Alejandro Köhler, consejero socialista: “No hay ninguna posibilidad de que el PS acuerde solo con la derecha, no vamos a abandonar la posición unitaria”

ALEJANDRO KOHLER
13/06/2023 FOTOGRAFIAS A ALEJANDRO KOHLER FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

El representante del oficialismo asegura que se mantendrán unidos como sector hasta el final del proceso y que apuestan a mantener el espíritu del texto redactado por la Comisión Experta. Asimismo, emplaza a Chile Vamos: "Tienen que decidir si van a subordinarse absolutamente a la hegemonía republicana o van a hacer valer sus aptitudes". El socialista advierte que se les acaba el tiempo para conseguir consensos y propone crear una nueva instancia negociadora.


“Aquí o vamos todos o no va ninguno”. Así de tajante responde el delegado del Partido Socialista Alejandro Köhler respecto de la posibilidad de llegar a un acuerdo con la derecha, sin el resto de los partidos de gobierno. La idea está siendo empujada, en privado, por el Partido Republicano, sin embargo, el consejero es enfático en que esa alternativa no está sobre la mesa. El representante socialista, además, asegura que están contra el tiempo y deben alcanzar un consenso a más tardar el lunes -día que se inicia la votación de las indicaciones- entre las diferentes fuerzas políticas. Para eso propone crear una nueva instancia de coordinación político-estratégica.

Esta semana ha habido una serie de declaraciones cruzadas entre consejeros oficialistas y de oposición. ¿Ve margen para llegar a acuerdos?

Cada vez más difícil. Primero, porque los tiempos se acortan dramáticamente. Y segundo, porque nosotros no hemos percibido una real voluntad de negociación. Es cierto que hemos mantenido la mesa de coordinación, hemos abordado algunos temas. Pero, evidentemente, no puede identificarse eso como una negociación propiamente tal. Esa fue la razón por la cual nosotros el lunes señalamos con mucha fuerza un emplazamiento a republicanos y Chile Vamos respecto de que por los tiempos es urgente sentar las bases de una negociación política de fondo que tenga relación con la esencia del anteproyecto, que resguarde cuestiones tan esenciales como el carácter social democrático de derecho del Estado (...). Estamos frente a un tiempo muy breve y yo creo que esta semana, a más tardar al inicio de la próxima, deben sentarse las bases de una negociación político-estratégica. Si eso no ocurre, obviamente las posibilidades de un acuerdo se hacen cada vez más difíciles.

¿Cuáles son sus líneas rojas?

He señalado algunas. Los derechos humanos, libertad sindical, el derecho de nuestras mujeres a un aborto por tres causales, son claramente líneas rojas, porque aquí lo que estamos discutiendo es si vamos a aceptar un texto constitucional establecido por una mayoría circunstancial o vamos a redactar un texto que interprete a la diversidad que caracteriza a nuestro país. Y, por esa razón, nuestra apelación es a Chile Vamos. Chile Vamos tiene que decidir qué rol va a jugar en esta discusión. Si van a subordinarse absolutamente a la hegemonía republicana o van a hacer valer sus aptitudes y su tradición democrática frente a un contenido de enmiendas republicanas que claramente son regresivas. Es tiempo de tomar decisiones políticas.

¿Qué temas están dispuestos a ceder ustedes?

Hay espacio razonable, por ejemplo en función jurisdiccional, órganos autónomos. Vengo saliendo de la reunión de la comisión número 2 y ahí hay espacio suficiente para unidad de propósito. Y también los hay para el sistema político. Por ejemplo, en los temas de descentralización del país. Y si uno revisa cuestiones esenciales de las distintas propuestas que se levantaron como enmiendas, yo creo que hay mucha enmienda que puede ser bajada incluso sin que genere ningún problema y concentrarnos en aquellas cuestiones que marcan la diferencia respecto de si vamos a tener un texto identitario, como el que nos propone republicanos, o vamos a tener un texto que garantice la diversidad que caracteriza a nuestro país. Debiera crearse una instancia estratégica y tiene que producirse antes de las votaciones.

¿Y esto aparte de la mesa de coordinación?

Yo diría aparte. Porque la mesa de coordinación es una mesa de intercambio de opiniones, de revisión del carácter de las distintas enmiendas que se subieron de parte de las distintas bancadas, pero no es una mesa de negociación propiamente tal. Facilita, obviamente, un proceso de negociación, pero lo que tenemos que hacer hoy día es instalar esa capacidad negociadora estratégica.

