El emprendimiento femenino no conoce límites

Sabemos que una de las mayores consecuencias que ha generado la pandemia, tanto en nuestro país como a nivel mundial, ha sido el gran aumento en el desempleo, una realidad que lamentablemente ha afectado en mayor medida a las mujeres. Sin embargo, esto no ha sido un obstáculo para nosotras.

Según el informe Radar Pyme de la RedCapital, entre enero y diciembre de 2020 se contabilizaron 56.593 nuevas socias, que decidieron arriesgarse a formar su propia Pyme o emprendimiento, cifra que representa un aumento de 140% si se compara con 2014.

Los números entregados por este informe, no vienen más que a confirmar la valentía, la “garra” y el esfuerzo de todas las mujeres del país. Por años, culturalmente, existía la visión que las mujeres eramos un sexo más debil, que había que proteger y ayudar. Pero esto no es una realidad, la mujer chilena es una mujer emprendedora, capaz de salir adelante a pesar de las dificultades a las que nos enfrentamos. Han sido tiempos difíciles, donde hemos vividos profundos cambios y a pesar de eso seguimos de pie y más fuertes que nunca.

Pese a lo anterior, debemos hacer un esfuerzo aún mayor para continuar empujando el emprendimiento femenino, por medio de proyectos o iniciativas que promuevan la innovación y la sustentabilidad y que entreguen el apoyo necesario en el camino de la formación de una Pyme.

Aquí me quiero detener un segundo y destacar el campeonato Nada Nos Detiene (NND) -organizado por el G100- que busca promover el emprendimiento y hacer visible que es una excelente herramienta para hacer crecer el país. Hace poco días se dio a conocer a la ganadora de NND Biobío, Loreto Navarrete, quien es la fundadora de Marina Alimentos, una empresa que elabora productos en base a cochayuyo.

Sabemos que en Chile hay muchas Loreto que día a día se arriesgan a emprender. Por eso, como país debemos enfocarnos en entregarles todas las herramientas necesarias para que en un par de años veamos las cifras de mujeres que forman su propio negocio y digamos: “Valió la pena el esfuerzo”.