Tras el acuerdo alcanzado en marzo de este año por las bancadas oficialistas, la Democracia Cristiana (DC), el Partido Ecologista (PEV), el Partido de la Gente (PDG) e independientes, es la diputada del Partido Comunista Karol Cariola a quien le correspondería presidir la mesa de la directiva en esta oportunidad.

Pero el escenario se ha complicado luego de que la bancada de la DC en la Cámara Baja ratificara que no votarán por la parlamentaria para presidir la Corporación.

De esta forma, en conversación con Estado Nacional, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, reafirmó el compromiso del partido con la diputada, asegurando que “en política uno actúa por convicciones y una de las cosas que vale es la palabra”.

“Karol Cariola es diputada de un partido de gobierno y tiene todo nuestro apoyo (...) los parlamentarios socialistas hemos sido de una sola línea”, indicó.

Asimismo agregó que “no están de acuerdo que una militante del PC” llegue a la presidencia de la Cámara y eso “es un aprovechamiento político”.

Por último aseveró en que “esto de la presidencia de la Cámara está dentro del orden de correlación, es una autoridad de la República, pero el rol es administrativo, ordenar las bancadas y proyectos. Por lo tanto no es un rol solitario, es colectivo. Esto de decir que no va a dar estabilidad de verdad que es un prejuicio que yo creo que tiene que ver con que (Karol Cariola) es comunista y mujer”.

En esta misma línea, el presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez -quien también estuvo presente en el programa televisivo- señaló que “me da la impresión de que estamos frente a un cuestionamiento y un cierto prejuicio a una diputada que es del PC, que es la más votada de Chile y que por el hecho de haber sido vocera del comando del Apruebo hay ciertos sectores que la están castigando”.

“Aquí estamos con una visión muy tergiversada por una diputada que da todas las garantías a este gobierno y a la derecha de dirigir una cámara y poner en tabla los proyectos”, sentenció Ibáñez.

Dado el escenario adverso, desde el mismo oficialismo se ha comenzado a sugerir un Plan B. Una alternativa es que el PC cambie el nombre de Karol Cariola y lo reemplace por otro diputado (o diputada) comunista. Otra alternativa es abrir negociaciones con Chile Vamos y rearmar un acuerdo administrativo de características similares al del Senado, incluyendo la oposición. Otra salida es que derechamente el PC ceda el cupo o enroque su presidencia para otro año, a cambio de que asuma ahora un representante de otro comité oficialista.

En privado, varios en el oficialismo admiten que reemplazar el nombre de Cariola no es tan fácil como parece, precisamente en momentos donde las dos coaliciones de gobierno -Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático- vienen tensionadas por las tratativas por un nuevo acuerdo constitucional y diferencias en el rumbo del Ejecutivo y las reformas. Para algunos, remover a la diputada PC e intercambiarla por otra carta implicaría un desaire que podría mermar la frágil unidad oficialista.

También sería una señal de debilidad política -admiten voces de los partidos de gobierno- ceder ante las presiones del Partido de la Gente (PDG) y de la derecha. Sin embargo, para otros, pesa más el pragmatismo de no dar espacio a que el Ejecutivo, además de tener minoría en el Congreso, enfrente su segundo año -clave para las reformas- con la derecha tanto en la presidencia del Senado y de la Cámara. Pero el problema no sería la presidencia propiamente tal, sino el desorden en las presidencias de las comisiones que dificultaría aún más el trabajo legislativo.

De todas formas, en algunas bancadas ya existe la inquietud -a una semana de la nueva elección de mesa- sobre si hay una “fecha límite” para esperar cuál será el accionar del PC y de Cariola. Así, en algunos círculos, asoma la idea de proponer un nombre socialista para intentar “salvar” el acuerdo original.