La desazón que los dichos de Boric sobre la Convención provocaron entre algunos convencionales del FA
A una parte del sector no le cayó bien el llamado que hizo el Mandatario para que la Convención alcance acuerdos más amplios para aprobar sus normas. Yarela Gómez, una de las integrantes del FA, argumentó: “Hemos logrado no solamente consensos, hemos construido indicaciones juntos, hemos llegado en bloque a votar”. Otros defienden el rol del Mandatario y comparten su preocupación por las encuestas que arrojan que en el plebiscito de salida ganaría el Rechazo.
Desazón e incluso malestar. Esas fueron las reacciones que provocaron entre los convencionales del Frente Amplio las declaraciones que el Presidente Gabriel Boric vertió el martes en Argentina -en el marco de su gira por ese país-, donde se refirió al devenir de la Convención Constitucional y llamó a conseguir una mayor transversalidad para construir la nueva Carta Magna.
“Mi llamado es a buscar la mayor transversalidad y amplitud posible para construir una Constitución que sea un punto de encuentro y que el plebiscito de salida sea un punto de encuentro entre los chilenos y chilenas. Y eso implica que hay que darse espacio para reflexionar, para pensar, para que los acuerdos sean más amplios de lo que han sido hasta ahora, para modificar lo que haya que modificar”, agregó Boric.
Los dichos del Presidente fueron debatidos en el grupo de WhatsApp de los convencionales frenteamplistas y, si bien algunos comparten su inquietud respecto a que el Rechazo estaría ganando terreno, los constituyentes defienden el esfuerzo que se ha hecho en la Convención por llegar a acuerdos. Prueba de ello, según argumentan, es que la mayoría de las normas han sido aprobadas con 121 votos, es decir, por más de dos tercios.
En ese sentido, afirman que el Mandatario debió ser más cuidadoso al respecto y hacer esa distinción. De lo contrario, algunos creen que el Presidente se está poniendo del lado de las voces que han cuestionado el proceso.
De todas formas, hay quienes defienden a Boric y creen que es parte de su rol como Presidente y que, en ese sentido, debe emitir declaraciones para dar garantías a todos los sectores.
“No nos está hablando a nosotros en la Convención. Yo creo habla para afuera. Me imagino que tiene que negociar con el Congreso, y deben estar diciéndole que dé señales”, sostiene en privado un convencional del FA.
En una línea similar, la convencional del FA Yarela Gómez indicó que “el Presidente tiene un punto en el entendido de que intenta hablarles a todos aquellos y aquellas que tienen temores asociados al proceso constituyente. Sin embargo, también creo que comunicacionalmente hay que salir a contar cuál es ese marco de acuerdo, porque cuando me dicen que no hay un acuerdo amplio, yo me imagino que es algo que no alcanza ni dos tercios. Pero la realidad es otra: dentro de la Convención no solo se dialoga con todas y con todos, excepto, por cierto, que existe un sector que ya es de público conocimiento, pero que es absolutamente minoritario, una parte de la derecha. Pero con el resto hemos logrado no solamente consensos, hemos construido indicaciones juntos, hemos llegado en bloque a votar”.
En esa línea, Gómez añadió que “la aprobación en general de las normas es del 79%. El promedio de votación de una indicación es de 121 personas. Eso supera con creces dos tercios. Ese tipo de cosas hay que salir a comunicarlas para ver con datos cuál es la amplitud del consenso. Yo creo que ahí tenemos que mejorar la comunicación para poder dar esa tranquilidad de que están siendo todas las visiones incluidas”.
Su par Beatriz Sánchez, en tanto, si bien sostuvo que “el Presidente tiene razón en un punto, y es la preocupación que hay que poner afuera de la Convención y cómo la gente percibe nuestro trabajo”, aseguró que “llegar a 103, que son los dos tercios, es una tarea muy dura, difícil, que significa mucha negociación, muchas conversaciones, mucha discusión para llegar a esos acuerdos. De hecho, el 79% de las normas se han votado por más de dos tercios. Eso es capacidad de diálogo”.
Ayer un convencional del FA consideraba que había que transmitirle directamente al Ejecutivo la inquietud por los dichos de Boric.
