Consulta ciudadana sobre política de comercio exterior del gobierno genera críticas entre excancilleres y expertos
Proceso participativo que prepara el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, para delinear la política de comercio exterior del país podría generar -a juicio de exautoridades y expertos- mayores incertezas ante socios estratégicos.
Dudas transversales generó en el mundo político la consulta ciudadana que prepara el gobierno para recoger las percepciones de la sociedad civil y el mundo empresarial con el objetivo de delinear y legitimar la estrategia de comercio exterior que impulsará el gobierno del Presidente Gabriel Boric.
A cargo de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, liderada por José Miguel Ahumada, el Ejecutivo alista un proceso de participación -tal como adelantó La Tercera- a realizarse entre agosto y octubre de este año, para “legitimar” las decisiones que se tomen en este ámbito durante esta administración y, a su vez, dar certeza a todos los stakeholders, sobre todo en el marco de la revisión de algunos tratados de libre comercio.
La idea no cayó bien entre expertos en comercio internacional, como tampoco entre excancilleres y parlamentarios. Fueron las exencargadas del programa de Política de Exterior de Yasna Provoste (DC) y Paula Narváez (PS), Paz Zárate y Paulina Astroza, respectivamente, quienes alertaron sobre la complejidad de someter materias de esta naturaleza a un proceso así.
La abogada experta en derecho de inversión internacional, quien siguió de cerca el programa presidencial de Provoste y luego el del propio Boric, sostuvo que la necesidad de legitimar su estrategia en la materia implica que de por sí que esta es “ilegítima”.
“Es muy delicado cómo esto se plantea, cómo se comunica, cómo se gesta. Uno, pienso que no es necesario hacerlo; dos, pasa a llevar el contrato de los votantes, porque yo votante de Boric en segunda vuelta no voté por esto. Tres, el timing. Si fuese necesario hacer esta consulta, y hubiera estado incluida en el programa de gobierno que se presentó al electorado tres semanas antes de la primera vuelta, hay que preguntarse si es el mejor momento. Y cuando la economía mundial experimenta un shock sistémico debido a la guerra y cuando la pandemia en Chile no ha terminado, mi impresión es que no “, explica Zárate.
En un hilo que la experta hizo a través de Twitter, advirtió que el “nombramiento del subsecretario Ahumada ya era señal de alerta, pues su labor académica refleja de modo consistente la idea de que el libre comercio constituye un arma del imperialismo. Aunque hoy este background se minimice, desde el punto de vista de nuestros socios es relevante”.
En la misma línea, Astroza, quien lideró el programa de Narváez en esta materia, alertó: “¿Cuántos se han leído el TPP-11 y lo han entendido? A mí me queda grande en muchos temas y eso que sé de DI y RR.II. ¿Cuántos entienden qué es un tratado y qué es responsabilidad internacional?”.
“El actual escenario internacional es lo suficientemente incierto y lleno de riesgos como para sumarle más desde lo interno. Chile vive de su comercio exterior. ¿Hacia dónde quiere este gobierno llevarnos en este ámbito? ¿Tienen una clara hoja de ruta más allá de someter a consulta?”, agregó la experta en derecho internacional.
El excanciller Heraldo Muñoz también manifestó sus dudas al respecto. “Me ha llamado la atención esta consulta no vinculante en materia de política comercial internacional. Mis comentarios al respecto los haré de manera reservada a la autoridad competente”, afirmó.
Su par Ignacio Walker, en tanto, dijo esperar que la consulta se lleve a cabo con una “visión desprejuiciada”. “El programa de gobierno de Apruebo Dignidad habla de revisar los tratados comerciales y de inversiones, en un esquema de neosoberanismo que solo puede significar un retroceso para el país, en momentos en que se necesita impulsar un desarrollo vigoroso, y por supuesto sustentable. Desprejuiciado también desde el punto de vista de la visión del subsecretario que lleva años escribiendo acerca de cómo el libre comercio es una expresión del ‘imperialismo estadounidense’”, dijo.
Y agregó: “Hagamos todas las consultas necesarias en la perspectiva de actualizar y modernizar los TLC, pero que ello no signifique dar al gobierno un pretexto para postergar las decisiones asociadas a la conducción de la política exterior, las que recaen en el Presidente de la República en su calidad de Jefe de Estado. Es demasiado lo que está en juego”.
El exministro de Hacienda Andrés Velasco recordó, por su parte, que “en su programa de segunda vuelta, el Presidente Boric abandonó la demencial idea de reabrir los tratados internacionales firmados por Chile. Sería bueno que el subsecretario Ahumada explique por qué insiste en echar pie atrás en lo prometido”.
En el Congreso el tema también fue comentado por algunos legisladores. El senador Matías Walker (DC), de hecho, cuestionó duramente a Ahumada en redes sociales. “Qué desastre de subsecretario. Elegimos un gobierno para que tomara decisiones en materia de relaciones internacionales; buenas o malas, tienen que tomar decisiones”, escribió.
El excandidato a la Presidencia José Antonio Kast advirtió -a su vez- que “la política de comercio exterior ha permitido el progreso y desarrollo de millones de chilenos en los últimos 40 años. Increíble la ignorancia, soberbia e hipocresía de los nuevos gobernantes, que creen que con ellos comienza todo”.
Pese a las críticas desde la Subrei destacaron que estos procesos son positivos y están contemplados y recomendados en los estándares de la OCDE.
La exDirecon Paulina Nazal, a su vez, sostiene que “el mundo cambió y no hay que tenerle miedo a la participación ciudadana. No hay que tenerle miedo a estos procesos participativos, por mi experiencia la gente entrega respuestas razonables y si bien hay muchas críticas siempre son constructivas. Además, no es primera vez que se hace un proceso participativo. Nosotros hicimos uno con las pymes a través de ProChile y también cuando organizamos la APEC para definir las prioridades”.
Y agrega: “Esto lo hizo Nueva Zelanda y es un proceso que hay que tener súper claro que no es un plebiscito, es optativo, y tiene un desafío claro y es preparar a Chile para enfrentar los desafíos del corto plazo. Además, lo que más me gusta del proceso es que va a haber un Consejo Asesor Independiente lo que le da mucha más validez. Si se hace bien esto puede ser muy beneficioso para Chile”.
En esa misma línea, la ex coordinadora técnica de la negociación del TLC Chile-EEUU, ex directora de ProChile y profesora del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Alicia Frohmann, señala que “las consultas me parecen una muy buena iniciativa que permitirá dar continuidad y ojalá ampliar y sistematizar procesos de consulta que también se hicieron en el pasado con Lagos y Bachelet. Un problema fue que no se institucionalizaron y dependían de la autoridad de turno. El proceso más amplio de consultas públicas fue el de la negociación del TLC con EE.UU. Incluso durante la negociación hubo cuartos adjuntos con empresarios, sindicatos y sociedad civil. Tenemos ahora una oportunidad de institucionalizar y sistematizar las consultas como lo hacen también nuestros principales socios comerciales. Esto permitirá actualizar y fortalecer la futura política comercial. También aprovechar mejor las iniciativas bilaterales y plurilaterales sobre temas laborales, ambientales y de género que se han ido desarrollando en los acuerdos”.
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