El yihadismo vuelve a atacar Europa con atropello masivo en Barcelona

Después de París, Niza, Bruselas, Berlín, Londres y Manchester..., el terror yihadista volvió a golpear el corazón de una de las principales ciudades europeas: Barcelona. El centro de la capital catalana fue esta vez el escenario de un nuevo atentado terrorista, que hasta anoche dejaba, según fuentes oficiales, 13 muertos y al menos 100 heridos (de 18 nacionalidades). El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó horas más tarde la autoría del ataque a través de la agencia de noticias Amaq, considerada su brazo propagandístico.

El caos se desató pasadas las 17.00, cuando una furgoneta blanca atropelló a una multitud en el famoso paseo de La Rambla, un lugar muy concurrido y atestado de turistas, especialmente en esta época, cuando la ciudad está en temporada alta.

La furgoneta invadió el carril peatonal a gran velocidad y bajó por ella haciendo eses: el vehículo recorrió, según testigos, unos 600 metros, embistiendo personas a su paso. "He visto salir volando a varios", detalló el taxista Óscar Cano, citado por TV3. "No disminuyó la velocidad. Iba directo contra la multitud en medio de La Rambla", dijo Tom Gueller, otro testigo, a la BBC.

Tras los primeros impactos, los medios locales describieron una situación caótica. Decenas de personas huyeron despavoridas de la zona por donde avanzaba la furgoneta, lo que provocó estampidas en las calles adyacentes.

Algunos intentaron refugiarse en los locales cercanos: restaurantes, bares, cafés, tiendas de ropa e incluso una iglesia. "Todo fue un auténtico caos. La gente empezó a correr gritando, hubo fuertes estallidos. Las personas corrieron hacia las tiendas y hubo una especie de miniestampida", aseguró a Sky News, Ethan Spibey.

Tras el incidente, La Rambla y sus calles contiguas fueron acordonadas y el centro de la ciudad quedó paralizado. La policía desalojó la zona y ordenó a los restaurantes y tiendas -algunos aún con clientes- bajar sus persianas. Las estaciones de tren de la Plaza Cataluña y Paseo de Gràcia, las dos más próximas al lugar del ataque, fueron clausuradas momentos después,

"¡Hay muertos por todas partes. Es horrible!", detalló Albert, un enfermero que ayudó a los servicios de emergencia a tratar a las víctimas, citado por el diario El País.

Posteriormente, el autor del atentado abandonó la furgoneta y huyó a pie por el barrio cercano del Raval. Las autoridades confirmaron más tarde la detención de dos personas que estarían relacionadas con el ataque. Una tercera fue abatida horas después a tiros por la policía, cuando intentó saltarse un control policial en las afueras de la ciudad. Ninguna de ellas sería el conductor.

En un comienzo, los medios locales habían identificado a Driss Oukabir Soprano como uno de los autores del atentado, pero un joven de 28 años y con ese nombre acudió a la comisaría de Ripoll (a unos 100 km de Barcelona), donde denunció el robo de su documentación. La confusión reinó también cuando se informó que uno de los terroristas estaba atrincherado en un restaurante, lo que fue desmentido.

Los yihadistas habrían utilizado dos furgonetas. Una con la que perpetraron el atropello y otra que la policía sospecha iba a ser utilizada para huir y que fue localizada en Vic, a 82 km de la ciudad.

Durante la madrugada, la policía abatió a cinco presuntos terroristas en un fallido atentado en Cambrils.

Barcelona es uno de los principales destinos turísticos de Europa. Cada año, 11 millones de personas la visitan. Pero no es la única ciudad europea que ha sido víctima de este tipo de ataques. El más mortífero ocurrió en julio de 2016 en Niza, Francia, donde fallecieron 86 personas. En diciembre pasado, otras 12 murieron atropelladas por un camión en un mercado navideño en Berlín. También en marzo, cuatro personas fallecieron luego de que un hombre atropellara a peatones en el puente de Westminster, en Londres.

Desde 2015 que España se encontraba en el nivel de alerta antiterrorista cuatro de un máximo de cinco. Con este suceso, el terrorismo yihadista volvió a golpear al país 13 años después de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, donde 191 personas murieron.