La segunda cuenta de Piñera

Quiso probar el teleprompter que utilizaría para dar su discurso en el mismo Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso donde anoche entregó la segunda cuenta pública de su mandato. Ocurrió el viernes, tras regresar del Biobío, donde había viajado para conocer en terreno los efectos de los tornados que azotaron a esa región. Pero el Presidente Sebastián Piñera no fue autorizado por las autoridades del Senado. Recién a las 20.36 de ayer pudo mirar la pantalla y comenzar una alocución que se extendería por dos horas.

Por primera vez en la historia de Chile, un Presidente de la República rendía cuenta en horario prime. Una apuesta del propio Piñera, teniendo como referencia el State of The Union del gobierno estadounidense. Pese a los temores, la convocatoria a la ceremonia un sábado por la noche no mermó. La audiencia, en tanto, sumó un rating promedio de 27 puntos, nueve más que en 2018.

En sus primeros pasajes, Piñera enumeró varios de los proyectos que el Ejecutivo envió al Parlamento en sus 15 meses de mandato -en efecto, para varios asistentes su discurso fue más de balances que de anuncios- y luego abordó el escenario económico y sus perspectivas.

En línea con las demandas oficialistas de ir moderando las expectativas ciudadanas (las que explicarían un retroceso en la evaluación del gobierno según distintas encuestas), Piñera aprovechó la instancia para reducir la estimación de crecimiento para este año, pasando de un 3,5% (cifra ya corregida por Hacienda a fines de abril) a un rango de entre 3% y 3,5%.

"Este año 2019 será, sin duda, más difícil y por múltiples razones", dijo el Mandatario.

Y junto con mencionar el debilitamiento de la economía mundial, la guerra comercial entre EE.UU. y China y el deterioro en los términos de intercambio, el Mandatario responsabilizó a la oposición del menor dinamismo de la economía de nuestro país. Así, dijo que también ha impactado en el crecimiento "la falta de colaboración de algunos sectores, que han obstaculizado la aprobación de modernizaciones y reformas importantes, urgentes y necesarias para Chile".

Al igual que en su cuenta pública de 2018, Piñera también reiteró haber recibido un país "que había perdido gran parte de su capacidad de crecimiento". Con todo, los cuestionamientos al gobierno anterior fueron moderados y contenidos en comparación a los realizados el año pasado. Además, relevó la importancia de los acuerdos.

"Es tiempo de dejar atrás el obstruccionismo y es tiempo de recuperar una cultura de diálogo y acuerdos. El rol del gobierno y la oposición no es intentar destruirse mutuamente", dijo Piñera ante el Congreso pleno.

Horas antes de su alocución, por Instagram, el Mandatario había publicado un mensaje donde llamaba a dejar de lado las diferencias para "juntos reflexionar sobre el país que queremos", no sin antes reconocer que "sin duda, hemos cometido errores".

Otro de los ejes de su discurso fue la confirmación del llamado a un "acuerdo nacional y transversal" para modernizar algunas instituciones del Estado, como el Poder Judicial, el Ministerio Público y las FF.AA. y de Orden. "Estamos observando un deterioro en la calidad de la política y un debilitamiento de algunas de nuestras instituciones fundamentales", afirmó Piñera.

Además, anticipó una reforma para reducir el número de los parlamentarios y poner límite a sus reelecciones, y reabrió la controversia respecto de quién administrará el 4% de cotización adicional que considera su reforma previsional, al señalar que el "ahorro previsional les pertenece a los trabajadores" y que "son ellos quienes tienen derecho a decidir quién los administra".

Entre otras medidas, el Mandatario también anunció una mayor intervención policial en barrios donde se concentra la presencia de bandas de narcotraficantes y la licitación que hará Fonasa para comprar unos dos mil medicamentos para reducir sus precios.

"Obviamente que queremos crecer más. Yo creo que es posible crecer al 3,5% (este año)", aseguraba hace 10 días el Presidente Sebastián Piñera, reafirmando una convicción que había mostrado en el último mes, luego que distintos indicadores económicos pusieran en duda la proyección de crecimiento de La Moneda para 2019. Ayer, sin embargo, Piñera matizó su expectativa. En medio de referencias al complejo escenario internacional, el Mandatario precisó su estimación, bajó el piso y aseguró que "este año nuestro país crecerá entre 3% y 3,5%".

