Consejo finaliza su trabajo y en votación dividida despacha su propuesta de nueva Constitución
El plenario del órgano redactor realizó su última sesión para votar el texto íntegro que redactaron los 50 consejeros. Durante todo el debate hubo palabras de la oposición defendiendo el contenido e intervenciones del oficialismo criticando el borrador y anunciando su postura por el "En contra". Ahora que la eventual nueva Carta Fundamental quedó despachada, solo quedará la ceremonia del 7 de noviembre, en que se le entregará al Presidente Gabriel Boric.
En el último pleno del Consejo, cuando le tocó su turno para intervenir, la consejera de RN Ivonne Mangelsdorff (RN) por la Región de O’Higgins elevó los ánimos al interior del hemiciclo de la Cámara en Santiago.
“Alguna vez Margaret Tatcher, una destacada líder lo dijo, cuando un comunista habla, miente. Cuando calla, encubre. Cuando tiene poder, roba y persigue a los que piensan distinto a aquellos. Cuando no tiene poder, destruye. Así han construido la historia. Yo los invito a que no sigamos atrincherados, a que efectivamente el PC no se apodere de nuestro debate porque en democracia todas las fuerzas políticas confluyen a favor y porque Dios y la ciudadanía quiere, votaré ‘A favor’ de este texto el 17 de diciembre”, dijo Mangelsdorff.
Eran pasadas las 12.15 de la tarde de este lunes, el pleno llevaba casi dos horas de debate en el que cada consejero y comisionado contaba con seis minutos para intervenir. Apenas se terminaron las palabras de la consejera de RN, los aplausos por un lado y las pifias por el otro lado se tomaron el pleno. No solo eso, también hubo interpelaciones y gritos cruzados fuera de micrófono. El ambiente de división entre la izquierda y la derecha se tomaba el espacio y se transformaba en la postal para cerrar este segundo proceso constitucional.
La presidenta del Consejo, Beatriz Hevia (republicana), tuvo que tomar la palabra y exigir respeto a todos los presentes. La comisionada Catalina Lagos (PS) levantaba las manos en señal de evidente molestia. Los consejeros comunistas, enfocados por la transmisión oficial, se reían con evidente ironía.
Pese a que las palabras de Mangelsdorff fueron la excepción, todos los presentes demostraron una sensación común: el Consejo llega a su fin con una evidente división entre la derecha y la izquierda. El órgano llegó a su desenlace luego de cinco meses de trabajo en que, pese a que todos hicieron reiterados intentos y cuidaron el tono hasta el final, no fue posible llegar a un acuerdo político transversal que se viera reflejado en un texto de consenso.
De hecho, ese mismo ánimo se vio reflejado en la última votación del pleno, el que ratificó la propuesta del Consejo con votación dividida: 33 votos a favor, que corresponden a todos los representantes de derecha, y 17 en contra, que son los integrantes que tiene la izquierda.
Las intervenciones
Durante el pleno los consejeros comenzaron a marcar sus posturas de cara al plebiscito del próximo 17 de diciembre. “Esta Constitución es un camino estrecho por donde podrán pasar solo unos pocos, con Salvador Allende en la memoria, yo voto ‘En contra’ del texto final”, afirmó el delegado socialista Alejandro Köhler.
El consejero de Los Ríos fue el primero en abrir las palabras del debate. Horas después, luego del receso para almorzar, Köhler junto al resto de los delegados, consejeros y comisionados de izquierda hicieron un punto de prensa para oficializar la postura de todo el bloque oficialista en contra del texto.
La tónica del pleno fue de palabras en contra y palabras a favor. “Esta propuesta trae esperanza. Esta Constitución es buena, está bien hecha, a la izquierda no le gusta y la caricaturiza porque tiene miedo de que el éxito de esta Constitución termine con su relato y le cierre la puerta a las ideologías que tanto daño le han hecho a millones en el mundo”, aseguró la consejera republicana Ángeles López.
Algunos también aprovecharon de defender el texto ante las críticas que se han realizado durante las últimas semanas. “El nuevo texto constitucional no puede tacharse de partisano, pues las votaciones de manera mayoritaria alcanzaron un significativo consenso entre todos quienes participaron en su redacción y más del 70% de ellas votadas con un alto nivel de acuerdo”, explicó el comisionado de RN Teodoro Ribera.
La experta de la DC, Alejandra Krauss, hizo el contrapunto: “Los grandes acuerdos transversales que pedía el país no fueron la prioridad. Se redactaron normas de solo un sector del país, muchas técnicamente incorrectas, contradictorias y populistas. ¿Es eso amar a Chile? No solo lo dudo, lo niego. No entendimos, no entendieron cuál era el desafío que la ciudadanía le planteaba al país. Otra vez más hemos perdido una oportunidad histórica”.
