Guido Girardi (PPD): "El individualismo de la DC va a hacer que sea una institución más irrelevante"
En la previa del Congreso ideológico del PPD, el legislador apunta a que junto con el PS deben ser las colectividades que convoquen en la oposición. Y asegura que el Frente Amplio no tiene ningún interés en generar alianzas con su partido ni otros de la ex Nueva Mayoría.
Llegando de Punta Cana, Santo Domingo, donde recibió el premio "Ciencia de la Paz", de la Fundación InterAmericana del Corazón por el impulso a la Ley de Etiquetado Nutricional, el senador PPD Guido Girardi se enfocó en otro desafío: el Congreso Ideológico de su partido que se desarrollará hoy. Para esta instancia el legislador – quien en esta entrevista plantea que iría a la reelección senatorial- pide repensar el sector, hacerse cargo de los desafíos del Siglo XXI y apuesta por un "Partido Por la Democratización del Futuro" y una ecoizquierda.
Hoy es el Congreso Ideológico del PPD, ¿cuáles son los temas que usted cree debe abordar esta instancia?
Diría tres prioridades: la salud como tema social; la lucha contra el cambio climático y particularmente recuperar el agua para Chile; y una economía del Siglo XXI, eso significa que un país que mantiene 0,38% de su presupuesto a la ciencia está clausurandao el futuro.
El debate que se ha instalado es si el PPD tiene que ser, en el arco político, un partido de izquierda o de centroizquierda.
Ni la izquierda ni la derecha tienen respuesta y no entendemos las transformaciones que está produciendo la era digital. Estamos enfrentados al riesgo de una contrademocracia y que los avances que hicieron los procesos socialdemócratas en el Siglo XX, se disuelvan. Una contrademocracia desde un poder político y económico concentrado en pocas manos, que representan plataformas como Silicon Valley, la Singularity University, Google, Amazon.
Entonces, ¿es estéril el debate de instalarse a la izquierda o la centroizquierda?
Hay que ponerle contenido. Es estéril hablar de eslóganes vacíos que no entiendo a veces qué quieren decir. Lo que sí sé es que hoy nuestra izquierda no tiene respuesta a los problemas del Siglo XXI.
¿Qué hay que hacer?
Hay que repensar la izquierda, pensar en una post-izquierda que sea capaz de enfrentar este post-neoliberalismo, que puede generar una contrademocracia que puede llevar a la humanidad a un mundo totalmente precarizado con una concentración de poder económico y financiero incontrarrestable.
Pero ¿cuál es el PPD que se debe definir?
A mí me gustaría que tuviera un conjunto de eslóganes, tal vez el más importante: Partido Por la Democratización del Futuro. En segundo aspecto, yo hablaría de una ecoizquierda que es capaz de enfrentar como gran desafío la gobernanza del Siglo XXI, producto de la inteligencia artificial y de la era de los datos y que entienda los desafíos del cambio climático.
¿El liderazgo de Heraldo Muñoz sirve para este partido al que usted apunta?
Heraldo ha sido capaz de generar una ruta de navegación para el PPD. Al menos ha tenido la capacidad de convocar a una conversación sobre nuestro futuro, sobre nuestra identidad, sobre nuestro rol.
Pero ¿Muñoz tiene el liderazgo del partido? Algunos lo han puesto en cuestión sobre todo por el rechazo de la bancada PPD al TPP11 que él impulsó.
Si tuviera que analizar la geografía política del PPD, hoy día Heraldo tiene al menos el apoyo del 75% del partido. Representa y tiene un respaldo mayoritario incuestionable. En el PPD tener liderazgo no significa ser dueño de la verdad y por lo tanto, a mi me parece que la política se enriquece con visiones diversas y yo mismo tengo un reparo al TPP11.
Usted aún no tiene una decisión de respaldar el TPP11
No. Y eso no significa, para dar un ejemplo, de que yo ponga en cuestión el liderazgo de Heraldo Muñoz ni mi apoyo.
Hay varios en el partido que se han planteado como opción presidencial: el propio Muñoz, Ricardo Lagos Weber, Felipe Harboe, ¿qué le parecen estas cartas?
Lo más lamentable de un partido sería que no tuviera ninguna carta presidencial. El gran problema que tiene Chile, que tiene la izquierda y que también tiene el presidente del gobierno Piñera, es que no tiene proyecto país.
¿Qué le parecen Lagos Weber y Harboe?
Es muy importante que exista diversidad de visiones en una comunidad política.
Si se despliegan, ¿a quién apoya?
Es sabido que yo he estado trabajando y respaldando a Heraldo Muñoz para que le dé gobernabilidad al partido. Es una muy buena opción particularmente por los desafíos que ha tenido en materia política internacional y hoy día eso va a ser esencial.
Pero descarta apoyar a Lagos Weber o Harboe
A mí parecen que estén esos nombres, pero me parece que todavía falta mucho, que quedan muchos desafíos.
¿Usted no será candidato presidencial? ¿Cuál será su rol?
Mi rol es profundizar el Congreso del Futuro, porque es un espacio relevante para la sociedad chilena.
