El fallido documento por un acuerdo nacional que impulsaban sectores del oficialismo y oposición

Santiago.

El texto estaba siendo promovido por personeros de Chile Vamos y de la centroizquierda, desde donde surgió la idea. El escrito había sido apoyado inicialmente por figuras como Mariana Aylwin, Soledad Alvear, Jorge Correa Sutil, Óscar Garretón, José Miguel Insulza, Mario Desbordes, Jaime Bellolio y Francisco Undurraga, entre otros. Sin embargo, no prosperó.


“Tiempo de un acuerdo nacional”. De esta manera se titulaba un documento de dos páginas que durante las últimas semanas comenzó a ser socializado entre personeros de la oposición y del oficialismo.

El texto, que contiene dos partes, provenía de una idea del grupo denominado Cambio Democrático, el que comenzó a buscar adeptos, entre ellos, a Mariana Aylwin, Soledad Alvear, Jorge Correa Sutil, Óscar Garretón y José Miguel Insulza. Así, el documento comenzó a ser socializado también con personeros de Chile Vamos, entre ellos, el presidente de RN, Mario Desbordes, y los diputados Jaime Bellolio (UDI) y Francisco Undurraga (Evópoli), entre otros.

Las gestiones se produjeron en medio de las tratativas que comenzaron a instalarse para generar un gran pacto social pospandemia, idea que, por estos días, divide al oficialismo: mientras hay un grupo que impulsa la idea de avanzar en esa línea, otros mantienen resistencia debido a que argumentan, entre otras razones, que no están las condiciones para avanzar hacia un consenso con la centroizquierda.

En este contexto, el documento que había sido socializado se divide en dos partes: un diagnóstico y las propuestas. En relación a lo primero, se señala que hay tres crisis y una sola respuesta. “Se vienen tiempos duros. La grave crisis sanitaria provocada por el virus Covid-19, en Chile y en el mundo, nos pone hoy frente a un nuevo desafío moral: lograr unidad frente a un adversario aciago que puede llevarse la vida de miles de compatriotas”, parte diciendo el texto. Y agrega: “No es tiempo de inútiles enfrentamientos ni de beneficios políticos o electorales; tampoco de acciones y protagonismos que nos llevarían directamente al caos en la presente emergencia nacional”.

Asimismo, en el escrito se plantea mirar hacia el futuro y las consecuencias que tendrá la pandemia en el país. En ese sentido, se plantea una propuesta de acuerdo nacional 2020-2022. En primer lugar, se propone un programa social relevante y sostenible. “Las medidas de la agenda social que se han ido implementando y que han aumentado significativamente a causa de la crisis sanitaria, han sido positivas, pero deberán ser instaladas en el marco de un sustantivo programa de reformas en el muy próximo futuro”, se afirma.

En segundo lugar, se plantea un consenso en seguridad ciudadana y orden público. “Sin seguridad, tranquilidad y normas de convivencia no sería posible la vida en comunidad ni el Estado de derecho: el arbitrio, la barbarie, la anarquía y el poder del más fuerte se impondrían, sobre todo durante el combate a la amenaza sanitaria que estamos viviendo”, se afirma en el texto.

En tercer lugar, se pide acuerdo respecto a la “recuperación y crecimiento de la economía”. Así, se señala que la “crisis social y una crisis sanitaria están poniendo la economía nacional y los ingresos del Estado ante una grave prueba. A los 300 mil despidos después del estallido social, se agregarán aquellos derivados de los quiebres de empresas, en especial de las pymes y de los trabajadores independientes constreñidos a cesar sus actividades laborales”.

Finalmente, el texto cierra señalando que “así como el 15 de noviembre se abatieron los muros de la intransigencia ante el peligro inminente que amenazaba a la democracia de nuestro país, abriendo paso a un proceso hacia una nueva Constitución, hoy las fuerzas genuinamente comprometidas con el bienestar y la seguridad de todas y todos deben oponer un frente unido ante la amenaza del virus y sus consecuencias sociales y económicas”.

Si bien las conversaciones iban avanzadas, a tal punto que varios parlamentarios alcanzaron a firmarlo, el texto no prosperó.

En el oficialismo y en la oposición dicen que algunas figuras de la centroizquierda comenzaron a descolgarse del escrito y que el documento finalmente no generó consenso. Esto, según parlamentarios de Chile Vamos, debido a que varios de los que lo estaban apoyando, entre ellos Aylwin, habían suscrito tiempo atrás un documento contra la violencia que terminó generando fuertes reparos.

“Hubo una iniciativa que impulsó fundamentalmente Cambio Democrático, que es un grupo de militantes socialistas, y que no prosperó porque, de alguna manera, no tuvo apoyo como para que tuviera un impacto como el documento inicial, que se hizo valorando un acuerdo. Y yo creo muchos se asustaron que el documento contemplara avanzar hacia la derecha. Lo que supe es que finalmente se desechó la oportunidad de seguir evaluando hacerlo en este momento, viendo que a lo mejor no era la oportunidad”, comentó Aylwin al ser consultada al respecto.

“Hay un grupo de personas de la Concertación, socialdemócratas moderados y personas que creen en la tolerancia y diversidad, que impulsaron un documento que sostenía la importancia de llegar a acuerdos en la pandemia, así como lo habían hecho otras oposiciones en Europa. Lamentablemente, no surtió el efecto que debía haber tenido, porque, como está a la vista, la oposición, siguió la tesis más radical, que era bloquear los proyectos del gobierno. Me habría encantado que se hubiera llegado a esa conversación que es absolutamente necesaria para superar la pospandemia”, sostuvo, en tanto, el diputado Bellolio.

De todas formas, el legislador gremialista agregó que “soy de los que creen que conversar, dialogar y proponer soluciones de mediano y largo plazo con la izquierda democrática y miembros moderados de la Concertación es algo demasiado necesario para Chile”.

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