En un tono similar, la comisionada de CS Antonia Rivas -quien fue asesora durante la Convención- lamentó que no se pudiera llegar a acuerdo. “Fracasamos por la misma razón que el proceso anterior. Los que sacaron más votos creyeron que la respuesta correcta era escribir una Constitución por sí mismos, con exclusión del resto”, dijo la experta del Frente Amplio. Rivas luego agregó: “Lo que se ofrece aquí no es una nueva Constitución, es el reforzamiento y la petrificación de la Constitución vigente, es la profundización del legado de la Constitución que queríamos cambiar”.
Desde los republicanos fue el consejero Paul Sfeir quien también hizo el punto comparando con el proceso anterior. “Quienes no cumplieron fueron los señores del frente, la izquierda volvió a repetir el error de la Convención, que los convirtió en estrepitosos perdedores. El error de insistir en imponer su tan antidemocrático todo o nada”, aseguró Sfeir.
El comisionado Francisco Soto (Ind.-PDD) también aprovechó de exponer su juicio ante el texto despachado. “Si uno somete el actual texto del Consejo a los estándares que los constitucionalistas anticiparon hace más de una década, no pasa la prueba”, dijo el académico basándose en dos libros publicados por el CEP.
En la vereda opuesta, el delegado de los republicanos, Luis Silva, defendió el texto que redactó junto a su bancada de 22 consejeros. “Esa mañana de diciembre los electores vamos a enfrentar dos opciones: una a favor de la seguridad y otra en contra. Al votar ‘A favor’ tengo la seguridad de qué es lo que pasará, sé que se cierra un proceso y conozco la regla con que se gobernará Chile en adelante. Al votar ‘En contra’, se abre un camino de pura incertidumbre”, comentó el consejero.
El comisionado Domingo Lovera tomó distancia del optimismo manifestado por la derecha. “Este texto, de aprobarse, espero que no, cargará sobre sus hombros la misma maldición que la de 1980: ser el reflejo de las decisiones de una parcialidad dominante. Es, en definitiva, una propuesta corrompida”, dijo el comisionado de RD.
Desde el PC, la consejera Karen Araya expresó también su negativa al texto. “¿Por qué el Partido Republicano, Chile Vamos y Kast estarían a favor de cambiar la Constitución de 1980, que siempre han defendido férreamente? La explicación es que esta Constitución es más de derecha que el texto vigente, es más conservadora y es una que va a profundizar las desigualdades (...). Voto ‘En contra’ por el pueblo de Chile”, sostuvo Araya con el puño en alto.
Las intervenciones de la derecha, en general, fueron para defender el texto. Sin embargo, el consejero Edmundo Eluchans (UDI) aprovechó sus minutos para hacer una autocrítica sobre el rol que jugó su propia coalición. “Nosotros en Chile Vamos pretendimos ser un punto de encuentro entre las izquierdas y republicanos. Hoy con un dejo de decepción digo que no pudimos lograrlo. No fuimos un puente, no obstante la cantidad de disposiciones que fueron aprobadas por unanimidad, porque acuerdos en temas complejos donde tenemos posiciones distintas con todos han sido pocos”, dijo el exdiputado gremialista. A su vez, la consejera Pilar Cuevas (RN), aclaró que dichos “puentes fueron cortados una y otra vez” por la izquierda.
Sobre ese mismo punto, el comisionado UDI Hernán Larraín explicó: “Es cierto, no hubo un gran acuerdo político como el que muchos buscamos y propiciamos majaderamente. Unos y otros nos culparemos de lo ocurrido, las minorías dirán que se pasó máquina, aunque olvidan que negaron sus votos en materias que satisfacían sus reivindicaciones”.
La presidenta de la Comisión Experta, Verónica Undurraga (Ind.-PPD), partió sus palabras comentando que “vencer al adversario nunca ha sido la receta para un proceso constituyente”, haciendo referencia a la estrategia tomada por los republicanos. Luego añadió: “La propuesta profundiza el Estado subsidiario en su dimensión económica, limitando en exceso la capacidad regulatoria del Estado y la posibilidad de tener políticas públicas basadas en evidencia y con componentes solidarios propios de un Estado social”.
Con la última votación ya zanjada, el texto quedó listo para el hito final del proceso: entregar la propuesta constitucional de manera oficial al Presidente Gabriel Boric, el próximo 7 de noviembre.
Cuando eso ocurra, el Mandatario podrá convocar al plebiscito. El referéndum, según lo establece la Constitución, será el 17 de diciembre y la papeleta tendrá dos opciones: “A favor” o “En contra”.
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