Carmona afianza poder en el PC y Bárbara Figueroa asume en la secretaría general

A partir de este fin de semana, el exdiputado Lautaro Carmona, quien había ejercido en los últimos años el cargo de secretario general del PC, asumió en plenitud la investidura de presidente del Partido Comunista, de acuerdo a la decisión adoptada por el pleno del Comité Central.

Por su parte, la hasta ayer embajadora en Argentina y expresidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, asumió en la secretaría general, el segundo cargo dentro del orden jerárquico de la colectividad. Ayer la Cancillería, que ya comenzó la búsqueda de un reemplazo de Figueroa, informó que ella presentó “su renuncia que tiene carácter de inmediata, debido a las tareas que asumirá”.

Si bien la presidencia de Carmona sólo se extenderá, en principio, hasta inicios de 2024, su llegada a la jefatura partidaria ya era una importante concesión de sectores del PC que aspiraban a dar un salto generacional tras la muerte del anterior timonel Guillermo Teillier.

De hecho, durante la enfermedad de Teillier -quien falleció el 29 de agosto producto de un progresivo deterioro de salud tras contagiarse de Covid a fines del año pasado-, a Carmona nunca se le concedió en términos formales la presidencia subrogante y sólo se le entregó un mandato para representar al partido siempre como secretario general.

La nominación de Figueroa también constituye un logro para los cercanos a Carmona. La expresidenta de la CUT surgió de una propuesta del sector del nuevo presidente comunista y su nombre se impuso a la actual diputada Karol Cariola, quien era la carta que promovía el grupo de militantes más cercano al fallecido Teillier, liderado por dirigentes de edades entre 55 y 30 años.

No obstante, tras la muerte de su líder, por estatutos, inevitablemente correspondía al Comité Central del PC definir la vacante.

Aunque el grupo cercano a Teillier pretendía tomar el control del partido, tradicionalmente el PC ha mantenido una lógica de sucesión por orden generacional. Por lo tanto, había un grupo importante que planteaba que Carmona asumiera la titularidad y continuara más allá del mandato inicial que tenía el fallecido presidente, contemplada hasta inicios de 2024.

En el pleno del Comité Central realizado este fin de semana se acordó que la dupla de Carmona y Figueroa se mantenga hasta las próximas elecciones partidarias que se realizarán el próximo año, una vez resuelto el plebiscito de salida constitucional del 17 de diciembre.

“Ambos compañeros que asumen la directiva del partido cuentan con la absoluta confianza del Comité Central y del conjunto de partido”, sostuvo la declaración del órgano colegiado de la colectividad.

A diferencia de otras colectividades, los comunistas antes de convocar a sus comicios internos desarrollan un congreso partidario que delibera durante varios meses para definir objetivos estratégicos, programas, alianzas y su misma nueva directiva.

Este proceso, que será convocado inmediatamente después del plebiscito de diciembre, comenzará con discusiones desde las células y los comunales, hasta instancias regionales y nacionales. Por ello, cuando se convoque a las elecciones, que podrían ser en marzo o abril de 2024, se espera que la directiva comunista ya tenga resuelto quiénes serán el nuevo presidente, el nuevo secretario general y los otros miembros de la Comisión Política (mesa directiva). Al final la elección de directiva, que se realiza mediante voto universal, pero con un sistema indirecto, termina siendo una suerte de ratificación de una propuesta previamente acordada.

En redes sociales, la diputada Cariola señaló que definieron a Lautaro Carmona y Bárbara Figueroa, “con el fin de normalizar las autoridades unipersonales del partido hasta el próximo congreso nacional que comienza en diciembre”. “Los saludo en esta nueva tarea y cuentan con nuestro apoyo para encabezar el partido en las próximas tareas que nos hemos propuesto”, agregó