La reforma de pensiones de Boric cuesta arriba en su recta final
Las presiones del oficialismo que exigen no ceder ante la oposición y la guerrilla que se desató en las derechas complican el cierre de una de las iniciativas consideradas más relevantes por el Presidente, la que aspira a que sea parte de su legado. Para lograr mantener alineados a los propios, la ministra Jara se reunió ayer con parlamentarios del FA.
Ayer, al mediodía, un grupo de dirigentes del Frente Amplio (FA) llegó hasta las oficinas del Ministerio del Trabajo para reunirse con la titular de la cartera, Jeannette Jara (PC). El objetivo era discutir con la secretaria de Estado (junto con su par de Hacienda, Mario Marcel) los alcances de las negociaciones que encabezan en el Senado por la reforma de pensiones, espacio donde el FA -colectividad del Presidente Gabriel Boric- se ha sentido excluido.
No es un misterio que desde el oficialismo presente en la Cámara de Diputados existe disconformidad por cómo se han manejado las tratativas de la reforma previsional, la que Palacio aspira a que avance a más tardar en enero y que esta semana se ha visto cuesta arriba para sacarla adelante.
En ese contexto, en las conversaciones que ha llevado el Ejecutivo con personeros de derecha, se ha barajado una fórmula que no convence a todo el oficialismo respecto de cómo se dividirá el guarismo del 6% de cotización adicional.
Esta semana, el timonel de la UDI, Guillermo Ramírez, reveló que -dentro de los diálogos con Palacio- se contempla que un 0,5% del porcentaje podría ir a reparto y el restante 5,5% a cuentas individuales.
Si bien la cifra aún no se ha cerrado -sigue siendo uno de los nudos principales por destrabar en el Senado, junto con la separación de la industria-, lo cierto es que el tenor de la discusión encendió las alertas entre los representantes del FA en el Congreso, ya que consideran que el Ejecutivo está “entregando demasiado” respecto a la propuesta original.
Por esto, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana -única secretaria de Estado del FA en el comité político de Boric-, les recomendó a los dirigentes de su partido que se reunieran con la ministra Jara para abordar la discusión en torno a la reforma previsional y así intentar calmar los ánimos.
Esto considerando que la reforma previsional es una de las principales prioridades del Presidente Gabriel Boric -quien busca que sea parte de su legado político-, por lo que es importante que todas las fuerzas de izquierda estén alineadas.
Así, llegaron a la reunión con Jara, desde la directiva, Constanza Martínez, Andrés Couble y Camila Miranda. Mientras que, desde el Congreso, acudieron Juan Ignacio Latorre, Gael Yeomans y Andrés Giordano.
Este último afirmó a La Tercera que “hemos señalado desde el FA que la negociación que ocurre hoy en el Senado tiene un defecto de origen, que no están representadas en ese espacio todas las fuerzas políticas. Nuestro partido, y otros del oficialismo, no han participado directamente de estos espacios donde hay discusiones técnicas, pero también políticas de fondo. Queremos que la conversación se amplíe, y para ello hemos solicitado una reunión a la ministra”.
En el FA comentan que Giordano podría jugar un rol clave cuando la reforma pase a la Cámara, ya que él es uno de los que se han posicionado como posible nombre para presidir la Comisión de Trabajo, donde se tramitará el mensaje presidencial.
El mismo parlamentario añadió que “durante esta jornada entregaremos algunas propuestas que, como FA, venimos trabajando hace bastante tiempo, pero que, como digo, no ha sido parte de este debate y que, esperamos, a propósito de esta reunión puedan serlo”.
Respecto de cuánto le acomoda el tenor de la discusión en el Senado, Giordano indicó que “el seguro social debe ser robusto. Para eso, un 3% es un mínimo”, junto con también impulsar “que la industria debe ser separada”.
Gael Yeomans, en tanto, agregó que “le presentamos a la ministra Jara nuestra preocupación, porque la discusión se ha centrado en la disputa que tienen republicanos y Chile Vamos, ocultando lo importante: que hay intereses en juego. Que no logremos avanzar en un cambio en el sistema termina beneficiando nuevamente a las AFP”.
Hasta ahora, en el gobierno se han mostrado optimistas por alcanzar un acuerdo político con la oposición en materia previsional. Además, algunos secretarios de Estado han emplazado a la UDI a no ceder a las presiones de los sectores más duros de derecha.
De todas formas, la ministra de la Segegob, Camila Vallejo -en medio de la presión oficialista que considera que no deben ceder ante la oposición-, tomó distancia respecto de las conversaciones sobre el guarismo del 6% de cotización adicional y aseguró que es un asunto en discusión.
“Entendemos que hay un debate de guarismos, pero el objetivo de ese debate es ver cuánto, finalmente, mejora y compensa las pensiones actuales de quienes dedicaron su vida al país”, dijo ayer Vallejo, en entrevista con Radio Universidad de Chile.
