Diputado Henry Leal (UDI) y el proceso constituyente: “Comparto lo que ha dicho Evelyn Matthei, de que marcarse hoy día con la opción ‘A favor’, es un error”
A contrapelo de lo que ha dicho el presidente de su partido, Javier Macaya, el parlamentario por La Araucanía defiende su opción de estar "En contra" en el plebiscito de diciembre. El legislador advierte que, en caso de salir derrotados, "hay un riesgo de que después nos acusen que tuvimos una derrota cultural en una votación, cuando en la realidad no es así".
El diputado por La Araucanía, Henry Leal (UDI), ha sido una de las principales voces por la opción “En contra” de la propuesta de nueva Constitución, que se someterá a votación en el plebiscito del 17 de diciembre.
Su línea es contraria a la que ha impulsado la directiva gremialista liderada por el senador Javier Macaya, quien se la jugó públicamente por el “A favor”.
¿Por qué promueve la opción del “En contra”?
Partimos siempre diciendo que queríamos que esto se aprobara para cerrar el ciclo. Pero así como están las cosas, y como opina la mayoría de los chilenos, si tuviera que votar mañana, lo más probable es que votaría en contra. A la ciudadanía le da lo mismo lo que se escriba, porque no está informada. Y lo que está ocurriendo es que se están escribiendo muchas normas que nos gustan como sector, que hemos defendido por años, como la libertad de elegir en educación, salud, seguridad social. Pero lo que puede ocurrir es que queden todas estas ideas plasmadas, y que la ciudadanía igual vote en contra. Es un poco delicado tomar una posición hoy día como sector respecto del “A favor”, sin que estén aún terminadas las votaciones definitivas.
¿Le preocupa que si se rechaza el texto, la izquierda lo use como argumento para decir que las ideas de derecha no son aprobadas por la ciudadanía?
Mi preocupación es que le demos un segundo aire al gobierno. Un gobierno que está en el suelo, que está derrotado. Y que ahora queden plasmado en el texto ideas por las que hemos luchado por años y que, sin embargo, se puede votar en contra. Eso le podría dar un segundo aire al gobierno. Y por eso hay un riesgo demasiado grande de marcarse a priori, sin que esté aún terminado el texto definitivo. Comparto lo que ha dicho Evelyn Matthei, de que marcarse hoy día con la opción “A favor”, es un error.
¿Ve un riesgo de que se desarme el eje del 62% en el pasado plebiscito de salida, que reunió a republicanos, Chile Vamos y fuerzas de centro?
Me preocupa, y creo aquí representar a muchas personas, que pasemos de ser un sector del país que estuvimos en el 62% a ser la minoría. Cómo se pueden enfrentar a futuro los próximos procesos electorales, sobre todo que queden plasmadas ciertas ideas que hemos luchado durante décadas y que igual sean derrotadas. Hay un hastío del proceso, siento que para una parte importante de ese 62% que se pronunció, el proceso se cerraba ahí. Y hoy día, como eso no ocurrió, hay una desazón en contra del proceso, más allá del texto que queda escrito. Y eso es muy peligroso. Hay un riesgo ahí de que después nos acusen que tuvimos una derrota cultural en una votación, cuando en la realidad no es así.
¿Un fracaso afectará electoralmente a la derecha? Hay municipales en 2024 y parlamentarias en 2025.
Le daría un nuevo aire a un gobierno que está en el suelo. Yo veo que en las regiones el “En contra” está muy fuerte. En La Araucanía mayoritariamente está el “En contra”.
¿No es contradictorio rechazar un texto que gusta a la derecha?
La pregunta es, ¿debe ser una Constitución para nosotros? ¿Tenemos que seguir mirándonos el ombligo nosotros mismos? ¿O queremos que le dé estabilidad a Chile en los próximos 50 años? Porque o si no, vamos a terminar aprobando una Constitución por un 50% y la izquierda al día siguiente saldrá insistiendo que el tema no está cerrado. A mí me gustaría un texto que se apruebe por una amplia mayoría.
¿No cree que se pueda revertir el resultado? En la encuesta Cadem evolucionó el “A favor”.
Como están las cosas hoy día, lo más probable es que se rechace. Es una realidad. Si se votara mañana se rechaza, sin ninguna duda. Yo estoy más inclinado por votar “En contra”. Sin embargo, si se movilizan todos los sectores, se cambian cosas importantes del texto, puede que quede una Constitución que le dé garantías a la gente de centro, gente moderada. Tenemos que aspirar a eso.
Macaya dijo que si el proceso fracasa, salpica a toda la clase política.
Si esto se rechaza, se cierra. No hay tercer proceso, se acabó. La ciudadanía hablaría tres veces. Así que no es un fracaso para la clase política. Si se rechaza va a seguir vigente la actual Constitución, que es una buena Constitución. La gente ya entendió que la Constitución no es la que resuelve sus problemas. Acá se engañó a la gente por muchos años diciendo que el problema es la Constitución, y la ciudadanía se dio cuenta de que no es así. Que las prioridades se resuelven mediante leyes. La gente tiene como prioridad la seguridad, el costo de la vida, las listas de espera.
Pero la Constitución actual será más fácil modificarla, pues se rebajaron los quórums de las reformas constitucionales.
Fue un error haber rebajado los quórums a 4/7. Nunca estuve de acuerdo. Si la ciudadanía se pronuncia, no puede haber una insistencia, un tercer proceso. Sería inaceptable.
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