Desde La Moneda aseguran que uno de los objetivos de la cuenta de ayer era, justamente, moderar las expectativas. Un flanco que se ha abierto en las últimas encuestas de opinión pública, donde la ciudadanía manifiesta dudas sobre el rumbo económico del país. En sintonía con este punto, el gobierno repartió ayer en la tarde una minuta a autoridades de gobierno y parlamentarios oficialistas con las "bajadas" comunicacionales del mensaje. Y uno de los ejes centrales de ese documento era instruir a su gente con fórmulas para enfrentar las críticas sobre las expectativas creadas por el Ejecutivo.

El Mandatario anunció la convocatoria un acuerdo nacional y transversal destinado a mejorar y fortalecer la calidad de la política y las instituciones, quizás lo más ambicioso en esta materia emprendido por La Moneda hasta ahora. La instancia -que se suma a las cinco ya concluidas en temas como Salud, Infancia y Seguridad, entre otras-, esta vez se abocará a enfrentar lo que se ha denominado "la crisis de las instituciones" y estará liderada por el ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Uno de los anuncios más aplaudidos de la cuenta pública fue aquel que implica la reducción de los parlamentarios -a 120 en el caso de los diputados y a 40 en el de los senadores -y el límite a su reelección, una demanda ciudadana que comenzó a tomar fuerza hace meses.

Ha sido uno de los sellos de su gobierno en materia internacional y -también- uno de los focos de críticas a la política exterior del país. El Mandatario no solo incluyó entre sus invitados personales a la representante del Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, Guarequena Gutiérrez, a su cuenta pública, sino que dedicó categóricas frases en su discurso para criticar al régimen de Nicolás Maduro. "La dictadura de Venezuela tiene que terminar con elecciones libres, transparentes y democráticas", enfatizó.

Lo había adelantado el secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel. "(El mensaje presidencial) será mucho más de cuenta que de anuncios", sostuvo ayer en la tarde. Y así fue: el relato presidencial se concentró principalmente en repasar la agenda desplegada desde el 11 de marzo del 2018 y hacer un balance de las mesas de acuerdos nacionales impulsadas en aquel momento. En total, solo se contabilizaron 14 anuncios, siendo los más visibles la intervención policial de 33 barrios dominados por grupos narcos y que Fonasa licitará la compra de más de 2.000 medicamentos, que representan el 80% del consumo de los chilenos.

Como nunca antes en una cuenta pública, el Presidente aludió al narcotráfico como una de las primeras preocupaciones de las familias chilenas y señaló como un factor de inquietud que los jóvenes del país ocupen el primer lugar de la región en consumo de drogas como marihuana y cocaína. Frente a este escenario, Piñera anunció la intervención de 33 barrios dominados por bandas de narcotraficantes en los que aumentará la presencia policial. Además, ratificó el envío de un proyecto para modernizar la carrera de Carabineros y PDI, especializando a los primeros en tareas preventivas y de protección y a los segundos en labores investigativas.

Durante el mensaje, el Jefe de Estado realizó varios gestos al oficialismo, subrayando temáticas sensibles para su sector. Primero, resaltó el triunfo electoral de 2017, trazando el ideario de los "valores" que inspiraron su victoria: "Los valores de la vida, la libertad, los derechos humanos, la familia, la diversidad y la solidaridad. Los valores del mérito y el esfuerzo, el orden, el respeto, la unidad y amistad cívica y el cuidado de nuestra naturaleza", sostuvo el Mandatario. A la hora de hablar de la nueva ley de pensiones, subrayó que son los trabajadores los que "tienen derecho a decidir" quién administrará el 4% adicional. Y en Educación, resaltó los principios del proyecto de Admisión Justa, destacando que la iniciativa "busca asegurar que el mérito y el esfuerzo de nuestros estudiantes sean valorados" y que "no queden a la suerte del azar de una tómbola, y que los padres fortalezcan su derecho a elegir".