Y agregó: ”El 0,5%, si hablamos de guarismos, no es suficiente para compensar a las mujeres. Hemos propuesto un 1%, entonces vamos viendo cómo avanza. No es a cualquier precio, obviamente. Lo que debe suceder es que se resguarde el objetivo de que el acuerdo aumente las pensiones de los actuales jubilados y no solo los del futuro”.
El titular de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), agregó que ellos no usan el término “línea roja” como un concepto. Además, el encargado de la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo afirmó, en la misma línea de Vallejo, que lo importante es aumentar las pensiones para los jubilados del presente.
Lo cierto es que no solo son parlamentarios del Frente Amplio los que cuestionan la negociación por pensiones en el Senado. Esta semana, el diputado PS Juan Santana lanzó una advertencia directa a La Moneda. “Si el acuerdo es 5,5% de 6% a las AFP, no pasará la Cámara”, sostuvo a Pulso.
Al respecto, Nathalie Castillo, diputada del Partido Comunista (PC) -misma colectividad en la que milita Jara-, dijo que “desconozco el detalle de la actual conversación del gobierno con el Senado. Sin embargo, creemos que desde el 6% propuesto inicialmente, llegar a un 0,5% no constituye una transformación real al modelo y al objetivo que es mejorar las pensiones de miseria que tienen la mayoría de los chilenos y chilenas”.
“Si existiera un mejor acuerdo a lo que hoy conocemos públicamente, espero sea realista con lo que exige la ciudadanía en esta materia”, agregó.
Siguiendo esa línea, el diputado Matías Ramírez (PC) afirmó que “la derecha ha mostrado un claro obstruccionismo a avanzar en una reforma al sistema de pensiones, perjudicando a miles de pensionados en nuestro país. Seguir cediendo a sus peticiones lo único que genera es perpetuar un sistema que ha fracasado en otorgar pensiones dignas. Se debería seguir con la propuesta original y dejar en evidencia quiénes no quieren avanzar en una reforma necesaria y exigida por las personas”.
La guerrilla en la derecha
“No le he escuchado ni una palabra”. Con solo siete palabras, el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, escaló ayer nuevamente el conflicto entre su colectividad y Chile Vamos en torno a la reforma de pensiones y apuntó a la exalcaldesa Evelyn Matthei.
Kast y su partido han protagonizado esta semana una fuerte ofensiva -incluso mediante cartas de opinión-, donde han optado por endurecer el tono contra la exalcaldesa. La exministra, de hecho, hasta ahora, ha optado por mantener silencio y dejar radicada la discusión en el Congreso.
Chile Vamos, por su parte, ha seguido negociando con el gobierno, lo que ha sido cuestionado en duros términos por el Partido Republicano, tienda que ha adoptado una posición más dura de cara a las elecciones parlamentarias y presidenciales del próximo año. Esto, a diferencia de la coalición que lidera Matthei, donde existen sectores que se han abierto al diálogo, considerando que, eventualmente, pueden llegar a La Moneda en el próximo periodo.
En ese mismo bloque, en todo caso, hay sectores más duros que también se debaten sobre la conveniencia o no de acordar una reforma previsional con La Moneda.
De todas maneras, la guerrilla en la derecha está desatada y distintos dirigentes han ido endureciendo el tono en los últimos días. El diputado Diego Schalper (RN) llegó a apuntar a que en republicanos existe preocupación por la figura de Johannes Kaiser, diputado y exmilitante del partido de Kast que busca ser candidato presidencial y es considerado de “derecha más dura”.
Por lo mismo, el Ejecutivo decidió reforzar las críticas hacia el partido que preside Arturo Squella y, al mismo tiempo, emplazar a Chile Vamos, particularmente a la UDI, a no dejarse presionar por los republicanos.
“Que no se impongan estos agoreros de la desgracia que aparecen siempre, que están ahí picados porque no son los protagonistas”, sostuvo la ministra del Interior, Carolina Tohá, en relación al Partido Republicano.
La jefa del gabinete no fue la única que develó el diseño de La Moneda para manejar la disputa entre las derechas. Los ministros Marcel, Jara y Vallejo, incluso el mismo Presidente Boric han diferenciado a la oposición en términos similares.
“De los republicanos nosotros esperamos nada o bien poco, pero sí esperamos del resto de la derecha, y particularmente la UDI, una no solo voluntad, sino que capacidad de materializar acuerdos importantes en estos dos ámbitos. Y en eso han estado trabajando la ministra Jara y el ministro Marcel”, dijo este jueves Vallejo.
De todas formas, la ofensiva de Palacio, advierten en la derecha, es riesgosa, porque pone en una situación incómoda a Chile Vamos y podría dificultar ordenar a sus propias filas.
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