En Chile Digno, por otro lado, desdramatizaron las palabras de Boric y aseguran que es lógico que el Presidente llame a que existan acuerdos amplios.
El convencional de ese colectivo, Marcos Barraza, ayer se limitó a decir que “espero que desde el Presidente y todas las autoridades de gobierno estén comprometidas con el Apruebo en este proceso constituyente. Este es el camino que Chile eligió (...). En consecuencia, no hay plan B ni C. Aprobar la nueva Constitución es un imperativo para las transformaciones y resolver los conflictos políticos que tiene Chile”.
La incomodidad del FA con los dichos de Boric contrasta con la reacción que provocaron en el Colectivo Socialista los dichos del Mandatario. En ese sector han pedido que el gobierno se involucre más y cuyo partido ha sido crítico en varios aspectos del proceso.
Por ejemplo, el convencional socialista Tomás Laibe manifestó en su cuenta de Twitter que “la lucidez del Presidente contrasta con la miopía de algunos convencionales, que creen que el crédito de confianza y legitimidad de la Convención es infinito y que el Apruebo está asegurado”.
La mesa directiva de la Convención, por su parte, acogió de buena forma el llamado de Boric. “Sabemos que viene con una crítica tal vez constructiva al trabajo que estamos haciendo. Lo acogemos, lo reflexionamos y también lo hacemos parte, que necesitamos aumentar aún más el consenso, pese a que las normas se han votado con un amplio consenso, más de 122 votos en promedio en un 80% de las votaciones”, dijo ayer la presidenta, María Elisa Quinteros.
Por otro lado, ayer la fundación Horizonte Ciudadano, creada por la expresidenta Michelle Bachelet (PS), emitió una declaración que, en línea con la declaración del Presidente Boric, hace un llamado a “hacer posible un punto de encuentro”. En el texto se explicita que “Chile tiene una oportunidad irrepetible de procesar las demandas y esperanzas de sus habitantes en forma dialogada, institucional y participativa para las próximas décadas”.
Las alertas de La Moneda
En La Moneda explican que el tono de las declaraciones del Mandatario no fueron algo meditado, sino que fue en reacción a todas las conversaciones que tuvo con los integrantes de la comitiva que lo acompañó a Argentina, y lo que ha escuchado de gente que le preocupa el proceso constituyente.
Así, en Palacio reconocen que, de alguna forma, los dichos de Boric fueron un “llamado de atención” al órgano constituyente al dar cuenta que los problemas no son solo comunicacionales como plantearon algunos convencionales, sino también hay cuestiones de fondo que deben resolverse.
Asimismo, agregan que Boric ha estado en contacto permanente con sus más cercanos en el colectivo del FA: Jaime Bassa, Constanza Schönhaut, entre otros. Y que al menos, al cierre de esta edición, no habían recibido reclamos formales por los dichos del Mandatario.
De todas formas, el lineamiento público que entregó Boric en esa materia tuvo matices ayer en el gobierno. La ministra de la Segegob, Camila Vallejo, insistió en el punto de la “desinformación” que ha acusado respecto del proceso, algo que el Mandatario desestimó el lunes en Argentina.
En La Moneda, en todo caso, la preocupación por el aumento del Rechazo no ha cesado. Aseguran que han conocido estudios que los inquietan y que dicen relación con un aumento del gasto en redes sociales en favor de la campaña del Rechazo.
En el debate en que ni el Presidente Boric ni sus ministros ha querido meterse es qué alternativa ofrecerán en caso de que el proceso se frustre. Tanto el Mandatario como Vallejo reconocieron ayer que la Constitución actual “está superada” y “caducada”, pero no ahondaron en las opciones de una tercera vía o una reforma al acuerdo del 15 de noviembre para evitar que si el Rechazo al nuevo texto se impone el país vuelva a estar normado por la Carta Fundamental de 1980.
En ese sentido, en el Ejecutivo sostienen que son los partidos los que ahora deben alinear a sus convencionales e impulsar condiciones para acuerdos mayoritarios. “Políticamente la ciudadanía votó la necesitad de tener una nueva Constitución para dejar atrás la Constitución del 80. Creemos que esa posición sigue siendo mayoritaria en nuestro país, independiente de las críticas que puedan haber ante campañas de información”, dijo ayer la vocera de gobierno.
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