Las dudas y lecciones del voto electrónico tras el escándalo de Ciudadanos
La UDI también contrató a Evoting para sus internas del 2016. RD ha votado tres veces con un sistema propio.
Acusaciones de fraude han marcado la pugna entre Juan José Santa Cruz y Andrés Velasco por la elección de Ciudadanos, cuyos resultados cumplieron ayer una semana sin conocerse. Al margen del escándalo, el caso abre debate sobre la confianza en la votación electrónica, que no está regulada en Chile.
En el país se han usado dos modalidades: la presencial, con un terminal en vez de urna física, y la remota, donde se sufraga desde computadores o celulares. Ciudadanos optó por esta última y contrató a la empresa Evoting, que anteayer admitió que es posible un fraude. La UDI y Revolución Democrática han tomado métodos muy distintos.
Los gremialistas también contrataron a Evoting el 2016 y votaron presencialmente para elegir a Jacqueline van Rysselberghe como su presidenta.
El entonces secretario general, Guillermo Ramírez, cuenta que "les propuse a los candidatos hacerlo remoto, pero Jacqueline insistió en que lo encontraba muy osado. Cedimos". La UDI habilitó locales en que los militantes se identificaban con su carné y firmaban un registro en papel, y la urna o terminal que contenía los archivos solo se abría con las llaves físicas que cada lista tenía en su poder. Salvo un desperfecto inicial en el sistema, relata otro dirigente, no hubo problemas.
Ramírez recomienda el método: "En sitios aislados es más fácil el computador o el celular que habilitar un local, no hay que estar cuidando urnas y el conteo de votos es exacto". En cambio "la votación remota se puede prestar para presiones o inducción del voto", y advierte que "ningún sistema es infalible si hay gente dispuesta a hacer trampa".
La plataforma de RD
En RD han votado tres veces electrónica y remotamente: en las internas -donde ganó su hoy presidente, Rodrigo Echecopar- y de Consejo Político 2017; para definir el apoyo a Alejandro Guillier en segunda vuelta, también el año pasado, y para las de Consejo Político 2018. "En los tres casos no hemos tenido problemas", dice el exmandamás del partido y a cargo de este cuando debutó el sistema, Sebastián Depolo.
RD no contrató a nadie. "Desarrollamos nuestro propio sistema de voto remoto, diseñado por militantes", dice Depolo, lo que les permitió ahorrar dinero (en la UDI dicen que Evoting les cobró entre $ 3 y $ 10 millones, no hay una sola versión). El ex presidente frenteamplista recomienda el remoto porque facilita el acceso a votantes y a partidos nuevos que no tienen sedes en todo el país. Asevera que "cuando hay problemas es porque hay gente que intenta manipular elecciones".
Eso sí, la secretaria general de RD, Paula Poblete, cuenta que en la última elección hubo militantes extranjeros (la ley de partidos, dice, les permite afiliarse y votar), que tuvieron problemas con el sistema por un desajuste con la plataforma del Registro Civil, "pero el Tribunal Supremo lo corrigió y nunca se ha impugnado un resultado o proceso nuestro". Con todo, observa que "las votaciones electrónicas sirven para algunas cosas y para otras no tanto".
El presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, opina que estos mecanismos "deben ser comprendidos y controlados por todos, sin la necesidad de una preparación técnica especial, como sí lo exigen los mecanismos electrónicos". Y que "la experiencia internacional muestra una tendencia contraria a ese tipo de mecanismo de votación. Algunos países luego de usarlo lo han prohibido constitucionalmente, como Finlandia, y otros están evaluando su mantención".
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