La idea de esta mesa negociadora, ¿la ha hablado con el resto del oficialismo?

No está socializado. La mesa de negociación estratégica es una cuestión que planteo por primera vez de manera pública.

¿Quiénes deberían conformar esta mesa?

En principio, no debería ser una mesa numerosa. Debieran estar allí quienes toman decisiones. En este caso, estoy especulando, delegados de bancadas, la mesa del Consejo. Estoy instalando una idea, la conformación final no depende de mí.

La estrategia de republicanos está marcada por forzar a que el PC se desmarque y anuncie que votará En contra. ¿Qué piensa de eso?

Me parece que las declaraciones del consejero (Antonio) Barchiesi, y en general de republicanos, las calificaría de inconducentes y altamente irresponsables. Acá no hay ninguna, absolutamente ninguna señal, concreta, que pueda demostrar que el PC está alejado de este proceso. Por el contrario, nosotros podemos demostrar concretamente que esa pretensión inicial que tuvimos de actuar de consenso, de emitir una sola voz como bancada Unidad para Chile, está precisamente reflejada en las enmiendas y en el consenso que generaron las enmiendas al interior de nuestro bloque. Entonces, a mí me parece que es un intento de torpedear, de debilitar la unidad que nosotros tenemos que es inquebrantable, en un escenario que es complejo. Porque si leemos las encuestas, la curva de rechazo no se detiene, hay una cuestión general en el país que afecta también la legitimidad, la percepción de legitimidad que tiene la ciudadanía sobre este proceso. Entonces, declaraciones de ese nivel lo que hacen es fortalecer, reforzar en alguna medida esa sensación de desafección que tiene la ciudadanía sobre el proceso.

En ese sector también apuestan a alcanzar acuerdos sólo con el PS. ¿Lo ve viable?

No. Eso es imposible. El PS lo declaró desde el principio. Aquí nosotros vamos como bloque y nuestros acuerdos van a ser de consenso y vamos a llegar hasta el último día representando una sola voz del bloque Unidad para Chile. No hay ninguna posibilidad de que se pretenda, se cree o se interprete que el PS acuerde solo con la derecha, no vamos a abandonar esta posición unitaria.

¿Los consejeros republicanos han intentado negociar solo con el PS dentro del Consejo?

No he sido testigo de intentos de negociación unilateral. Hemos conversado con todo el mundo, pero nunca se me ha planteado una negociación bilateral entre el PS y el Partido Republicano, cuestión que tampoco aceptaríamos, porque aquí o vamos todos o no va ninguno.

¿Y si no le gusta el texto, el PS va a votar en contra?

Nosotros no vamos a señalar nada respecto de llamar al rechazo, mientras no se agoten todos los espacios de conversación y negociación estratégica. Hasta el último minuto, el PS se va a mantener en la línea de conversar, y ojalá llegar a un acuerdo transversal que habilite un nuevo texto.

¿En qué momento van a tomar esa decisión?

Eso no podemos decirlo hoy día.

Existe la posibilidad de que el FA, el PC, se inclinen por votar En Contra y el PS A Favor. ¿Se imagina en ese escenario?

Nos hemos reunido con los líderes de nuestros partidos. Lo que he escuchado de ellos es que estamos por la esencia del anteproyecto hasta el último minuto, lo que no significa que no haya mejoras si fuera necesario. La defensa del anteproyecto refleja un consenso suprapartidario, porque evidentemente los partidos pusieron su firma, su timbre en el acuerdo, al contenido del anteproyecto. Por lo tanto, yo no imagino antes de tiempo un escenario en que comiencen a desmembrarse las posiciones y finalmente terminemos debilitados en el Consejo, porque se produjo esta especie de lejanía del consenso inicial que hemos venido construyendo.

¿Y si alguna fuerza de izquierda marca su postura por el rechazo, esto podría debilitar al gobierno?

Claro que sí. Por eso digo que, leyendo algunas señales que tenemos desde la prensa, en donde vemos a algunos líderes de la izquierda llamando a votar rechazo anticipadamente, me parece que políticamente son irresponsables. Causan daño, debilitan nuestras posiciones al interior del Consejo, a los partidos y al gobierno. Por eso, estoy convencido de que las iniciativas prematuras llamando al rechazo no representan la convicción de nuestros partidos.

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