“America’s back”

Joe Biden
FILE - In this Jan. 20, 2021, file photo President Joe Biden signs a series of executive orders in the Oval Office of the White House in Washington. (AP Photo/Evan Vucci, File)

Pasaron un par de horas desde que Joseph Biden juró como Presidente y se sentó en la misma oficina donde Trump había pasado el día entero firmando indultos a varios de sus colaboradores condenados por corrupción. Un giro en 180 grados que el mundo necesitaba considerando que el 2020 fue uno de los más cálidos de la historia, y que estamos sumidos en una pandemia asociada a nuestra mala relación con la naturaleza. Estados Unidos volvió al Acuerdo de París, y se sumó a los países que comprometen proteger 30% de su mar y tierra de actividades extractivas.

Trump intentó borrar los avances climáticos de Obama, pero la falta de pericia de sus jefes de la EPA, antiguos lobistas de las empresas de combustibles fósiles, impidió derogar sus normas. En las energías renovables ocurrió algo sorprendente ya que 2020 se instalaron 29GW de energía renovable en Estados Unidos, un 30% más que el 2019, y 20% más que cualquier año de la presidencia Obama. No se instaló ninguna central a carbón nueva y la capacidad instalada del combustible bajó en 15%, más que con cualquier otro Presidente. En un país donde el sector privado es importante, no basta la voluntad política, sino que el mercado tiene que acompañar. El mercado sabe que la mejor inversión está en las energías limpias.

Una de las mejores noticias climáticas del 2020 ocurrió en diciembre pasado, cuando la Reserva Federal se suma a la red de reguladores financieros por la acción climática (NGFS), constituida por la Comunidad Europea, Reino Unido, China, y gran parte de las mayores economías de Latinoamérica. Estamos hablando de que casi 80% del PIB global será sometido a reglas que obliguen declarar los riesgos climáticos físicos y transicionales de las empresas y activos financieros. El programa Build Back Better que impulsa Biden considera un masivo gasto en tecnologías limpias, inversión en resiliencia, con un foco central de terminar con toda generación eléctrica fósil al 2035. General Motors se suma a este esfuerzo comprometiéndose a solo vender vehículos cero emisión a esa fecha.

Pero los cambios que se avecinan no se limitan a lo que haga el país, sino cómo influencia al mundo. El Banco Mundial, con un presidente designado por Trump, frenó avances de alinear sus préstamos al acuerdo de París. Habrá que repensar la designación del presidente del BID, leal a Trump también. El Fondo Verde del Clima está desfinanciado, y se espera un aporte sustancial de EE.UU. para compensar a los países más pobres por los daños causados al clima por los países más ricos.

El Acuerdo de París nació hace cinco años. Con solo un año ese bebé recién nacido fue abofeteado en la cara por el negacionismo climático de Trump. Siguió creciendo en las sombras y ahora se reencuentra con quienes lo ayudaron a nacer. En el año 2015 Trudeau dijo “Canada´s Back” y dio esperanza a muchos presentes en la COP21. Este 2021 “America’s Back” y esta COP26 será la cumbre de todos los que creen en un clima más seguro.

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