¿Tiene decidido ir a la reelección como senador?
Por el momento solo tengo, decidido, eventualmente, repostularme a senador porque quiero continuar con el Congreso del Futuro y siento que tengo más posibilidad de profundizarlo siendo senador que no siéndolo. Por ejemplo, estamos discutiendo o planteando leyes o debates de políticas públicas como reformas laborales, de pensiones o tributarias que son totalmente arcaicas y obsoletas.
Las reformas del Ejecutivo
¿Qué le parece que la oposición se haya dividido en proyectos tan importantes como la reforma tributaria y la reforma de pensiones?
Para mí, ambas reformas carecen de visión de futuro.
Los proyectos van a llegar al Senado y usted va a tener que debatir sobre ellos...
Lo que le he dicho al ministro de Hacienda, con el que además tengo muy buena relación, en materia de reforma tributaria, es que me parece una visión anacrónica que solo se utilice para recaudar. Hay que recaudar más, y tienen que pagar los más ricos, eso como condición necesaria pero no suficiente. Una reforma tributaria es para modernizar el país y su economía, es para generar los incentivos para que los empresarios inviertan en ciencia y tecnología.
Y ¿en otros proyectos?
Lo mismo le digo respecto a la reforma de pensiones al ministro Monckeberg. Creo que hay buenas intenciones, pero creo que son reformas obsoletas, son reformas para el siglo XX y no del siglo XXI porque no se hacen cargo de los cambios que se están produciendo. La población chilena ya se envejeció, ya los chilenos van a empezar a ser remplazados por las máquinas, ya llegó Uber, se van a remplazar los asalariados por el suministro personal en plataformas, sin contratos, sin seguridad social, sin salud. ¿Y cómo se incorpora todo eso?
Senador pero ¿qué le parece la decisión política de la DC de votar a favor del proyecto del gobierno, desmarcándose de la oposición, generando una división?
Creo que hay dos DC. Una que yo valoro, que me parece que es un tremendo aporte, que la podría identificar con la DC que hoy está en el Senado. Esa DC le hace un inmenso aporte al proceso de construcción democrática y una sociedad más igualitaria. Y creo que hay otra DC que tal vez está más lejos de la idea de que el futuro solo se puede construir desde proyectos que no son solo iniciativas individuales y personales, que es muy difícil que un proyecto intente salvarse a sí mismo de manera individualista. Creo que la única manera que tenemos de reconstruir una capacidad, de recuperar confianza, y ofrecer un proyecto país para Chile es al menos reuniendo a una parte de actores que tienen convicciones democráticas.
En la DC defienden la tesis de tomar decisiones para no ser un partido que pase a la irrelevancia.
Creo que lo que va a ocurrir es al revés. El individualismo de la DC va a hacer que sea una institución más irrelevante, y a mí me preocupa, porque creo que la Democracia Cristiana le sirve a Chile y es importante que siga siendo una institución que genere confianza. Cuando tú transformas la política en una acción totalmente pragmática, que un día estás en un lugar y al día siguiente estás en otro, justamente lo que haces es caer en la irrelevancia, porque pierdes la confianza de los ciudadanos que creo que en la crisis que estamos viviendo hoy día. A mí me parece tan importante entonces construir una esperanza, construir una posibilidad de futuro y por eso digo que ojalá el PPD se transforme en el Partido por la Democratización del Futuro.
¿La reforma a la ley de isapre y Fonasa, que se presentó, como la visualiza?
Como ha ocurrido en numerosos gobiernos sucesivos, no hay ninguna capacidad de entender que salud es tal vez el principal desafío social que hay. De hecho, se presenta una propuesta que no toca al sector público, que no toca Fonasa, donde está el 80% de los chilenos que tienen más necesidad.
Y el proyecto no apunta a eso ...
El proyecto ni siquiera se hace cargo ni toca eso y plantea una reforma al sistema de salud que atiende al 20% de las personas de más alto ingreso, pero que hace una cirugía plástica, que no aborda los temas centrales.
¿El gobierno en sus reformas se ha preocupado más del sector privado?
Bueno, ese es un tema ideológico universal de la derecha. La derecha que tiene una expresión ultraneoliberal, esta mirada de Sillicon Valley, quiere un mundo sin democracia, sin regulaciones, donde solo el mercado sea el que establezca y asigne los recursos y sea el único factor de convivencia. Ahora, tampoco soy parte de aquella parte de la izquierda que cree que todo lo va a resolver desde el Estado. Creo que el desafío es justamente lograr articular de manera inteligente cuándo se requiere más Estado y más mercado en función de lograr objetivos sociales, económicos, culturales o democráticos.
¿El gobierno tiene relato?
Un proyecto país es algo que nos involucra a todos y creo que el gran desafío del Presidente Piñera y de cualquier gobierno es construir un proyecto país. Chile no tiene un proyecto país. No lo ofreció la izquierda en el pasado, no lo tiene el Presidente Piñera hoy, y creo que es la gran carencia y gran deuda que tiene Chile. En el mundo de la era digital, del aceleramiento, existe una frustración y una intolerancia al paso del tiempo. Todo el mundo quiere resolver todo en la inmediatez. Las redes sociales presionan a la inmediatez. Lo que hace la cultura Twitter es presionar a la reacción y no a la reflexión. Y yo creo que más que nunca en la historia de la humanidad se requiere reflexión, inteligencia, entender que el pensamiento del Siglo XX no sirve para el Siglo XXI.
