El entusiasmo por saber más
Nunca debes dejar de lado la curiosidad y el aprendizaje del porqué de las cosas.
Aun mes de terminadas las vacaciones, y en que te reencontraste con los amigos, has retomado el ritmo de tus actividades escolares con muchas cosas ya conocidas, pero también con todo lo nuevo que eso significa: profesores, materias -unas más entretenidas que otras-, compañeros recién llegados, horarios (¡levantarse temprano!) y, en algunos casos, colegio nuevo. Pero siempre hay algo que cuesta, y es el tiempo que debes dedicar a cumplir con las tareas y trabajos que te piden, que muchas veces sientes que te dejan menos espacio para entretenerte y jugar con tus amigos o hermanos.
Sin embargo, debes pensar que eso es una oportunidad que tienes para entender lo que te rodea, y que, como otras, te demuestran que aprender no tiene por qué ser contrario a entretenerse o pasarlo bien.
Muchas veces te ha pasado y nunca lo has olvidado: en clases, en juegos, con imágenes, lecturas o anécdotas, surgió algo que registraste para siempre y recuerdas con simpatía.
Lo mismo queremos que ocurra con esta nueva edición de La Tercera Mini, donde te mostraremos el origen de la tradición de los huevos de chocolate asociada a Semana Santa, a celebrarse dentro de las próximas semanas; o cómo funciona el gobierno, que quizás ves como algo muy lejano; o cuál es el videojuego del momento y por qué es tan exitoso.
Lo más importante y que hace más entretenido el aprendizaje -y que muchos adultos abandonan- es que nunca debes dejar de lado la curiosidad, el entusiasmo por saber el porqué y para qué de las cosas -como te explican en este número algunos científicos-, la noción de que en todo hay una posibilidad de conocer más, y pensar que siempre habrá algo que te sorprenderá.
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