Boric: los contactos que activó el inminente candidato presidencial
Intercambios con dirigentes de fuera y dentro del Frente Amplio ha venido sosteniendo el diputado en las últimas semanas, ad portas de convertirse en el abanderado presidencial de parte importante de ese bloque.
Un llamado telefónico recibió durante el verano el candidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue. Al otro lado, lo saludaba el diputado por Magallanes Gabriel Boric (Convergencia Social). El intercambio se daba a poco más de un año de que ambos dirigentes se enfrentaran en duros términos por el acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución -pacto del que el PC se restó y en el que el parlamentario estampó su firma a título personal- y, justamente, luego de que la opción presidencial del exdirigente estudiantil se instalara como una posibilidad en el Frente Amplio.
Esa no fue la única línea de comunicación que ha abierto en las últimas semanas -ad portas de su varias veces pospuesta proclamación- el legislador frenteamplista. En el bloque afirman que el objetivo es tender puentes y reforzar redes ante el desafío que asumirá formalmente el próximo miércoles. “He tenido conversaciones con líderes y militantes del Frente Amplio, con dirigentes de toda la oposición y también de organizaciones sociales”, sostiene Boric a La Tercera.
Así, por ejemplo, además de Jadue ha tomado contacto con figuras de Unidad Constituyente, como el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, pero también con dirigentes del Frente Amplio -además de los presidentes de los partidos- como el abanderado de Unir, Marcelo Díaz, y la candidata a gobernadora regional metropolitana Karina Oliva (Comunes). Asimismo, ha sostenido contacto permanente con sus más cercanos en Revolución Democrática, Giorgio Jackson y Miguel Crispi. Quienes están colaborando en los lineamientos de su candidatura, además, han sostenido reuniones con figuras como Guido Girardi (PPD).
En el conglomerado sostienen que el parlamentario es consciente de que, una vez que irrumpa formalmente en la ya abultada carrera presidencial, se le abrirán desafíos y definiciones -tanto personales como colectivas- que serán cruciales para el futuro de su opción: resolver el enredo de su inscripción -la ley le exige a su partido sumar alrededor de 24 mil militantes adicionales para inscribirlo- y decidir si abogará por primarias internas al interior del bloque, buscará sumarse a la primaria legal del 4 de julio o, por el contrario, irá directamente a primera vuelta.
Y más allá de cómo decanten esos dilemas, como en el Frente Amplio aseguran que Boric estaría por una medición lo más amplia posible con el resto de la oposición, reforzar sus redes se ha vuelto un imperativo. Por lo mismo, para el parlamentario es crucial que su opción sea “competitiva” y, a su vez, tenga la capacidad de convocar al resto de la centroizquierda a ese esfuerzo para evitar que la derecha vuelva a gobernar. “Para eso estamos trabajando. Él es una figura que desborda y trasciende al Frente Amplio”, dice un dirigente del bloque. Que ambas condiciones se cumplan, dicen las mismas fuentes, dependerá en gran parte del resultado que tenga el conglomerado, y también el resto de las fuerzas de la centroizquierda, en las elecciones del 11 de abril.
Quienes han conocido del contenido de sus conversaciones más allá del Frente Amplio aseguran que Boric ha estado recogiendo impresiones y diagnósticos sobre el momento político. Con Elizalde, por ejemplo, sin ser cercanos, dicen en sus entornos, ambos han cultivado una buena relación en la que intercambian de vez en cuando puntos de vista sobre materias políticas.
Sobre su relación con el alcalde de Recoleta, entre sus cercanos afirman que hace algunos años que ambos sostienen un vínculo de intercambio político, pero que siempre ha sido “frío”. “En ningún caso son amigos, Jadue fue muy duro con Gabriel para el 15N”, dice una fuente del Partido Comunista. Ese hito, afirman en el Frente Amplio, marcó distancias, aunque las mismas fuentes señalan que eso no será impedimento para que ambos dialoguen en su rol de candidatos.
Mientras que con sus socios de coalición Boric ha abordado las condiciones políticas del bloque en que se alzará su opción presidencial. Con Jackson, dicen quienes han conocido del tenor de esos intercambios, han hablando -entre otras cosas- sobre los “riesgos” que implica asumir la responsabilidad de ser el candidato del Frente Amplio. Esto, justamente, dado que en algunos partidos del conglomerado hay cierta resistencia a darle un respaldo a secas -en Comunes, por ejemplo, un sector no menor del partido ha pedido esperar los resultados de los comicios y han levantado el nombre de Oliva como alternativa-, pero sobre todo porque si llega hasta el final con la candidatura, no podrá competir por la senatorial de Magallanes, como tenía casi zanjado antes de que considerara la opción presidencial.
Con Díaz, por otro lado, han sostenido conversaciones respecto de la posibilidad de que ambos se midan en una primaria del Frente Amplio. Para el exsocialista y único otro abanderado presidencial del bloque, ese esfuerzo podría fortalecer el proyecto político del conglomerado que ha ido decayendo en los últimos años. Desde el movimiento de Díaz han transmitido que Boric estaría abierto a enfrentar ese desafío, aunque otras fuentes señalan que con el respaldo de RD y la mayor parte de Comunes, el exvocero de gobierno debiera bajarse en favor del exdirigente estudiantil.
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