Alianzas electorales
Vienen elecciones municipales, de gobernadores. ¿Cómo se enfrentan estas elecciones? ¿Con la DC y el Frente Amplio?
Necesitamos primero tener una oposición que en su diversidad, sea capaz de generar una mayoría social y cultural. Con sus distintas expresiones: ser más que la derecha, ser más que neoliberalismo, más que la privatización de la educación, de la salud, del agua. Y creo que estos tienen que ser procesos concéntricos.
¿Con quién hay más sintonía?
Con el Partido Socialista hay más sintonía cultural. Creo que el PS y el PPD debieran transformarse en los actores que convoquen. ¿A quién? Al Partido Radical, por ejemplo. Creo que ahí tienes una capacidad de gobernabilidad, de comprensión, de experiencia, de ser capaces de ofrecerle a Chile conducción política y ofrecerle futuro. También con una parte de la DC, me parece que hay mucha sintonía con el sector que está representado en el Senado. Tengo la impresión de que la DC va a optar en la próxima elección por el camino propio. Es una opción que yo respeto, pero creo en la colaboración en el Siglo XXI. No creo que nadie por sí mismo, ni el PPD ni el PS ni la DC, puedan resolver los problemas, ofrecer confianza y gobernabilidad frente a la incertidumbre ciudadana.
¿Y el Frente Amplio no ofrece gobernabilidad?
Pienso que ellos van a tomar sus propias decisiones. El Frente Amplio no tiene ningún interés de generar alianzas ni con el PPD ni el PS ni el PR y a lo mejor ni siquiera con el PC, para constituir listas. El Frente Amplio es una expresión que me parece tremendamente interesante en la medida en que convoca un mundo generacional joven y es muy importante que los jóvenes participen en política, pero que fundamentalmente su fuerza más que en la propuesta, está centrada en la novedad y, salvo algunas excepciones, de líderes interesantes que tienen, yo diría que el Frente Amplio está en una visión excesivamente estatista. Es como la izquierda setentera, del siglo pasado. Hay una cierta visión de una izquierda que no es la izquierda que puede ofrecer desarrollo, futuro. Y más bien, en la historia reciente, esa visión de izquierda fracasó totalmente.
Nominación a la Corte Suprema
¿Qué le pareció todo lo ocurrido con Dobra Lusic?
Eso habla de que tenemos que modificar el sistema de nombramiento. Es muy importante que existan antecedentes previos. Y es muy importante que si van a haber reuniones, porque es importante que tanto los supremos como senadores que tienen que votar conozcan a los candidatos, tal vez el punto de restricción es que estas debiesen ser públicas.
¿Más allá de la audiencia en la Comisión de Constitución?
Sí. Públicas, que sean abiertas, que sean conocidas, que se sepa de qué se trataron. Pero yo quiero plantear un tema que es más de fondo. La Corte Suprema es un tribunal que dirime los temas más relevantes de la sociedad, por ejemplo, hemos visto que hay jueces que tienen una visión, legitima, de ser contrario al respeto a la diversidad; que tienen un cuestionamiento a quienes tienen una orientación sexual distinta; o que tienen una visión social más neoliberal, pro empresa, proisapre, legítima. Entonces, el punto es que estas decisiones no son inocuas, tienen que ver con el país, con el vivir cotidiano. Por eso no da lo mismo y por lo mismo tampoco puede transformarse en una decisión burocrática, en una suerte de ente que de manera autoritaria proponga personas que a lo mejor no van a expresar la necesaria diversidad que se requiere en un tribunal de este tipo.
¿Descarta haber hecho gestiones en el marco de la nominación de Lusic? Ella planteó que usted le pidió una cita a través de un tercero.
Nunca hablé con el ministro (Hernán Larraín) ni para sugerirle su nombre u otro. Nunca he hablado con la ministra Dobra Lusic, nunca pedí reunirme con ella y yo tuve la postura que asumió la bancada. Nuestra objeción inicial fue que el ministro Larraín señaló que este fue un nombre propuesto por la oposición.
El ministro dijo que habló con el PPD
Bueno, pero nosotros nunca propusimos a ese nombre, nunca consultó al PPD y lo hizo después de haberla nominado. Nunca dijimos que esta era nuestra candidata, por lo tanto, mal se puede decir que era una candidata propuesta por la oposición porque eso no era cierto. Esa era nuestra objeción, no era contra ella. Lo que pasa es que posteriormente y yo supongo que aquí no hubo ninguna operación, yo pienso que la propia investigación de los medios de comunicación entregaron antecedentes y fueron esos hechos y no otros los que generaron el cuestionamiento.
¿Qué le parece que el gobierno haga ahora una propuesta (María Angélica Repetto) inconsulta?
No tengo opinión, lo vamos a discutir al interior de la bancada.
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