Administración de sacramentos

Osorno : Misa on line Covid-19

SEÑOR DIRECTOR

Respondiendo a una carta publicada ayer, creo que hemos hecho lo humanamente posible para atender las necesidades espirituales -incluida la vida sacramental, por cierto-, y materiales de las personas. Sin embargo, reconozco abiertamente que en caso de encontrarme en una disyuntiva extrema entre darle de comer al hambriento, albergar al sin techo y vestir al desnudo o administrar un sacramento, optaría por lo primero. No me imagino entregando al Señor por medio de la comunión o del sacramento de la reconciliación a un grupo de personas haciendo fila en sus autos y desatender a quienes están en una fila de pie para recibir un plato de comida.

La gracia de Dios es capaz de hacerse presente de infinitas formas y colmar el anhelo que hay en el corazón de todo hombre de Dios en estas situaciones tan dramáticas. Darle de comer al hambriento es una tarea que Dios ha dejado en nuestras manos, intransferible e indelegable. Dirán que esa es tarea de los laicos y que nosotros nos dediquemos a “lo espiritual”. Eso sería lo ideal. La experiencia me ha dicho que ese es un camino aún por recorrer. Espero no estar equivocado y si lo estoy, por cierto que estoy dispuesto a enmendar el rumbo. El coronavirus nos ha convertido a todos en aprendices del difícil arte de vivir a su lado.

+Fernando Chomali

Arzobispo de Concepción

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.