Delegados presidenciales en épocas de catástrofes: los enlaces de las otras crisis
Este martes partió la gira de Paulina Saball, la delegada presidencial por los incendios forestales en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía. Cargo creado en 2008 con el nombramiento de Paula Narváez tras la erupción del volcán Chaitén, desde entonces todos los mandatarios han nombrado a diversos personeros para tareas similares.
El viernes pasado, el Presidente de la República, Gabriel Boric, designó como delegada de reconstrucción a Paulina Saball (PPD), quien inició este martes su despliegue por las zonas afectadas. A la exministra de Vivienda del segundo gobierno de Michelle Bachelet, quien es trabajadora social, le tocó liderar la reconstrucción en diferentes catástrofes que azotaron al país en ese periodo. En 2014, hizo frente al terremoto del Norte Grande, además de los incendios en Valparaíso; en 2015, el terremoto en Coquimbo, y en 2017 los incendios en Santa Olga. Hoy, nuevamente, le toca dirigir la reconstrucción por incendios forestales, esta vez en el centro-sur del país.
Durante su labor en el incendio en los cerros de Valparaíso (2014) -que destruyó 2.900 viviendas-, parlamentarios de RN y la UDI acusaron que el proceso estaba siendo lento, interpelando a la exministra en la Cámara de Diputados.
La actual catástrofe ha afectado a las regiones de Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía y Los Ríos, consumiendo 425 mil hectáreas en total. Según lo indicado este lunes -antes del mediodía- por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, hay 82 incendios forestales activos actualmente.
En este marco, los enlaces de otras crisis que han afectado a Chile han tenido un papel fundamental para enfrentarlas de manera eficiente. Sin embargo, no todas las gestiones fueron vistas con buenos ojos.
Fue en 2008 que se creó la figura de un delegado presidencial para hacer frente a una catástrofe. Tras la violenta erupción del volcán Chaitén en mayo de ese año, la entonces Presidenta Bachelet nombró a Paula Narváez (PS) -quien había sido seremi del Trabajo de la Región de Los Lagos- como delegada para su reconstrucción. Tanto su nombramiento como su labor estuvieron marcados por tensiones, luego de que defendiera el traslado de la ciudad de Chaitén. Ello llevó a que en febrero de 2009 debiera incluso salir con escolta policial de una cita que tendría con un grupo de chaiteninos que eran opositores al traslado.
“Ellos niegan una parte de la realidad. Esto es un fenómeno de la naturaleza, no lo provocó el gobierno”, respondió Narváez.
Sin embargo, aunque tuvo dificultades, ese mismo cargo -y la cercanía que suele tener con el mandatario de turno- llevó a que Narváez terminara siendo nombrada en 2009 como una de las voceras de la segunda campaña presidencial de Eduardo Frei, quien terminó siendo derrotado por Sebastián Piñera.
De ahí en más, todos los gobiernos han recurrido a esta figura.
Dos años después, en 2010, tras el terremoto y tsunami de febrero de 2010 que afectó a las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía, el entrante Presidente Piñera también acudió a una figura nueva para la institucionalidad para hacerle frente: un comité de emergencia cuyo secretario ejecutivo fue Cristóbal Lira, ahora alcalde de Lo Barnechea. En julio de 2011, el Mandatario designó a Felipe Kast como delegado presidencial para las Aldeas y Campamentos de Emergencia, quien había recién salido de su cargo como ministro de Planificación. Sin embargo, los mismos habitantes de campamentos no recibieron bien el nombramiento de Kast, a quien calificaron como “figura cosmética”. En la comuna de Talcahuano, reclamaron que existían desprolijidades en los puntos de las fichas de protección social y un retardo en la postulación a subsidios.
Con el cambio de gobierno a la segunda administración de Bachelet en 2014, Paula Forttes fue designada como delegada presidencial para la reconstrucción en zonas afectadas por el 27/F. Exdirectora del Servicio Nacional del Adulto Mayor, entre sus funciones estuvo -según Bachelet- “apurar el proceso de reconstrucción que aún no termina”, para lo cual debía dirigir un catastro para determinar el avance de las obras después del terremoto. Su nombramiento fue criticado por exministros de Sebastián Piñera, como Rodrigo Pérez Mackenna y el propio Kast, quienes acusaron “un aumento de la burocracia”.
Forttes -de profesión trabajadora social- también tuvo una relación de cercanía con Bachelet: en marzo de 2015 la nombró como directora sociocultural de la Presidencia para reemplazar a su hijo, Sebastián Dávalos, quien salió del cargo tras el caso Caval.
Dos años después, en el verano de 2017, el país también afrontó incendios forestales en las zonas centro y sur, afectando principalmente a las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío.
La “tormenta de fuego” de 2017 significó la pérdida de un 2,2 % de la superficie remanente, que era un 46,8% de la superficie potencial de ecosistemas terrestres, según la Conaf. Este evento fue calificado como el más catastrófico en la historia de la protección de la naturaleza en Chile. Además, Santa Olga, ubicada en la Región del Maule, fue totalmente destruida. Años más tarde, se invirtieron más de $ 37.000 millones para su reconstrucción.
En esa instancia, la expresidenta Bachelet designó como coordinador nacional para la reconstrucción al exministro de Bienes Nacionales y exsubsecretario de Obras Públicas Sergio Galilea.
La decisión fue cuestionada, porque Galilea en 2008 estuvo al frente de la crisis por la erupción del volcán Chaitén como intendente de Los Lagos, y en 2014 fue investigado por la Contraloría durante su administración como intendente y labor de reconstrucción después de la erupción, la causa: “los bonos Chaitén”. El órgano contralor detectó irregularidades en la entrega de los bonos, por lo que Galilea debió enfrentar un juicio. Más tarde, fue absuelto con sanción administrativa. El exministro, en todo caso, se defendió diciendo que tenía los papeles limpios.
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