Cómo el factor Monsalve reabrió la carrera para ser el primer ministro de Seguridad
El exsubsecretario era la carta que corría con ventaja para el cargo, sin embargo, la denuncia de violación en su contra truncó sus aspiraciones políticas. A pesar de que la puesta en marcha de la nueva cartera depende de la celeridad que le imprima la ministra del Interior, Carolina Tohá, desde los partidos y las bancadas del oficialismo ya comenzó una subterránea competencia.
No sirvió de mucho que esta semana la comisión mixta de diputados y senadores, que desde agosto trabajó para destrabar la reforma del Ministerio de Seguridad, se apurara en resolver los últimos nudos del proyecto.
Aunque la intención del gobierno era acelerar el tranco, despachando la iniciativa a ley a más tardar el próximo lunes, la ausencia de varios legisladores por viajes oficiales y la misma Ley de Presupuesto obligarán a postergar la última ronda de votaciones en el Senado y la Cámara para el 25 o 26 de noviembre.
Por mientras, ya comenzaron a ajustarse algunos plazos. El presidente de la comisión mixta, el senador Iván Flores (DC), dijo que la idea es tener funcionando el nuevo ministerio lo antes posible, tentativamente en agosto de 2025. Sin embargo, en el gobierno son un poco más cautelosos y hablan de un año, independiente de que en el primer semestre de 2025 podría haber una suerte de marcha blanca, con la implementación de algunas entidades de la nueva institucionalidad, como el Sistema de Protección Ciudadana que coordinará las unidades de televigilancia.
A pesar de que la puesta en marcha depende en gran parte de la celeridad que le imprima la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), quien ha sido la encargada de empujar esta reforma -considerada el buque insignia de la agenda de seguridad-, desde los partidos y las bancadas del oficialismo ya comenzó una subterránea carrera para promover a la persona que encabezará la nueva cartera especializada en combatir la delincuencia, mantener el orden público y conducir a Carabineros y a la Policía de Investigaciones (PDI).
La grilla de largada para liderar el ministerio, sin embargo, sufrió un brusco cambio de rostros. El candidato natural con mayores chances, si es que no optaba por volver al Congreso, era el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve (exmilitante PS), sin embargo, la denuncia por violación no solo derribó todas sus aspiraciones políticas, también golpearon al gobierno y a la ministra Tohá.
La otra carta era el ex subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara (PPD), quien si bien era respaldado por su partido, no contaba con apoyos en el propio Ejecutivo. Prueba de ello es que fue removido y reemplazado por la exalcaldesa de Peñalolén Carolina Leitao (ex DC).
El remezón político llevó a los partidos y a los parlamentarios a rebarajar a sus favoritos.
Obviamente, el actual subsecretario, Luis Cordero (independiente), quien reemplazó a Monsalve, también asumió la calidad de candidato natural para el cargo, en vista de que el ministro de Seguridad Pública heredará las atribuciones en este ámbito que hoy están radicadas en Interior.
De hecho, entre los parlamentarios que integran las comisiones de Seguridad del Senado y la Cámara, hay cuatro de ellos (tres senadores y un diputado) a quienes les gustaría ver al exministro de Justicia, exacadémico y abogado experto en Derecho Constitucional y Administrativo a cargo de la nueva cartera.
“Queda tiempo para definir quién tiene el mejor perfil para conducir este ministerio clave. Pero si a mí me preguntan de los que están hoy en el gabinete, creo que la mejor figura es Luis Cordero, tiene la capacidad intelectual, la experiencia, la altura, la prudencia para ser un buen ministro”, dice Flores (DC), quien preside la Comisión de Seguridad del Senado.
Una opinión similar tiene el diputado Andrés Jouannet (Amarillos), quien integra la Comisión de Seguridad de la Cámara. “El exministro Luis Cordero asumió la Subsecretaría del Interior y sus primeras señales han sido buenas. Sus señales ante la Comisión de Defensa con la nueva Ley de Inteligencia han sido buenas. Lo natural es que debiera ser él. No hay que improvisar, queda un año de gobierno”, sostiene.
Sin embargo, entre quienes son parte de las comisiones de Seguridad de ambas ramas del Congreso, hay otro nombre que concita más respaldos incluso: el diputado Raúl Leiva (PS), quien integra esta instancia en la Cámara.
A juicio de siete legisladores que son parte de estas comisiones legislativas especializadas, Leiva -abogado, exalcalde y exgobernador de Talagante- es la carta ideal al haber trabajado en el diseño de la nueva cartera.
“Considero que el diputado Raúl Leiva es el nombre idóneo para ser ministro de Seguridad”, señala el diputado Jorge Alessandri (UDI), quien comparte con el legislador socialista en la comisión del área. De hecho, una de las ventajas de Leiva -quien se encuentra en su segundo mandato parlamentario- son sus redes con la UDI y RN, lo que le garantiza, al menos, un período de luna miel al gobierno en la instalación del ministerio.
Tras la caída de Monsalve, Leiva hoy es uno de los favoritos dentro del PS e integra una suerte de terna que pretende proponer su partido, donde también figuran la senadora y presidenta socialista, Paulina Vodanovic, y el otro diputado y vicepresidente de la colectividad, Leonardo Soto. En todo caso, si el Presidente llegara a optar por alguno de ellos, se interrumpiría automáticamente su mandato parlamentario.
El actual senador y exministro del Interior José Miguel Insulza (PS) también fue sondeado por la directiva de su colectividad para esta tarea ministerial, pero él desechó esa oferta.
En el Partido Socialista, sin embargo, hay otra carta: el actual subsecretario de Defensa, Ricardo Montero (PS), abogado, exconstituyente y exasesor de Interior bajo la gestión de Tohá y también del exministro Jorge Burgos (ex DC).
Entre los miembros de las comisiones de Seguridad del Congreso hay una persona que le gustaría que Montero asumiera el desafío. Su principal ventaja, además de su experiencia constitucional, sus lazos en la izquierda y su trayectoria en Interior y Defensa, es su amistad con el Presidente Boric.
El PPD, tras la salida de Vergara, también tiene otro nombre: el senador y presidente del partido, Jaime Quintana, quien a raíz del fenómeno de la violencia en La Araucanía ha trabajado y escrito libros sobre la temática de la seguridad.
En el Frente Amplio y en el PC también pretenden ofrecer nombres al Presidente. Por ejemplo, la actual presidenta del FA y exdelegada metropolitana, Constanza Martínez, y su sucesor, el exalcalde Gonzalo Durán, ambos frenteamplistas, son cartas para el cargo.
En el oficialismo remarcan que tal vez Boric prefiera a una mujer.
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