futuro. El fútbol es incierto.

A propósito de la U, ¿Le hubiese gustado terminar su carrera en el club?

No voy a hablar de eso. Ya pasó.

¿Cómo le fue con las canilleras con las que emprendió hace un tiempo?

Son canilleras de fibra de carbono. Soy socio con una empresa española (Blindaxe Sport). Son personalizadas, algo novedoso. Se ocupa mucho, es algo reglamentario. En la Selección está Jara, Aránguiz, Medel; en la U, varios; en la U de Conce, también. En Uruguay, el Cebolla Rodríguez, Corujo, Muslera. No es rápido, porque a la gente le da miedo invertir. Cada una cuesta 77 mil pesos y sube de acuerdo con la personalización. En Europa es más común.

¿Y ahora con las zapatillas?

Llevamos como dos meses. Es un proyecto que lo traigo hace varios años. Soy coleccionista de zapatillas y siempre quise tener mi marca. Hace dos o tres años comenzamos con Ar3a. No es fácil. Es un mundo paralelo, que tiene muchos detalles, los cueros, las plantas, las plantillas. Está caminando hace dos meses. Me gusta. El nombre está ligado al área del fútbol. Ar3a es porque siempre jugué en esa zona. Es relacionar un poco ambas actividades.

¿Cómo surge la idea de entrar a este mercado?

Tengo algunos estudios. Es una cosa personal. No hay muchas cosas para hombres como las que hago, salvo las que vienen de China y son de plástico. La fábrica está en Peñaflor. Es pequeña, pero de calidad. Hemos dedicado tiempo a hacer algo bueno. Quiero darle exclusividad. No chacrearlo, que no todos anden con la misma zapatilla.

Sus ex compañeros en la U y en la Selección le han apoyado bastante con la difusión.

Ésa es la idea. Relacionarlo con mi actividad, con mis colegas. Me han ayudado a darlas a conocer. Y les gustan, que es lo importante.

¿Tiene en mente dedicarse sólo a los negocios o proyecta seguir ligado al fútbol en alguna función?

Hay varias cosas que tengo dando vueltas. Hoy, lo principal es dedicarme al fútbol. Ya habrá tiempo para pensar en otras cosas. Nadie sabe lo que puede pasar. No me veo dirigiendo. Sí haciendo cosas con niños. Para eso hay que estudiar. Hice un año del curso de técnico. Si me dedico a enseñar, será con fundamento.

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