Ximena Ossandón: "Para la derecha liberal tal vez soy incómoda"

A dos semanas de su polémica salida del cargo, la ex timonel de la Junji afirma que tiene derecho a expresarse de acuerdo con sus convicciones religiosas y que asume su responsabilidad en los hitos que marcaron su renuncia a la repartición pública.




"Puede ser que esté más flaca... Es que esto ha sido sumamente doloroso". Dos semanas después de haber renunciado a la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Ximena Ossandón sigue "pegada" en los hitos que marcaron su polémica salida. De vuelta en su hogar capitalino, tras refugiarse unos días en Zapallar,  la   hermana  de  dos  referentes  de  RN  -Manuel José y Roberto- asume su responsabilidad en el olvido que la llevó a no repostular a su cargo a través de la Alta Dirección Pública. También ofrece disculpas por tildar de "reguleque" su sueldo de $ 3,7 millones ("sumé una palabra al vocabulario", bromea). Pero no retrocede a la hora de defender su derecho a expresarse de acuerdo con sus creencias religiosas.

"Entré a fines de mayo a la Junji. Y ahí se  me traspapeló lo del trámite de la repostulación. Me enteré en julio, en el Congreso, por parlamentarios de la Concertación. Así es que la verdad, ahí no puedo buscar ningún responsable", recuerda Ossandón, quien inmediatamente informó al titular de Educación, Joaquín Lavín, de la omisión. "Avisé al ministro y él me dijo 'vamos a ver qué pasa más adelante'. Siempre ofrecí dar dos pasos al lado, no quería ser un problema para el gobierno. Mal que mal, hay que ir asumiendo las responsabilidades", sentencia.

En ese momento, ¿el ministro le da a entender que el concurso podía quedar desierto para que usted continuara en el cargo?

No me atrevería a poner palabras del ministro sobre lo que me dijo en ese minuto. El sólo me llamó a la calma. Hay tantos otros problemas con educación. Ahora, para mis adentros, dije "en una de esas se puede declarar desierto". De verdad, no hubiera necesitado ningún pituto para haber ganado el puesto.
Pasaron seis meses y a fines de diciembre se publicó que La Moneda no tenía la intención de retenerla en el cargo. ¿Usted tenía antecedentes de eso?
No. Me enteré al igual que todas las personas que leyeron el diario. Fueron días bastante duros, porque la verdad es que no creo que para nadie sea fácil enterarse de cosas por la prensa. Hay ahí una facultad del Presidente, y creo que él incluso hoy no tiene decidido qué hacer. Me imagino que él estará buscando, más allá de las presiones políticas, una persona idónea para el cargo.

Pocos días después se produce la polémica por el Twitter sobre su sueldo, ¿en qué estaba pensando cuando escribió "reguleque"?

De todos los temas que pueden haber sido conflictivos, este es el más doloroso. Me gustaría aprovechar de pedir perdón, porque independiente de que uno no haya querido decir... Yo creo que las excusas no son válidas. Lo escrito, escrito está. Me he dedicado toda la vida al servicio público, a trabajar por las personas más necesitadas, y en el fondo ofendí a muchos chilenos. Me dolió el alma ese error. Nunca creí que mi sueldo fuera "reguleque". Fue una ironía.

¿Antes de eso ya había decidido renunciar?

Sí. De hecho, lo había comentado a mi familia. Tuve varias reuniones y uno va oliendo cómo van los vientos. Y como esto se demoró mucho tiempo, me di cuenta de que para el gobierno era una situación difícil de salvar, sobre todo porque soy hermana de Manuel José, un alcalde importante, entonces se iba a prestar para que dijeran que era "pituto".

¿Cómo vivió el día de su renuncia?

Me sentí muy mal físicamente, porque los conflictos no me gustan. Me dio una baja de presión y tuve que mojarme la cara en el baño. Recé, por supuesto. Sentí el apoyo de  mis hermanos. Ellos han sido bien sinceros. Nadie me dijo "tú estás bien y el resto está equivocado".

¿Cuándo perdió el respaldo político del gobierno?

Siempre me sentí acompañada por el gobierno, y de verdad miro a los ojos al ministro y al Presidente, porque ellos tienen claro que mi gestión fue muy buena.No sé si podría hablar de falta de respaldo político. Había un hecho concreto: las reglas son que para este cargo se participa en la ADP. Por primera vez, ¿ah? Porque ex vicepresidentas nunca lo hicieron y se protegieron con un documento de la presidenta de turno.

