Ajuste al corazón político, renovaciones sectoriales y remezón por Convenios: los tres cambios de gabinete de Boric (hasta ahora)
El Mandatario anunció este martes su decisión de suspender una cuarta modificación de su equipo ministerial. Esto, pese a que en Palacio transmitían que habría un ajuste inminente, aunque acotado solo a ministros que quisieran dejar el gobierno por aspiraciones parlamentarias y no por autoridades cuestionadas.
El Presidente Gabriel Boric sorprendió la mañana de este martes -menos a los ministros de su gabinete- al anunciar su decisión de suspender una cuarta modificación en su equipo ministerial.
“Yo sé que hay muchas especulaciones y que se habla mucho de cambio de gabinete. No hay cambio de gabinete. Acá a todos mis ministros los quiero trabajando”, dijo en la ceremonia de puesta en marcha de la Red de Empresas Chile Cuida en el Palacio de La Moneda.
La declaración del Mandatario iba a contrapelo de lo que hasta el lunes en el gobierno y los partidos oficialistas tenían como convicción: que habría ajuste ministerial, aunque existía la duda de cuándo.
El cambio, se decía, sería inminente debido a que algunos ministros tenían aspiraciones parlamentarias y tienen hasta el 15 de noviembre para hacerlo, debido a que ahí se cumple el plazo legal. En Palacio, de hecho, transmitían que el ajuste sería acotado solo a secretarios de Estado que quisieran dejar el gobierno y no por autoridades cuestionadas, como la titular de Interior, Carolina Tohá, que ha estado en el foco de las críticas por su manejo en el caso del exsubsecretario Manuel Monsalve.
La decisión del Mandatario de no realizar un cambio, según afirman en el Ejecutivo, pasa principalmente por su resistencia a realizar una cirugía mayor a su equipo por presiones, principalmente de Chile Vamos y del Partido Republicano. Así, Boric está convencido -impulsado por algunos de sus asesores- que lo más conveniente es enfrentar a la derecha y pasar a la ofensiva para intentar sacar adelante su programa de gobierno.
Ajuste al corazón político
El primer cambio de gabinete de Boric se concretó el 6 de septiembre de 2022, a 179 días del inicio de su gobierno. En este caso, implicó un cambio en el corazón político del gobierno, con la salida de Izkia Siches de Interior (llega Carolina Tohá) tras una serie de errores en el ejercicio del cargo, y el enroque de Giorgio Jackson -amigo personal del Presidente- quien abandonó el comité político de La Moneda, pasando de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) -reemplazo por Ana Lya Uriarte- a la cartera de Desarrollo Social.
En el momento también pesó la mala evaluación de la gestión en las encuestas y a los resultados del plebiscito constitucional, que se había desarrollado solo dos días antes, el 4 de septiembre de ese año. El ajuste también afectó a las carteras de Salud (Ximena Aguilera por María Begoña Yarza), Energía (Diego Pardow por Claudio Huepe) y Ciencia (Silvia Díaz Acosta por Flavio Salazar).
Los otros movimientos que había tenido el gabinete ministerial hasta ese momento fueron las salidas de dos ministras, lo que provocó remezones importantes para el Ejecutivo en cada caso. La primera fue Jeannete Vega, exministra de Desarrollo Social (reemplazada de manera interina por Paula Poblete), por contactos con el líder de CAM, Héctor Llaitul, y la segunda Marcela Ríos (Justicia), luego de una serie de errores en la comunicación de los indultos presidenciales a doce condenados por delitos durante el estallido social y al exfrentista Jorge Mateluna. El cargo en Justicia fue asumido por Luis Cordero.
Cambios sectoriales
Cuando faltaba un día para que se cumpliera un año desde que arribó a La Moneda, el 10 de marzo de 2023 el Presidente Boric concretó el segundo cambio de gabinete de su administración.
Aquella vez, a diferencia de la primera modificación de gabinete -cuando el Socialismo Democrático entró de lleno al comité político-, se apuntó también a un equilibrio en los cargos de segunda línea, como subsecretarías y secretarías ministeriales regionales (seremis).
