Zelaya dice que "el problema debe resolverse en el menor tiempo posible"




El depuesto Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo hoy a los cuatro principales candidatos presidenciales para las elecciones generales del 29 de noviembre próximo que la crisis política en su país "debe resolverse en el menor tiempo posible" durante la reunión llevada a cabo en la embajada brasileña en Tegucigalpa.

Anteriormente, en una conferencia de prensa donde se pidió a los candidatos responder si la apoyarían o no, éstos titubearon, se miraron entre sí y se pasaron el micrófono hasta que Elvin Santos, del Partido Liberal de Zelaya, dio una respuesta evasiva.

"Eso no depende de nosotros", dijo, respaldando la posición del gobierno de facto que señala que Zelaya violó la ley y es la Corte Suprema de Justicia y el Congreso quienes tienen el poder de decidir.

Sin embargo, afirmaron que estaban complacidos con el inicio del diálogo e instaron a ambas partes a retomar el Acuerdo de San José.

"Reiteramos que los candidatos presidenciales hemos comunicado al Presidente Oscar Arias de Costa Rica nuestro respaldo a su gestión mediadora"
, indicaron los candidatos, que se reunieron a mediados de mes con el gobernante costarricense en ese país.

En tanto, un representante del gobierno de facto también visitó la cede diplomática brasileña en Honduras durante el dúia de ayer para dialogar con el Mandatario depuesto.

Esta es la primera señal de diálogo en la crisis que sacude al país, pero Micheletti se mantiene en su negativa rotunda a devolver el poder a Zelaya y éste rechaza una propuesta de un gobierno de facto hasta que se transfiera en enero el mando al ganador de las elecciones de noviembre.

"Ayer a las diez de la noche vino un personaje de ellos (representante del gobierno de facto) en una sesión privada a hablar conmigo y manifestar (...) una propuesta que significa dar otro golpe de Estado, o sea, quitar el golpista que está ahora y sentar a otro tercer golpista para que accediera a la presidencia", dijo el jueves Zelaya a una radio de Paraguay. "Ante mi negativa no he vuelto a tener noticias", agregó.

El gobierno de Micheletti determinó levantar desde el jueves a la mañana el toque de queda que llevaba dos días, pero lo reimplantó para la noche desde las 19:00 horas local, hasta las 5 de la mañana en cinco de los 18 departamentos del país además de las fronteras.

EMBAJADA SITIADA
Mientras tanto, la embajada seguía rodeada de militares. Testigos dijeron que durante la noche del miércoles batallones de soldados pasaron frente a la embajada y se movieron por los alrededores, algunos entonando tonadas bélicas y haciendo sonar sus escudos contra el piso.

Reflectores fueron colocados en casas vecinas apuntando a la representación diplomática, y también altavoces con música tropical y por momentos el himno nacional.

En la mañana, la vigilancia fue reforzada con cientos de militares ante la posibilidad de que los partidarios de Zelaya intentaran llegar a la zona.

Micheletti dijo en una declaración que aceptaba una propuesta del ex presidente estadounidense Jimmy Carter de que el presidente costarricense, Oscar Arias, viaje a Honduras en los próximos días para dialogar con ambas partes.

Arias fue mediador en la crisis en julio, pero sus gestiones fracasaron.

PRESION INTERNACIONAL

En la Asamblea General de las Naciones Unidas que se desarrolla en Nueva York varios países demandaron la restitución de Zelaya, en especial Brasil, que pidió estar alerta sobre la situación de su embajada.

Incluso el Consejo de Seguridad de la ONU planea discutir la crisis el viernes, según un funcionario del organismo.

El Presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió la restauración de Zelaya. "No vamos a aceptar un golpe antidemocrático. La democracia tiene que volver a Honduras", dijo.

Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que no reconoce a otro Presidente que no sea Zelaya, lo que cierra la puerta a fondos vitales para el país.

El Mandatario derrocado, un magnate de la industria maderera de 57 años, ganó las críticas de muchos en Honduras por su alianza con el presidente venezolano, Hugo Chávez.

El diario brasileño O estado dijo que Venezuela habría apoyado con recursos el reingreso de Zelaya al país, algo que Chávez ha negado. Su derrocamiento, respaldado por buena parte de la clase política, los empresarios, la justicia, el Congreso y hasta la Iglesia Católica, ocurrió horas antes de un referendo que abriría el camino para la reelección presidencial.

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