Estado de sitio queda en stand by: Piñera explica a Chile Vamos que se seguirá aplicando estado de catástrofe en La Araucanía
Cumbre en su casa duró más de tres horas. Jefes de Evópoli, la UDI y RN se pusieron de acuerdo antes y llegaron a plantearle que se analizara optar por estado de sitio o por el de emergencia. El Presidente y su ministro del Interior explicaron que se va a reforzar el estado de catástrofe -que se reconoce subutilizado- y que la idea es que los militares se involucren más bajo esa herramienta, con medidas como "patrullajes mixtos" junto a las policías, antes de usar otra más drástica, que fue calificada de "última ratio".
“Estamos al límite, pero la última ratio que tenemos es esto”, fue una de las expresiones que le oyeron decir al Presidente cuando la conversación con los jefes de los partidos de Chile Vamos, que anoche fueron a su casa, entró al punto de fondo ante la crisis en La Araucanía: si el gobierno va a ir o no a buscar el más que incierto respaldo del Congreso para decretar estado de sitio en zonas de esa región y aledañas.
Pese a que la presión de actores de la zona por aplicar esta medida ya se había propagado a Evópoli, durante la extensa cumbre el Ejecutivo comunicó que de momento no va a cruzar esa línea. En lugar de eso se explicó a los partidos que se reforzará la aplicación del estado de catástrofe que hoy rige.
La idea de aplicar el estado de sitio era promovida por Evópoli, cuyo mandamás Andrés Molina fue intendente y es diputado por la zona, y cuya cuñada era dueña de una casa patronal incendiada en Lautaro el lunes. Molina había advertido que la región estaba en peligro de una “guerra civil”. Sin embargo, anoche no le pidió al mandatario que decrete estado de sitio como única salida, porque antes se había reunido con los jefes de la UDI, Javier Macaya, y de RN, Rafael Prohens, para acordar que llegaran con una postura de bloque. De esa previa salió el consenso que Molina planteó anoche. Explorar uno de los otros estados de excepción: o el de emergencia o el de sitio.
Según trascendidos, esto habría ocurrido porque entre los otros partidos tenían matices, aunque en líneas gruesas no estaban en contra de que se aplique la compleja medida. Ante eso -de acuerdo a versiones de ambos lados presentes en el encuentro- Piñera no cerró con llave la puerta al estado de sitio, pero tanto él como el ministro del Interior, Rodrigo Delgado (que llegó cuando la cita había comenzado, de regreso de su visita de tres días a la zona), le expresaron a sus partidos que el gobierno quiere agotar todas las posibilidades que hoy provee el estado de catástrofe antes de pasar al de sitio.
Esto, partiendo por involucrar más a las Fuerzas Armadas en la crisis, a través de medidas como los “patrullajes mixtos” que debutaron esta semana, con fuerzas conjuntas entre Carabineros, la PDI y las Fuerzas Armadas. Tanto en el Ejecutivo como en los partidos presentes anoche se comentó a La Tercera que hay un análisis compartido de que el estado de catástrofe “no se ha usado al máximo de sus potencialidades”, y que todavía hay herramientas y margen legal para involucrar más al Ejército y otras ramas castrenses en la crisis en el sur.
“Sin duda creo que aquí no se ha negado nada”, declaró a la salida Molina, el único que habló con la prensa que esperaba afuera. E hizo ver que “tenemos la esperanza de que en los próximos días se note un cambio real”, destacando la labor conjunta que están haciendo uniformados y policías en la zona, porque “estamos viendo un trabajo mucho más coordinado en los puntos de control, y que ya hay gente detenida”.
La situación en el sur ocupó gran parte del encuentro (que comenzó pasadas las 19:30 y terminó al filo del toque de queda de las 23:00), en el que participaron más de una decena de personas. Por el gobierno estaba Piñera, Delgado y los ministros Juan José Ossa (Segpres) y Jaime Bellolio (Segegob). Por los partidos fueron los presidentes y secretarios generales de Evópoli, la UDI y RN, además del PRI.
Según testigos, luego de unos 10 minutos iniciales en que el Presidente les comentó los avances del programa de vacunación, y que se ha destacado en comparación a otros países -les entregó hasta un documento-, pasaron al punto de fondo mientras estaban en un sector de la terraza de su casa. Molina abrió en una larga intervención que siguió cuando se cambiaron al comedor, siempre en la terraza, describiendo el cuadro y hasta diciéndole que su familia le criticaba que no se tomaban medidas.
Luego, el timonel de Evópoli le preguntó qué iba a hacer el gobierno en vista de la violencia en la zona, y qué se iba a hacer en materia de estados de excepción, porque la crítica es que las FF.AA. no estaban haciendo todo lo que pueden y que los mandos militares no pueden evadir su responsabilidad. En ese punto, según testigos, le planteó que en las actuales circunstancias solo quedarían dos opciones: o el estado de emergencia o el de sitio. Macaya y Prohens lo habrían secundado.
En la cita también se hizo presente que la coalición no tiene los votos en el Congreso para un estado de sitio; la diferencia es que mientras Evópoli cree que el gobierno tiene que intentarlo, y que si pierde hay que culpar la oposición, la UDI cree que jugar esa carta equivale a una suma cero. De todos modos, los partidos hicieron ver que el gobierno tendrá sus votos en el Parlamento si decide hacerlo.
“Lo que está claro, y lo que también tenemos que explorar, es que tendríamos un rechazo en la oposición”, dijo Molina.
Algunos de los asistentes explicaron que también se ha tenido presente el riesgo que usar el estado de sitio exacerbe más los conflictos sociales y políticos que se arrastran desde fines del 2019, con el consiguiente costo político para el gobierno.
El punto del papel al debe de las Fuerzas Armadas es compartido y, según una versión, anoche el gobierno habría hecho presente un problema que hace rato es vox populi en Chile Vamos: que los militares son bastante reacios o derechamente no desean un estado de sitio (que restringe la libertad de reunión y faculta a detener personas en sus casas) porque eso implica que asumen la primera línea operativa y arriesgarían consecuencias penales.
En vista de eso, el Presidente y Delgado remarcaron que la opción de gobierno es agotar y usar a plenitud el recurso que hoy está antes de pensar en otros. Los presentes narran que Piñera escuchó y dijo que conocía lo que pasa en la zona, y que durante el verano se lo habían expuesto varias veces. El ministro del Interior les explicó también lo que había recogido durante su visita al sur, donde estuvo en varias reuniones junto a mandos militares y policiales. También se habló de que ante este cuadro se evaluaría (aunque de momento no se sabe por cuánto tiempo) si las nuevas medidas funcionan o no.
Versiones de gobierno explicaron después de la cita -en la que también se discutió el mapa electoral y la urgencia de cerrar filas y evitar apoyar a candidatos de derecha descolgados, que compiten por fuera- el Presidente está por jugarse otros ejes, además del control conjunto militar-policial. Uno es un acuerdo político amplio, en el que dicen están colaborando ciertos ministros, y otro es una agenda legislativa. Se le pondrá suma urgencia a algunos proyectos en trámite y se enviarán otros, agregaron. Y que más allá de cómo se haya tratado el tema anoche, asegura una autoridad, en el fondo La Moneda quiere insistir en ese camino y no entrar a la cancha del estado de sitio.
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