Uno de los primeros cambios ministeriales que se conoció en ese entonces fue la restructuración completa de Cancillería, donde la ministra Antonia Urrejola dejó su cargo, además del subsecretario de Relaciones Internacionales, José Miguel Ahumada. Las gestiones de ambas exautoridades de Relaciones Exteriores estuvieron marcadas por polémicas y disputas cruzadas al interior del ministerio
Luego de tantear otros nombres, finalmente se designó como nuevo canciller al diplomático de carrera Alberto van Klaveren, abogado y exsubsecretario del área durante el primer gobierno de Bachelet.
En otros casos, se tuvo en cuenta que la gestión era mal evaluada desde Presidencia y ostentaban poco conocimiento por parte de la ciudadanía. En Cultura, por ejemplo, se concretó la salida de Julieta Brodsky (CS), asumiendo su reemplazo Jaime de Aguirre, exdirector ejecutivo de Televisión Nacional.
En el ministerio de Obras Públicas (MOP), en tanto, en reemplazo del exministro Juan Carlos García, se designó a Jessica López, quien se desempeñaba como presidenta del Banco Estado. En Deporte, salió Alexandra Benado, una de las ministras que menor conocimiento tenía de parte de la ciudadanía. A esa cartera, finalmente, arribó el exjugador de de Colo Colo Jaime Pizarro, quien ejerció como subsecretario del área durante el primer gobierno de Michelle Bachelet.
Por último, en el Ministerio de Ciencias la exministra Silvia Díaz dejó su cargo y quien la relevó fue Aisén Etcheverry, exdirectora de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo.
Remezón por caso Convenios
Fue el miércoles 16 de agosto de 2023 cuando el Presidente realizó su tercer ajuste ministerial, el que se produjo en medio de la crisis del Ejecutivo por el caso denominado líos de platas políticas, por los traspasos de dinero a través de convenios entre reparticiones públicas y fundaciones. Habían pasado solo seis meses del cambio de gabinete anterior.
El objetivo fue retomar el control de la agenda y reimpulsar la gestión del Ejecutivo, que veía con preocupación cómo se desarrollaría la tramitación dos de las reformas anclas del programa de gobierno con que Boric arribó a La Moneda: el nuevo pacto fiscal y la reforma previsional.
Al momento de la modificación, Boric vivía la consecuencia de la crisis -en términos políticos y personales- luego de la renuncia de su compañero de ruta y exministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, quien asediado por la oposición y la amenaza de una acusación constitucional en su contra, dimitió de su cargo en el gabinete el viernes 11 de agosto de ese año.
Con el cambio de diseño presentado por el Jefe de Estado, el partido más damnificado con las modificaciones fue Revolución Democrática (RD) -uno de las principales colectividades de su coalición base, Apruebo Dignidad-, que perdió cargos en dos ministerios claves, Educación (Marco Antonio Ávila) -asumió Nicolás Cataldo (PC)- y Desarrollo Social (Giorgio Jackson) -reemplazado por Javiera Toro (Comunes)-, y se conformó con Bienes Nacionales, un ministerio sectorial y de tercera línea política, donde arribó la exdiputada Marcela Sandoval.
A eso se sumó Minería, con la salida de Marcela Hernando, reemplazada por Aurora Williams, y Cultura, a la que arribó Carolina Arredondo, para asumir el puesto de Jaime de Aguirre.
Previo a este tercer cambio de gabinete, el 19 de abril de ese año, el hasta ese momento senador por El Maule, Álvaro Elizalde (PS), arribó a la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), para reemplazar a Ana Lya Uriarte, quien producto de un cuadro grave de long Covid había extendido sucesivas licencias, sumando más de un mes fuera de sus funciones.
De esta manera, en ese tercer y último cambio (hasta ahora) Boric dejó intacto el corazón político del Ejecutivo y mantuvo los cargos de primera línea.
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