Con alusión a Israel y Venezuela: el duro discurso de Boric en cita en defensa de la democracia liderada por Lula y Sánchez en la ONU
En su intervención en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, el Mandatario además hizo un mea culpa al señalar que el progresismo ha fallado al no medir con la misma vara quienes se supone representan al sector.
“Me gustaría partir haciéndome una pregunta, no respecto de nuestros adversarios de la ultraderecha, sino respecto a nosotros mismos y por qué hoy día los sectores progresistas también son puestos en duda por parte de la misma ciudadanía”.
Esta fue la premisa utilizada por el Presidente Gabriel Boric arrancar su discurso en el encuentro “En defensa de la democracia, lucha contra el extremismo”, organizado por el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el Presidente de España, Pedro Sánchez. Esto en el marco de la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Estados Unidos.
Entonces, el Mandatario puso como ejemplo lo sucedido tras los intentos de golpe de Estado en Brasil y Estados Unidos, “por parte de (Donald) Trump y (Jair) Bolsonaro”.
“La derecha en muchos de nuestros países dudó al comienzo si condenar o no esos intentos. Y cuando lo hizo en muchos lugares fue ambigua”, dijo, agregando que para justificar esa posición se escudaban en que el progresismo no es claro “en la condena de otras violaciones a la democracia o a los derechos humanos”.
Boric recalcó que le parece importante “que frente a conflictos que desgarran al mundo seamos capaces de tener una sola posición conjunta en los países progresistas”, porque, a su juicio, la violación de los derechos humanos “no pueden juzgarse según el color del dictador de turno que los viole o el presidente que los viole”.
Y luego agregó: “Se llame Netanyahu en Israel o Nicolás Maduro en Venezuela. Se llame Ortega en Nicaragua o Vladimir Putin en Rusia. Se autodefinan de izquierda o de derecha o lo que sea”.
Para después hacer un mea culpa: “Desde los sectores progresistas y para reivindicar la fuerza de la izquierda tenemos que ser capaces de defender principios. Y en eso creo que hay veces que fallamos, porque no tenemos la misma vara para juzgar a quienes se supone son de nuestro lado”.
En ese sentido, sostuvo que hay ciertas materias en las que debe existir “una sola postura sin doble estándar” y que las fuerzas progresistas se ven debilitadas “cuando frente a determinados conflictos adquieren posturas titubeantes o en función de intereses o defensa de amistades malentendidas o colores políticos en vez de principios”.
“Como el tema de Venezuela en nuestra política interna ha causado un daño tremendo a la emergencia de las izquierdas”, expresó.
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