El estudiado mensaje de Piñera y la intensa jornada que se vivió en La Moneda
Mandatario recogió varias opiniones de sus asesores, ministros y también recurrió a Andrés Chadwick y Gonzalo Blumel.
“El gabinete es como una familia y yo quiero saber cómo votó el padre de familia”. Esa fue la pregunta que le lanzó ayer, a modo de broma, la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, al Presidente Sebastián Piñera, quien votó a las 8.40, por primera vez en la comuna de Las Condes, tras cambiar su domicilio electoral.
La secretaria de Estado hizo la consulta durante el comité político extraordinario que el Mandatario encabezó en La Moneda, a partir de las 18.00, para analizar la jornada del plebiscito. Así, Rubilar preguntó lo que, hasta ahora, Piñera ha mantenido en reserva y que, de hecho, varios de sus asesores también querían saber ayer: si es que había votado por el Apruebo o el Rechazo. Piñera, sin embargo, no les contestó.
La escena daba cuenta del ambiente que se vivió en Palacio, que es calificado como positivo por personeros del Ejecutivo, aunque lleno de nerviosismo por el resultado, durante una intensa jornada al interior de la sede de gobierno.
Al Mandatario le preocupaban al menos tres cosas: el porcentaje de participación, que no hubiera incidentes y que el proceso terminara con éxito.
Pero más allá del proceso propio de la jornada, Piñera tenía otra inquietud a la cual dedicó varias horas de su semana: el discurso que emitió ayer, pasadas las 21.30, en el Patio de los Naranjos de La Moneda.
El Mandatario quería entregar un mensaje que tuviera una buena recepción, pero que también delineara que, más allá del proceso constituyente, no iba a “dejar de lado” las otras prioridades de la ciudadanía. Asimismo, en el gobierno señalaban que para el Jefe de Estado era relevante hablar, porque no quería quedar al margen de un hito que él siente que también ayudó a impulsar con su llamado a acuerdo el 12 de noviembre del año pasado, y que, por ende, también quiere “capitalizar” el proceso.
Para eso, afirman en Palacio, consultó varias opiniones de su equipo de asesores y del comité político, pero también recurrió a excolaboradores. Así, el Jefe de Estado recibió recomendaciones de sus exministros del Interior Andrés Chadwick y Gonzalo Blumel. En el Ejecutivo agregan que este último, de hecho, se involucró harto en el tono y mensaje de la alocución del Mandatario, con quien conversó en varias oportunidades.
Blumel, dicen en Palacio, le recomendó al Presidente que no era momento de entrar en el contenido de una nueva Constitución, que era un día de plantear ideas generales y poner el peso en la ciudadanía. Luego, durante la reunión con su comité político, ministros también le recomendaron que pusiera énfasis en que el plebiscito era un triunfo de la ciudadanía.
Finalmente, el Mandatario recogió algunas de esas ideas, luego bajó al Patio de las Camelias, donde se encontraba el resto del gabinete -lugar en el que comieron completos y churrascos frente a varios monitores de televisión-, y conversó con algunos de ellos. Luego, volvió a su oficina.
A esas alturas, el Jefe de Estado, afirman en el gobierno, ya estaba impaciente, quería hablar y sus instrucciones fueron que luego del cómputo que entregara el Servel saldría a dar a una declaración. Y así lo hizo.
Con una cuidada puesta en escena, flanqueado por sus ministros, Piñera partió diciendo que “hoy han triunfado la ciudadanía y la democracia”.
En ese sentido, llamó a la unidad y sostuvo que “hasta ahora la Constitución nos ha dividido” y que ahora debe ser un marco de unidad. Además, recordó que fue él quien propuso el 12 de noviembre un triple acuerdo, entre otras cosas, por una nueva Constitución. Asimismo, manifestó: “Pido su ayuda para poder cumplir con mis responsabilidades”.
Al término de su alocución, Piñera y su gabinete salieron a la Plaza de La Constitución -donde no se permitió que lo acompañara la prensa y había una bandera de Chile proyectada con luces- y se tomó una fotografía con los ministros, quienes lo aplaudían.
En La Moneda, hasta la madrugada, el balance del proceso del plebiscito era positivo. En cuanto a los resultados preliminares, en Palacio afirman que era dentro de lo que esperaban y lo que manejaban de acuerdo a los sondeos de opinión. Eso sí, algunos ministros transmitían que a Piñera le preocupaba la diferencia entre el porcentaje del Apruebo y el Rechazo por las implicancias que eso podría tener en Chile Vamos. Por lo mismo, su apuesta de hoy es instar a la unidad del sector.
Los ministros, en tanto, se veían -dicen en el gobierno- de buen semblante, salvo el canciller Andrés Allamand, quien era uno de los rostros del Rechazo.
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