Las silenciosas y fallidas gestiones de Cristián Monckeberg para evitar la acusación a Carlos Montes
El exsecretario de Estado hizo tratativas con los diputados de su partido, RN, apelando a dos argumentos: evitar una nueva derrota para la derecha y también por su simpatía personal con el titular de Vivienda, quien ha definido el lazo como "una amistad".
Tras el rechazo de la propuesta de la Convención Constitucional, en septiembre de 2022, el ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), tomó el teléfono y llamó al exdiputado y extitular de la cartera Cristián Monckeberg (RN) para invitarlo a una ceremonia de inauguración de la primera etapa del Parque Urbano Mapocho Río.
La iniciativa había sido empujada por Monckeberg en su época al mando del Ministerio de Vivienda (Minvu) y recogía algunas ideas de una antigua propuesta de Sebastián Piñera de convertir la ribera del Mapocho en un espacio público.
Sin embargo, en la ceremonia, Montes también aprovechó de dar una señal política, en vista de las incipientes negociaciones para reabrir el proceso constituyente e hizo un reconocimiento a Monckeberg, quien intentó ser un articulador en la fallida Convención de la que fue parte.
“Cristián Monckeberg es un demócrata destacado, compartimos mucho tiempo la Cámara de Diputados y yo aprendí a conocer a Cristián Monckeberg, una persona dialogante, comprende distintas visiones, no tiene una visión neoliberal cerrada sobre la forma de vivir en sociedad. Y creo que para los tiempos que vienen es muy importante Cristián Monckeberg, muy importante... y quiero decirle que su reacción acá, cuando se le planteó hoy venir acá, no solo por nuestra amistad, sino que también por valorar mucho lo que aquí se ha hecho y cómo se ha hecho”, dijo Montes en la actividad, realizada el 14 de septiembre de 2022 en Cerro Navia.
La amistad o al menos la simpatía personal que existe entre ambos nunca ha sido desconocida por ellos.
De hecho, en la bancada de diputados de RN no llamó la atención de que Monckeberg contactara telefónicamente a algunos cercanos preocupado por el futuro de Montes luego de que estallara la crisis, en junio pasado, a raíz de los traspasos irregulares de dineros públicos desde el Minvu a la Fundación Democracia Viva, entidad controlada por militantes de RD.
A través de una comunicación constante con legisladores y asesores con los que trabajó en su época en que fue presidente de RN y también jefe de bancada, Monckeberg monitoreaba personalmente la temperatura de la crisis.
En RN comentan que el exconvencional intentó en varias llamadas persuadir a los legisladores del partido que no se embarcaran en una acusación constitucional contra el ministro de Vivienda.
Según relatan algunos personeros de la colectividad, Monckeberg creía que el libelo era una “lesera” y “un error” desde el punto de vista estratégico, pues al final probablemente no iba a tener los votos, dándole al gobierno un triunfo “que no se merece”.
El exsecretario de Estado además transmitió que eso anotaría otra derrota para el sector, en un contexto en que acaban de perder en el plebiscito constitucional. Además, enfatizó en que todavía no se vota el informe de la comisión investigadora del lío de platas, el que podría darle un sustento mayor al libelo.
De todas formas, había otras consideraciones personales. Montes también estaba pasando un momento delicado por la salud de su hija.
Si bien entre los diputados de RN admiten que había incomodidad en sumarse al libelo anunciado, en primer lugar, por las legisladoras socialcristianas, Sara Concha y Francesa Muñoz, la cadena de sucesos políticos hizo inevitable que se terminaran plegando.
No obstante, la decisión fue quedarse en una segunda línea y no participar de la redacción del escrito que quedó en manos del PSC y los republicanos.
Un punto de inflexión en la determinación de RN de dejarse llevar por la acusación fueron las mismas declaraciones del jefe de la bancada PS, Daniel Manouchehri, en las que informaba que pedirían una comisión investigadora por los traspasos irregulares que se habrían dado bajo la gestión de Monckeberg y luego de Felipe Ward (UDI) en el Minvu. El anuncio de Manouchehri se dio justo después de que los diputados socialistas sostuvieran una reunión con Montes en la sede del Minvu, el pasado 11 de diciembre.
Aunque en el entorno del ministro niegan que hayan empujado esa comisión investigadora para indagar los traspasos durante la administración de Sebastián Piñera, en RN quedó un sabor ingrato por el papel de Monckeberg, ya que ello debilitaba definitivamente sus gestiones para frenar la acusación.
Además, por esos días, el 13 de diciembre, la fiscalía ordenó la detención del exseremi de Vivienda de Antofagasta Carlos Contreras (ex-RD) y de Daniel Andrade (ex-RD), antiguo representante legal de Democracia Viva, lo que encendió aún más el debate político y aglutinó más apoyos en favor del libelo.
En RN comentan que una vez que se confirmó la presentación del libelo, el pasado 18 de diciembre, Monckeberg ya no ha vuelto a hacer más gestiones.
La amistad política
El lazo con Montes se forjó en la Cámara cuando Monckeberg llegó como diputado novato en 2006. En esos años, el socialista -quien fue elegido por primera vez en 1989- ya era uno de los veteranos de la corporación.
Los dos no solían coincidir en el trabajo en comisiones, por lo tanto, no hay una explicación muy clara de cómo nació la afinidad personal. Simplemente se cayeron bien, relatan algunos testigos de la época.
Después cuando Monckeberg asumió en el Ministerio de Vivienda, entre 2018 y 2019, solía invitar a Montes, entonces senador socialista por la Región Metropolitana, a las actividades que tenían lugar en la zona capitalina. Ya desde su época parlamentaria, el exlegislador PS venía dedicando su trabajo a la problemática habitacional.
Al llegar a la Secretaría General de la Presidencia, en julio de 2020, Montes fue uno de los puentes que tenía el ministro con la oposición a Piñera.
Cuando Montes asumió la jefatura del Minvu, incorporó a Monckeberg a un consejo asesor y también mantuvo la reciprocidad de invitarlo a algunas ceremonias en su calidad de exautoridad.
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