Larraín hace gesto a la oposición y envía declaración para destrabar nombramiento de Repetto a la Corte Suprema

Una declaración leyó por teléfono el ministro de Justicia, Hernán Larraín, a distintos senadores de la oposición en las últimas horas. La socialización del texto forma parte de las gestiones que ha llevado adelante el titular de la cartera en los últimos días para destrabar la llegada de la ministra de la Corte de Valparaíso María Angélica Repetto a la Corte Suprema.

De cara a la votación del miércoles -que se confirmó en las últimas horas en medio de dudas sobre su realización-, Larraín buscaba comunicar a los senadores el tenor de las palabras que difundiría después públicamente como un gesto a la centroizquierda, luego de que en este sector cuestionaran el hecho de que el gobierno no haya buscado el acuerdo previo del Senado respecto al nombre de la magistrada.

La semana pasada, de hecho, y luego de que todos los comités de la oposición notificaran al gobierno su rechazo a Repetto, el sector pidió un reconocimiento por parte del Ejecutivo de que no se había procedido correctamente al proponer el nombre de la jueza de forma inconsulta.

En el comunicado -difundido esta tarde- el titular de Justicia ratifica la disposición del gobierno a un "diálogo institucional" con los integrantes de la Cámara Alta respecto a los futuros nombramientos de jueces al máximo tribunal del país.

"Las dificultades que se han producido en fecha reciente por el nombramiento de Ministros de la Corte Suprema sugieren establecer con claridad la forma cómo se debe proceder en el ejercicio de las funciones que le corresponde a cada institución en este proceso, particularmente al Presidente de la República y al Senado", se sostiene.

Y se agregó que "existe consenso en que no se debe repetir el cabildeo tradicional, el que no es aceptable ni para la ciudadanía ni para los nominados. Por otra parte, la conveniencia de facilitar el éxito de una postulación recomienda tener alguna forma de intercambio entre el Gobierno y el Senado, respetando siempre las prerrogativas de cada cual. Ello se traducirá en que los futuros nombramientos buscarán abrir un espacio de diálogo institucional que, respetando las facultades de ambos poderes del Estado, permita cumplir ese objetivo, sin incluir tratativas personales ni privadas".

"La Corte Suprema es la más alta instancia del Poder Judicial y su integración debe ser hecha en forma transparente, estar fundada en el mérito, procurar la designación de los mejores jueces y juezas que representen la diversidad de opiniones jurídicas y de pensamiento que existe en el país, recogiendo así el mayor consenso de todas las instituciones encargadas de su nominación", se añade.

La declaración de Larraín fue bien recibida por la oposición, desde donde transmitieron que estarían los 2/3 de la sala que requiere la magistrada para su ratificación este miércoles.

El senador Francisco Huenchumilla (DC), integrante de la comisión de Constitución y quien ha sido uno de los más duros contra el gobierno e incluso calificó el proceso como una "pataleta" del Presidente, afirmó que "yo hoy día he conversado con el ministro en orden a resolver los impasses que hemos tenido respecto del proceso de nombramiento de los miembros de la Suprema y el acuerdo es que esto tiene que hacerse de manera institucional, dejando de lado las conversaciones privadas, de cabildeo y conversaciones de pasillo".

Desde el PPD, el presidente de esa instancia, Felipe Harboe (PPD), aseguró que "nosotros hemos puesto nuestra mejor voluntad para llegar a acuerdo y reponer el diálogo institucional que nunca debió dejarse de lado, este es un proceso de Estado y todo debemos estar a la altura".

A esto se sumó a la declaración difundida en sus redes sociales por el senador Ricardo Lagos Weber, quien aseguró que "creo que están todas las condiciones para aprobar a la ministra Repetto para la Corte Suprema".

La fórmula que el Ejecutivo buscaría implementar de cara a las próximas nominaciones  -según fuentes de la oposición- es que exista una reunión con los senadores previo a que el Mandatario elija uno de los nombres de la quina propuesta por el máximo tribunal.