Alcalde de Rancagua, Eduardo Soto: "Creo que es un caso digno de estudio la actuación del fiscal Moya"
El edil no será formalizado el 24 de mayo próximo, tras la decisión de los nuevos investigadores de su causa sobre malversación en el Teatro de Rancagua.
El alcalde de Rancagua, Eduardo Soto (UDI), dice que no recuerda bien qué mensajes de WhatsApp había en sus teléfonos en 2018, cuando estos equipos fueron incautados por el fiscal Sergio Moya. Parte de estas comunicaciones salieron a la luz pública en la denuncia que el persecutor presentó contra su superior, Emilano Arias, por presuntas irregularidades en la tramitación de causas.
Algunos de estos diálogos, que datan de 2017, incluían un intercambio de mensajes con el actual ministro del Interior, Andrés Chadwick. Allí, el ahora personero de gobierno indicaba que sería bueno que el edil diera una muestra de apoyo a Arias a través de Twitter, en medio de la investigación por los incendios forestales.
Soto está siendo investigado en la causa vinculada al Teatro de Rancagua, donde se le iba a formalizar la próxima semana por el cargo de malversación culposa. Sin embargo, tras la salida de Moya del caso -en medio de las acusaciones cruzadas que este último mantiene con Arias-, el nuevo equipo investigador de la Fiscalía Sur decidió dejar sin efecto la petición de formalización.
Tras conocerse esta decisión al mediodía de hoy, Soto alista una denuncia penal contra Sergio Moya.
¿Le notificaron a usted alguna razón por la cual ya no será formalizado el próximo viernes 24?
No, no he sido notificado, salvo las declaraciones de la vocera (de la Fiscalía Sur) y lo que me ha señalado también el abogado, que los antecedentes que han tenido a la vista hoy día, por los cuales el fiscal Moya había solicitado la audiencia, en el análisis de los fiscales que están a cargo señalan que no existen antecedentes suficientes.
Se conocieron mensajes de WhatsApp suyos con el ahora ministro de Interior, Andrés Chadwick. ¿Estaba esto en la carpeta de investigación?
Hay una serie de irregularidades, cosa que se lo puede explicar más en detalle el abogado Mario Vargas y que son materia del análisis que él está haciendo. Pero en la carpeta había varias situaciones que no correspondían, algunas que no estaban integradas. La defensa no tenía todos los antecedentes. Es decir, cuando la Fiscalía Nacional decidió trasladar mi caso y otros a Santiago, nos dio la tranquilidad que no teníamos con el señor Moya.
¿Reconoce que se escribieron esos WhatsApp y que intercambió esos mensajes con el ahora ministro Chadwick?
Efectivamente. Son WhatsApp de conversaciones que tuve en su momento. Pero yo con el fiscal Arias nunca he tenido su teléfono y nunca he tenido una conversación telefónica. Con él me he encontrado en tres o cuatro ceremonias y han sido saludos protocolares y nada más que eso. Pero efectivamente los WhatsApp existieron y por eso manifesté mi preocupación, en relación a que el fiscal Moya tiene estos antecedentes desde hace más de un año. Entonces, si él consideraba que eran tan graves y constitutivos de delitos, ¿por qué no los entregó y los puso a disposición en el plazo de 24 horas que tiene cualquier funcionario público para denunciar un hecho que le parece delictivo? Hay una serie de actuaciones confusas, erráticas, no quiero decir mal intencionadas, pero sí equivocadas del fiscal Moya que él tendrá que explicar en su momento.
¿Por qué Chadwick le recomienda dar un apoyo a Arias y por qué usted lo hace?
Primero es una conversación entre dos personas que se conocen hace mucho tiempo, que trabajaron juntas y que tienen el mismo interés por la cosa pública. En ese tiempo, el actual ministro no era autoridad política. Pero sí, por su nexo y por los años que sirvió como parlamentario a esta región, siempre estaba preocupado de lo que sucedía. Y fue en una conversación ocurrida mientras existía absoluto apoyo desde la opinión pública a lo que se estaba haciendo (en la fiscalía), que era una investigación seria, profunda y certera de un fiscal que estaba señalando la responsabilidad de los causantes de los mayores incendios forestales en la región y en el país. Es más, en ese famoso twitter, si usted va a la fecha, se va a encontrar con que también lo retuitea con un comentario el diputado Juan Luis Castro. Entonces aquí no habría ninguna concertación de ninguna cosa, sino que una opinión política. Pero bueno, no tiene más trascendencia, no tiene ninguna vinculación a nada. Yo en ese momento además, era un querellante en este caso del Teatro de Rancagua y no estaba en la condición que el fiscal Moya me señala prácticamente dos años después donde paso a ser, de querellante a imputado y formalizado simultáneamente. Creo que es un caso digno de estudio la actuación del fiscal Moya.
El ministro Chadwick también debió salir a dar explicaciones por estos mensajes.
Lamenté mucho que producto de una conversación bastante trivial, se pretendiera maliciosamente por parte del fiscal Moya influir a una autoridad tan importante de gobierno, y por la cual solo siento admiración. Y no me hubiera imaginado nunca que una conversación privada entre dos personas que se conocen y que hablan de un tema desde una perspectiva política, se usara maliciosamente.
¿Concretará una denuncia penal en contra de Moya?
Nos parecía extremadamente curioso que habiendo hecho yo la investigación al constatar hechos irregulares, haber hecho la denuncia y haber presentado la única querella, posteriormente me notifica el fiscal Moya a través de la prensa de las condiciones en que se me va a citar, como imputado, y luego de la audiencia de formalización. Por lo tanto, no son actuaciones que uno espera en primer lugar de un fiscal de una Unidad de Alta Complejidad.
¿Se sintió beneficiado por el fiscal Arias alguna vez en esta investigación? ¿Hubo alguna gestión de su parte para detener el allanamiento esa vez y para tener acceso a lo incautado?
No he recibido ningún beneficio aquí en la fiscalía de la ciudad, ni tampoco lo he solicitado. Sí me llama profundamente la atención la pretensión de poder conectar un tuit, que es como muchos de los que he escrito respecto de situaciones que son de interés de la ciudad, a una connotación muy lejana a la realidad. Yo al fiscal Arias no lo conozco más allá de dos o tres conversaciones en actividades, porque él asiste a muy pocas actividades públicas. Y no tengo su teléfono, no he estado en su oficina, nunca yo le he pedido un favor, ni mucho menos él a mí.
¿Recuerda usted haber sostenido más conversaciones con otros personeros políticos en relación a Emiliano Arias y que se encuentren en los teléfonos incautados?
No lo recuerdo, pero tampoco el fiscal Arias ha sido un tema de conversación con la gente que me escribe, porque en general, yo con la fiscalía no he tenido nunca relación de amistad con nadie.
¿Descarta que haya habido malversación de caudales públicos de su parte en el Teatro de Rancagua?
Cuando se habla de malversación la gente entiende que es robo, y yo estaba citado a una audiencia de malversación culposa. Y eso señala que nosotros no habríamos ejercido la adecuada fiscalización como directorio.
¿Siente que el fiscal nacional, Jorge Abbott, ha respaldado el trabajo del fiscal Moya?
Siento que el fiscal Abbott finalmente ha dado un golpe en la mesa y está pasando por un momento difícil. Pero su acción de quitarle las causas al fiscal Moya y retornarlo nuevamente a Rancagua, es algo que no advierto como un respaldo, sino que como decisiones que uno espera de quien tiene la responsabilidad máxima de dirigir una institución relevante de nuestro país.
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