¿Fue el comentario en Twitter el que gatilló su salida o sus declaraciones previas, donde fijó posturas valóricas conservadoras?

Creo que algo molestó, pero no por parte del Presidente. Los principios y los valores son sumamente importantes, son materia de lucha. A mí me hacen vivir. El Presidente evaluará el día de mañana si le molestaron o no, pero para nadie es sorpresa que, efectivamente, hay algunas tendencias que están tratando de buscar una derecha liberal. No sé qué va a pasar.

¿Cree que ser del Opus Dei influyó en su salida?

Si hay algo de lo que no me arrepiento jamás nunca en la vida es ser del Opus Dei. Tal vez yo esté conversando contigo justamente por ser del Opus Dei, y tal vez no estoy hundida por ser del Opus Dei. Hay personas que optan por no referirse al tema religioso cuando están en política, pero yo no puedo desdoblarme, no puedo no decir lo que pienso. Puedo aprender a ser más prudente, pero cambiar mi pensamiento por un objetivo político, no. En la Alianza y en la Concertación hay muchas personas con valores y hay gente que se va anulando con el tiempo.

¿Se volvió incómoda para el gobierno?

Puede ser. Hay un grupo que está por una derecha más liberal y tal vez para la derecha liberal soy incómoda... Sí, para la nueva derecha es incómodo el Opus Dei. Creo que están equivocados. Lo más valorable son personas como Gladys Marín y la "Negra" Lazo, que son coherentes, y nosotros  somos coherentes. Creo en una derecha con valores.

¿Cuál es su opinión sobre el Acuerdo de Vida en Común?

Estoy con la posición del gobierno, en el sentido de que considero que una unión de hecho es válida independiente del sexo de la pareja. Una persona homosexual o lesbiana tiene derecho a ordenar el patrimonio con su pareja. No creo que deba tener el estatus de matrimonio. Denle otro nombre.

¿Tiene amigos homosexuales?

Varios amigos homosexuales.

¿Y qué le han dicho sobre este tema?

Respetamos nuestras diferencias. Ellos han sido encantadores conmigo por esta situación de la Junji. Me han llamado y me han dado todo su respaldo.
Una de las frases que generó molestia en La Moneda fue cuando calificó al sacerdote Fernando Karadima como prócer de la Iglesia.

El era -era, no es- un prócer de la Iglesia, porque es innegable la cantidad de sacerdotes y obispos que nacieron a su alero. Justamente por eso, si él es culpable de lo que se le acusa va a tener que cumplir con todas las condenas que vengan del Vaticano. Mi equivocación fue usar el "es", porque si es cierto lo que se está investigando, él pierde toda validez y todo título de prócer.

¿Le parecen verosímiles los testimonios de quienes lo acusan?

Sí. Son muy verosímiles, y por eso esto es tan doloroso. Si él cometió esas faltas siendo quién era, con los seguidores que él tenía, su culpa es aún más atroz. Sin embargo, no voy a hacer leña del árbol caído.

Habló de que fue "tentado por el demonio".

Tal vez no debí hablar del demonio. Es lo que más choca. La analogía fue un error. Existe el mal y el bien. Claramente, cuando dije demonio mucha gente se imaginó a un ser con cachos y cola.

¿Se arrepiente de haber puesto una Virgen en el edificio de la Junji?

En el mismo edificio de la Junji hay una cruz de madera. Cuando puse la Virgen, que es muy bonita, representó de inmediato los grandes pilares de la Junji, porque tiene a Jesús en los brazos. Nunca obligué a nadie a manifestar algo respecto de la Iglesia o la Virgen. Siempre dije que era un sello personal. El sello permeó. Hasta el día de hoy no me explico el revuelo.

Se debe a que el Estado es laico.

La imagen no cambiaba eso.

¿El ministro Lavín le planteó la posibilidad de volver a la Junji en algún momento?

El me habló algo de eso, pero nada en concreto. Fueron palabras de caballerosidad, que espero que algún día se materialicen.

Usted le escribió al Presidente. ¿Habló con él?

No, le mandé un correo y espero que lo haya recibido. Le digo que estoy disponible para cualquier cosa que él necesite. Yo feliz aceptaría cualquier cargo. La política es muy dolorosa para gente que dice lo que piensa, como yo, pero es un muy buen medio para ayudar.

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