Las últimas horas: ¿Biden o Trump?

Falta un día para la elección más trascendental de los últimos 100 años en Estados Unidos. Así lo ven casi todos los analistas que siguen día a día esta contienda, en un país que se ha polarizado a niveles desconocidos para las actuales generaciones, y donde la política se ha trasformado en un juego de “suma cero”, donde los acuerdos y el bipartidismo en decisiones claves para el país, parecen cosas del pasado. En este escenario, los opositores a Trump creen, con buenos fundamentos, que su reelección significaría un golpe mortal para la democracia, y la decadencia y pérdida definitiva de liderazgo de Estados Unidos en la escena global.

Por otra parte, la base republicana que lo apoya (fundamentalmente hombres blancos, sin estudios universitarios, de zonas industriales y rurales) temen que con un triunfo de Biden se consoliden los cambios demográficos y culturales que harán de Estados Unidos un país de mayoría no-blanca en las próximas décadas. Por su parte, el actual inquilino de la Casa Blanca tiene varias investigaciones en curso en tribunales (e inmensas deudas en el sistema financiero) que seguramente tomarán más fuerza, y por las que tendría que responder, en caso de perder la elección. Hay más en juego, entonces, en este caso, que la mera continuidad de un mandato.

Todos los sondeos apuntan a que Trump enfrenta mañana un escenario electoral muy cuesta arriba. No solo a nivel país está, en promedio, 10 puntos debajo de Biden, sino en estados claves que definieron la elección el 2016, y dónde entonces ganó, hoy está entre 3 y 8 puntos abajo,  donde casi la mitad del electorado ya ha votado y la mayoría de los demócratas se están movilizando en masa para desplazarlo del poder el martes. Y los republicanos no solo arriesgan perder la Casa Blanca, pierden también en la Cámara de Representantes, y hay una alta probabilidad que los demócratas reconquisten el Senado, porque en esos estados decisivos, el mismo margen que Biden tiene sobre Trump, lo tienen los candidatos demócratas sobre los republicanos.

¿Se podrá saber el resultado la misma noche del martes 3? Improbable, pero no imposible. A diferencia de otros estados, Florida y Arizona tienen sistemas de conteo rápido, ahí ganan casi siempre los republicanos, si esta vez no fuese así, aunque sea en uno de estos dos estados, Biden podría tener ya la cantidad asegurada de delegados que le podrían dar la elección. Los sondeos indican hoy, que Biden está arriba entre 2 y 4 puntos, lo que es casi el margen de error, y por tanto, nada se puede asegurar hasta que se cuenten todos los votos. Si Trump llegase a ganar ambos, entonces es probable que el resultado demore días, y si hay un resultado estrecho, semanas. El peor escenario sería que un resultado final tuviese que ser dirimido en la Justicia, pues ello solo ahondaría la profunda grieta que ya existe en este país.

Pero como van las cosas, el escenario se muestra favorable a un triunfo de Biden, pues hay factores que refuerzan su opción : Trump ha perdido un respaldo importante de mujeres en los suburbios  y de adultos mayores, grupos que le dieron el triunfo el 2016, y en los 10 Estados más disputados, la pandemia del coronavirus se ha agravado en las últimas semanas, y el electorado tiene una mala evaluación de la gestión de Trump en esta materia. La verdad es que el coronavirus se ha transformado en el tema central de la elección y estas son malas noticias para Trump.

Ahora, ¿está todo dicho? No. Los demócratas están nerviosos, viendo lo sucedido en el pasado, donde los sondeos también los favorecían y perdieron. Y la economía comienza a repuntar, mientras el cineasta Michael Moore advierte sobre un “voto oculto” que tendría Trump. Pero esta vez los márgenes de esas  encuestas son mayores, no han cambiado, y la base demócrata parece estar votando en masa. El martes en la noche, o días siguientes, sabremos quién acertó, y si hubo una “marea demócrata”, elección estrecha, o si Trump lo consiguió por segunda vez.