Las 96 horas en que Amarillos por Chile estuvo en pie de guerra y que terminaron con Sergio Micco fuera de la presidencia del partido

A las 21.30 de este lunes, Sergio Micco tenía completado entregar su carta de renuncia a la directiva de Amarillos por Chile, luego de 75 días a la cabeza del colectivo, y en medio de la primera crisis interna a la que han debido hacer frente en sus cuatro meses de vida como partido legalmente constituido.

Hasta el cierre de esta edición, se desarrollaba la sesión de la comisión política de Amarillos, que reunía también a la directiva. De acuerdo a cercanos a Micco, su plan era aprovechar esta instancia para entregar su carta de renuncia directamente a Jouannet. Esto en consideración de que, como actualmente él es el primer vicepresidente del partido, quedaría a la cabeza.

De acuerdo a cercanos al exdirector del INDH, dar un paso al costado fue una decisión difícil de tomar, que implicó varios Zoom y reuniones entre los militantes de la joven colectividad. Y es que ya el lunes de la semana pasada Micco había abierto esa opción. Ese día, envió una carta a quien en ese entonces era el secretario general de Amarillos, Sergio Solís. En ella, señaló que tenían diferencias insalvables con él, lo que lo hacía pensar en dejar el cargo que asumió en junio de este año.

Finalmente, ese altercado provocó que Solís optara por dar un paso al costado, junto a otro integrante de la directiva: el vicepresidente Gonzalo Rojas-May.

Según información dada a conocer por La Segunda, la semana pasada Solís compartió en el chat de la colectividad una carta dirigida a Micco, en que señaló que “he decidido aceptar su petición y presentar mi renuncia indeclinable al cargo de secretario general provisorio (...). Este proyecto, al que he dedicado mucho trabajo y esfuerzo, me resulta muy querido y no estoy dispuesto a ponerlo en riesgo por motivos personales. Te deseo mucho éxito en tu labor”.

De acuerdo a distintas fuentes del partido, la crisis se desató producto de una carta redactada entre personeros de Amarillos y Demócratas -el partido fundado por el senadora Ximena Rincón-, que fue publicada por La Tercera la semana pasada. En ella, ambos grupos hacían un llamado de atención al Partido Republicano, en consideración de la mayoría que poseen en el Consejo Constitucional.

La particularidad fue que la misiva fue firmada por Solís, pero no por Micco.

“Que se haya firmado a título personal no es el tenor del trabajo que debiéramos tener como partido”, comentó, en privado, uno de los dirigentes del partido.

Ese detalle, que podría parecer una nimiedad, fue para algunos una prueba de que al interior del partido recientemente creado existen ‘lotes’.

Por un lado, estaría Solís, el exdiputado Gutenberg Martínez y Bernardita Soto, quien también integra la directiva. Por el otro, Micco, Eduardo Jara y el expresidente de la colectividad, Cristián Warnken. Otros, en cambio, descartan que el partido esté fracturado y enfatizan que se salieron de los partidos de la ex Concertación precisamente porque no les agradaban este tipo de divisiones.

Desde el entorno de Solís, en todo caso, aseguran que Micco era uno de los integrantes del chat en que se redactó la misiva, y que estuvo de acuerdo en que sería el secretario general quien la firmaría.

Para intentar sobrellevar la crisis, los amarillos citaron un Zoom de emergencia la tarde del domingo. De acuerdo a quienes supieron de esas conversaciones, en esa instancia se dejó en claro que, hasta ese momento, Micco no había cursado ninguna de las dos renuncias de los otros integrantes de la directiva, es decir, no las había presentado ante el resto directiva ni a la comisión política.